Estreno de “El navegante solitario”: volver a dar vuelta al mundo
Por Agustín Pisani
Vito Dumas, mito y leyenda
Amado y odiado, recordado y olvidado, y hasta maldito: la figura de Vito Dumas dispara recuerdos en los mayores pero permanece desconocido para los más jóvenes. Es que un argentino dio la vuelta en un yate en los años de la década del 40, entró al olimpo mundial por la hazaña, pero no se quedó con eso y fue por más. Juan Domingo Perón lo convocó para un proyecto náutico, que fracasó, y después de 1955 cayó en desgracia como tantas figuras ligadas al peronismo. El navegante solitario, ópera prima de Rodolfo Petriz, cuenta su historia mediante diversos recursos, como la animación y la ficcionalización, para aproximarse a un personaje fascinante cuya inmensa trascendencia fue opacada por los vaivenes de la historia argentina. Vito Dumas, el "navegante solitario", fue y es famoso mundialmente por hazañas nunca hechas por un hombre solo en el mar, que incluyen cuatro viajes épicos, uno de ellos la vuelta al mundo por los 40º de latitud sur, en su barco Lehg II, en 1942, y en plena Segunda Guerra Mundial. Le película se estrena en el Cine Gaumont el 9 de enero. APU conversó con su director, Rodolfo Petriz.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué fue lo que más te fascinó de la figura de Vito Dumas para poner en marcha el proyecto de esta película? ¿Tenías alguna duda que te impulsaba a saber más?
RP: Mi fascinación con Dumas comienza hace unos 20 años con la lectura de su libro, “Los cuarenta Bramadores-La Vuelta al mundo por la ruta Imposible”, donde narra las alternativas de su viaje de circunnavegación doblando los cabos más temido por los navegantes, entre ellos el Cabo de Hornos. Dumas fue el primer navegante solitario del mundo en lograr esa hazaña entre los años 1942-43, en plena segunda guerra mundial. Esa gesta los posicionó como uno de los navegantes solitarios más grandes de la historia, y para muchos como el más grande a secas. En ese sentido, creo que Dumas está a la altura de los grandes deportistas-aventureros que conoció el siglo XX.
Y en un segundo momento me apasionaron las circunstancias extradeportivas que rodearon su figura, la marginación y el ninguneo que sufrió por parte de un sector importante del mundo náutico nacional. La inquietud surgió naturalmente ¿Cómo era posible que el máximo referente náutico que tiene la Argentina, él único navegante de nuestro país que dio la vuelta al mundo en solitario, fuera menospreciado de esa manera?
APU: ¿Por qué pensás que fracasó el proyecto que Juan Perón le confió? ¿Dumas sólo concretaba hazañas de modo solitario, ese podría haber sido el obstáculo?
RP: Es una pregunta interesante. La Escuela de Náutica Deportiva funcionó unos dos años y su existencia concluyó con la varadura que sufrió la Goleta en su viaje de instrucción. Lo que mencionás vos es la hipótesis de Ricardo Cufré, su biógrafo. Según él, más allá del infortunio de la varadura, Dumas no habría sabido gestionar del todo bien la escuela. Según la opinión de Cufré, él era muy bueno en proyectos individuales, pero no así en colectivos. De todas maneras es sólo una hipótesis.
APU: El caso de Dumas parece ser paradigmático de muchos personajes ligados al peronismo que cayeron en desgracia tras su proscripción, ¿lo ves así? ¿Él se pronunciaba como apolítico de alguna manera?
RP: Sí, indudablemente forma parte de un grupo de personas, deportistas, artistas, etc. , que por su cercanía con el peronismo fueron injustamente maltratados tras la proscripción. Si bien fue reconocido por el peronismo con el grado de Teniente de Navío de la Reserva y ocupó roles de gestión en ese período, no hizo política partidaria en sentido estricto. Tampoco lo definiría cómo apolítico, ya que en varios escritos muestra un gran interés por el contexto social en el que vive. Incluso cuando se propone dar la vuelta al mundo en medio de la segunda guerra mundial dice que lo hace para dar un ejemplo a la juventud, emprendiendo una empresa romántica en medio de un mundo materialista que cayó en la barbarie.
APU: El documental echa mano a una gran cantidad de recursos como la animación y a la ficcionalización. ¿Qué desafíos encaraste a la hora de contar con imágenes esta historia?
RP: Fueron varios los desafíos. Por un lado estaba la cuestión de cómo resolver la inclusión de Vito Dumas como personaje sin que ello aparejara gastos de producción imposibles de costear en función del presupuesto disponible. La solución fue insertar a Dumas como narrador y acompañar visualmente esos textos con ficcionalizaciones muy cuidadas desde lo estético. Otro de los desafíos era cómo narrar situaciones de navegación riesgosas ante la imposibilidad de filmarlas en el mar; para ello recurrimos a las animaciones y a la creación de climas sonoros, que incluyó música original compuesta por Rodrigo Sánchez Mariño. También debíamos resolver cómo mostrar en pantalla las navegaciones que hizo Dumas, y para ello decidí utilizar cartas náuticas de época, muchas de ellas pertenecientes a Dumas y con anotaciones de puño y letra, las cuales son especialmente bellas y congenian con la estética marinera que tiene la película. Por último, la gran cantidad de material de archivo documental, gráfico y fílmico del que dispuse gracias a la familia Dumas me permitió resolver el desafío de cómo acompañar testimonios y voz en off; y también me brindó la posibilidad de generar relato con la sola exhibición de los mismos.
El navegante solitario podrá verse del 9 al 15 de enero, en funciones diarias a las 19:10hs en el Cine Gaumont, Avenida Rivadavia 1635. Entrada: $30.