"Son periódicos que se definen en su función guerrera"

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"Son periódicos que se definen en su función guerrera"

03 Noviembre 2012

APU: Bueno, en principio queríamos que nos cuentes un poco ya que analizaste la obra, cómo analizas la producción de lo que fue Cabichuí, sobre todo en los grabados.

Roberto Amigo: Bueno, mi estudio sobre los periódicos de trinchera, no sólo sobre Cabichuí sino también sobre Centinela y Cacique Lambaré empezó hace unos años. En el último tiempo en mi trabajo como investigador en la Universidad Nacional General Sarmiento he vuelto a revisar todo ese material comparando también el marco de los proyectos culturales que se desarrollan durante el gobierno de los López. Sin duda, el arte del Paraguay del siglo XIX es uno de los más desconocidos de América Latina. Sin embargo, también tuvo grandes pintores eruditos como Aurelio García y Saturio Ríos en un proceso que está cortado por la guerra, pero dentro del arte del Paraguay del siglo XIX los periódicos de trinchera tienen una relevancia continental por muchísimos aspectos. El primero de ellos es que es prensa moderna en el sentido del uso de los materiales gráficos, en la idea de a qué público se dirigen y es a la vez una relación entre cierto arte erudito, sobre todo que se ve por las alegorías y con un sarcasmo y un humor y una ironía muy popular. Entonces hay un cruce ahí, dado también por algunos artistas que seguramente trabajaron en el Cabichuí y el Centinela, sobre todo en el Centinela que es Ravizza y el que mencionamos ya, Saturio Ríos con una tradición de grabado popular que posiblemente proviene de las tasas de imágenes religiosas o de la tasa de los naipes.

En ese proceso de mezclas entre lo alto y lo bajo, entre las alegorías republicanas y cierto contenido americanista y un humor y una animalización de la prensa satírica a partir de distintos tacos xilográficos, es donde el Cabichuí y el Centinela tienen una riqueza visual estupenda. Y usan además, una combinación muy libre en la composición formal de los tacos porque al ser tacos xilográficos pueden entrar claramente en el marco de impresión, a diferencia de la prensa porteña que generalmente era litográfica, y se acercan en un punto a la circulación de estampas populares de volantes que se van a editar en Méjico también a lo largo del siglo XIX. Pero creo que una de las cosas más singulares de América del Sur son los grabados del Cabichuí y el Centinela.

Xilograbado anónimo de “El Centinela”, Semanario editado en Asunción el 6 de Junio de 1867.

APU: Hay una particularidad, que al estar en el frente de batalla los materiales que utilizan son los que pueden llegar a encontrar…

RA: Bueno, sí. Hay una cosa muy interesante que es cuando salen…Casi todos estos periódicos surgen en el otoño de 1867, en ese parate de la guerra que se da como resultado después del triunfo del Paraguay en la batalla de Curupaytí y antes de los combates duros que se van a dar para la finalización de la guerra que comienzan en el mismo ’67, o sea la campaña final. Lo más interesante es que esos mismos periódicos se definen en su función guerrera. Hay, no me acuerdo si es en el Cabichuí o el Centinela, que sale una de las notas que dice: desde la ciudad está el viejo Semanario, que era un periódico publicado desde el ’53, teniendo los cañones de alto calibre; El Centinela que es otro periódico ilustrado muy interesante, pero un poco más erudito en sus imágenes que el Cabichuí, es la artillería volante; y el Cabichuí es el del rifle y el del aguijón y el que está en pleno frente de batalla. Y esto explica bastante del lugar donde se imprimían: El Semanario de avisos y el Centinela se imprimían en Asunción y el Cabichuí en pleno frente de batalla, con una imprenta volante en Paso Pucú.

Y va a continuar la suerte de la guerra, tal vez lo más intenso de estos periódicos es un discurso triunfante, las loas constantes al Mariscal López como el gran héroe americano y la dificultad de mantener ese humor y ese ataque humorístico a los enemigos en el medio de la derrota. Pero el discurso general del Cabichuí y el Centinela es extraordinario porque presentan al Paraguay de los López como el último reservorio en la América del Sur de una tradición americana, de un americanismo sui generis y el último lugar y que tanto Uruguay como Argentina han renunciado esa tradición de un republicanismo americano con sus propias características aliándose con “el Imperio”. Lo último que frena el avance imperial de Brasil es la figura del Mariscal López. Entonces tanto la suerte del Paraguay como la suerte de los periódicos va a estar atada a esta defensa del Mariscal López hasta las últimas consecuencias.

Y las imágenes, algunas del Cabichuí y del Centinela, en su humor… esos que se bajan los pantalones y muestran sus traseros o ironizan sobre las cañoneras de la Alianza o sobre los globos de vigilancia. Y a la vez con todo el humor de la vieja tradición de animalizar a los enemigos, las caricaturas de Mitre o del Marqués de Caxias son formidables dentro del género de la caricatura. Entonces hay una combinación que yo he llamado “de la gloria y la risa”. Y la risa es el solaz para un montón de soldados que saben que están esperando la muerte en batalla porque ese era el destino inevitable. Hay un grabado que es muy interesante de la serie en el que hay alguien con aspecto de oficial leyendo el Cabichuí al resto de los soldados. Entonces también tenemos que pensar desde la propia referencialidad de las imágenes que es una prensa que genera consenso, genera valor, genera esparcimiento, pero genera también una comunidad que se ve identificada, se ve autorretratada en las páginas del diario.

Y muchos de ellos son grabadores anónimos que son seguramente tropa, entonces ahí hay una relación entre el que consume y el que produce las imágenes, muy directa. Eso es otro de los aspectos más significativos porque generalmente había un distanciamiento entre los que producen la literatura popular de los que la consumen. Y cuanto más lejos del centro de Asunción, más uso del guaraní. Entonces el Cabichuí es una combinación continua de guaraní y español y ya después Cacique Lambaré va a ser totalmente escrito en guaraní. Por lo tanto también no sólo en las imágenes, sino también hay una defensa del idioma que implica un pensamiento cultural autónomo y autárquico, más allá de las contradicciones del Mariscal López y Madame Lynch. Como empresa cultural son fascinantes y únicos porque intentan establecer un contacto directo, que es una manera de construir consenso y también coerción, pero si uno compara con la emulación europeísta de alguna prensa que circulaba en Buenos Aires ilustrada adquiere una densidad narrativa y visual estupenda la prensa paraguaya.

APU: El otro día en la primera mesa que se hizo de debate en el marco de la serie Guerra Guasú, Hilda Sábato enmarcaba la cuestión de la animalización del enemigo con las atrocidades que se realizaron durante la guerra. Entonces también pensaba desde el Paraguay ese tratar al enemigo como un animal, que permitía la masacre, digamos.

RA: No, no, eso no. La animalización del enemigo, del adversario político, es parte de la tradición visual del humor satírico. Hay sí, desde luego, la acusación continua de monos o macacos a los brasileños por los paraguayos. Uno hoy lo puede ver desde un contexto que lo puede acusar de racismo, que se yo. Pero ahí no, ellos mismos se identifican con Cabichuí. Cabichuí -que es una avispa negra- es también el soldado paraguayo. Hay también una animalización del propio soldado paraguayo como un avispón. Y es parte del humor satírico la animalización de la figura del adversario, que se da también en la prensa porteña. Es esa la característica principal del Cabichuí, ese tal vez es su recurso más remañido para la ejecución del humor. Es mucho más interesante cuando la composición de las hojas impresas… hay una combinación absolutamente libre de tacos, donde montan tacos de tradición europea con tacos elaborados americanos, donde hay tratamientos lineales, donde desarman la forma tradicional de la lectura de la página poniendo imágenes en vertical, donde inicializan como animales también las letras capitales. Entonces ahí Sábato hace una lectura de historiadora de las imágenes, desfasándose de una tradición del humor, aunque no escuché el contexto por lo que vos me decís, no escuché lo que dijo Hilda.

APU: Lo relacionás más con una tradición de lo satírico y no como una cuestión de un menosprecio hacia el otro.

RA: No, lo satírico se sostiene en encontrar determinados rasgos que, en este caso, se coinciden con lo político. Pero no solamente eso porque también satiriza… hay una bellísima de Mitre tocando la lira, burlándose de su condiciones literarias que es una de las más lindas. O los tres, la alianza colgada de una orca, un taco maravilloso. Desde luego uno utiliza los recursos de cierta tradición, pero los pone en un contacto de beligerancia. Pero Cabichuí es un soldado, no deja de ser un soldado paraguayo que se define como avispa y cuyo aguijón es como la bayoneta del fusil.

APU: Bueno, por último te preguntaría, antes mencionaste como lo previo, las tradiciones sobre las cuales estos grabados trabajaron, ¿pudo generarse a futuro una continuación o ves alguna continuación de esos trabajos o se perdió el recuerdo?

RA: Yo creo que es una pregunta difícil porque tal vez lo que empieza después de 1870, con la imposición de cierta tradición liberal y las disputas posteriores de la restauración o recuperación del Paraguay, la prensa que aparece es muy europea. Y cuando vuelven a aparecer periódicos ilustrados los van a realizar en los términos de la prensa porteña o brasileña erudita, que estimula a la vez los correos ilustrados, las ilustraciones históricas, las revistas ilustradas, los grandes magazines posteriormente ilustrados. Entonces creo que no, que es el último estertor de una larga tradición americana en la cual se entremezclaba lo erudito con lo popular. Es decir que el triunfo liberal en lo político y en las armas, es también un triunfo de las imágenes elaboradas por el liberalismo, que son una emulación de la prensa europea. Pero a la vez no quiere decir que este formato de periódicos populares no derive también de la prensa europea, de los periódicos de un penique, de los periódicos satíricos. Lo que sí está, hay una resignificación local, una transformación local a través de prácticas de talla de madera, de construcción de un imaginario americano, de una tradición republicana americanista, de un elogio del caudillo que generan una mixtura propia que ya no se puede establecer después de 1870. Entonces las relaciones entre forma y contenido están muy estrechas, por lo tanto eso es imposible de hacer. Tal vez, para poner un ejemplo, habría que pensar en los grabados de Guadalupe Posadas, de la tradición mejicana posterior, que son bastante posteriores o en esas volantas, esas hojas amarillentas sobre crímenes policiales o ese tipo de cosas, donde tal vez vuelve a aparecer algo de esta libertad creativa y de mezcla de tradiciones eruditas y populares que tiene la prensa paraguaya.

APU: Bueno, ahora sí por último ¿cómo lo diferenciarías por ejemplo de El mosquito en el caso argentino?

RA: El mosquito es fundamentalmente litográfica y se elabora a partir de un modelo de prensa satírica de corte europeo, con extraordinaria calidad de sus dibujos, con dibujos a plena página. No tiene la libertad de movimiento, porque es litográfica, no tiene la libertad de movimiento en pequeños tacos de madera que se ponen junto con los tacos de los textos, de las letras. Está armada de manera distinta y ese condicionamiento técnico, que no es ni más avanzado ni menos avanzado, sino es más útil para los fines que se establecen, hacen que la prensa paraguaya tenga una libertad formal que no tiene El mosquito o el Correo del domingo que también va a ser ilustrado. Que tienen una ilustración y un humor que podríamos llamar erudito, los dibujantes son europeos, Stein es un francés y tienen distintos… Como después será Don Quijote también, son extraordinaria prensa, pero que emulan la prensa humorística europea y norteamericana.