"Sentía la tarea política como un compromiso vital"

Por Nahuel Placanica I

APU: ¿Cómo fue tu relación con Julio?

DS: A Julio lo conozco en primer lugar por la relación que tenía con mi viejo, con quien compartió sus años de estudiante en La Plata, a fines de los años '50 y principios de los '60. En esos años compartieron militancia, estudios, pensiones y salidas. Creo que no eran íntimos, pero en el pequeño mundo de los estudiantes de Filosofía de la Facultad de Humanidades, fuertemente politizado (Julio era un importante dirigente, mi viejo tuvo una participación más alejada) eran amigos. Julio siempre tuvo mucho respeto y admiración por mi viejo, sobre todo en lo que hace a su estatura intelectual.

Después, en los '70, tanto Julio como mi familia compartieron por un años el exilio en Venezuela, en Maracaibo. Al poco tiempo Julio se mudó a Caracas, donde comenzó a trabajar en la Fundación Friedich Ebert. Ahí fue que yo me hice amigo de su hijo Matías. A partir de ahi, mi relación con él pasó a ser más directa.

Al llegar de Venezuela empecé a trabajar con Julio, al principio ayudándolo con el tipeo de sus artículos, primero a máquina y luego en versiones digitalizadas. Trabajé muchos años con él, en diversas funciones, pero todas relacionadas de algún u otro modo con este tipo de asistencia. Pero además de trabajar, podría decir que era en cierto sentido su amigo, aunque con las salvedades que supone la diferencia de edad. Compartimos vacaciones con él y su hijo, así como comidas o salidas a tomar "cafecitos" (una de sus características más conocidas por todos los que lo trataron, a quienes solía citar en algún café porteño).

APU: ¿Cómo fue su relación con el kirchnerismo?

DS: Su relación con el kirchnerismo estuvo en cierto sentido condicionada por un lado por su relación anterior con el peronismo, y por otro con su relación con el "mundo del trabajo" (uno de las categorías que más utilizaba en sus trabajos). Julio venía del PC, y aunque nunca hablamos directamente del tema, me parece que siempre guardó cierta distancia frente al peronismo. Sin embargo, durante el kirchnerismo, su apoyo fue constante y su compromiso político bastante activo, tanto en el Ministerio de Trabajo como desde el Instituto del Mundo del Trabajo, que dirigía, junto con Pepe Robles.

Me parece que a Julio le interesaba que el kirchnerismo se terminara de institucionalizar como partido político, y dependiera menos de las decisiones tácticas tomadas por su dirigencia al calor de los acontecimientos.

APU: ¿Qué legado deja Julio Godio?

DS: Julio fue una persona que vivió para la política, en un sentido amplio, que incluye la militancia, la tarea intelectual y la participación en organismos de gestión. Su compromiso con sus ideas socialistas fue constante a lo largo de las diferentes formas políticas en que se tradujo. Era un hombre que vivía y sentía la tarea política como un compromiso vital, y fue consecuente con esta línea hasta sus últimos días.