La amistad es el primer comunismo

Por Gito Minore

“La revolución es romper con los límites de lo posible ¿Cómo nos vamos a dejar aplastar por algo tan banal como el tiempo?”

Como una sentencia, las palabras del gordo Felipe resuenan en la mente de Mario, su gran amigo de la adolescencia, cuando este muere y deja a punto de terminar el proyecto en el que embarcó toda su vida: construir una máquina del tiempo, para volver al año 1940 e impedir que León Trotsky sea asesinado por Ramón Mercader. Nadie duda que, de no haber ocurrido ese hecho, la Historia sería otra.

Surgida como un juego a mediados de los años 80, cuando los muchachos se conocieron militando en el viejo M.A.S., la idea fue madurando en la obsesión del Gordo quien dedicó sus mejores esfuerzos para concretar el evento. A modo de saldar una deuda de amistad y gratitud, Mario retomará las riendas de tan desquiciado proyecto y se lo montará al hombro, viajando a la ciudad mexicana de Coyoacán para llevarlo a cabo.

Poblada de múltiples voces, Todos nosotros, construye una épica colectiva, que se desplaza de manera vertiginosa, donde lo fragmentario del relato prima y potencia la narrativa.

Con esta nueva novela, editada por el sello Alfaguara, Kike Ferrari reafirma ser una de las voces más interesantes de nuestra generación. Con varios libros y premios en su haber (entre ellos la Primera Mención Casa de las Américas en el 2009) el autor de Que de lejos parecen moscas, se anima a una novela imposible de catalogar en un solo género, un relato donde la ciencia ficción, y cierto costumbrismo local se dan la mano. Una historia que defiende el leit motiv del libro, ese que reza que “la amistad es el primer comunismo”.

Como dato curioso es interesante resaltar que algunos de estos personajes, tienen una suerte de continuación en el cuento “Fuerza demencial” publicado en el compilado  La mano maldita. Ficciones metaleras, lanzado el año pasado por Clara Beter ediciones.