Volveré a verte en 25 años: tercera temporada de "Twin Peaks"
Por Juan Rapacioli
"Twin Peaks", la mítica serie televisiva que el cineasta David Lynch convirtió en una de las obras de culto más influyentes en la cultura popular, vuelve a la televisión después de 25 años con 18 episodios de una hora que comienzó por el canal estadounidense Showtime y también se puede ver en la plataforma Netflix.
Creada por David Lynch y Mark Frost, la serie se emitió por primera vez en la cadena de televisión ABC el 8 de abril de 1990 y finalizó el 10 de junio de 1991, con una duración de 29 episodios más el piloto, divididos en dos temporadas que le dieron forma a una de las ficciones más extrañas de la televisión de la época.
Ambientada en una pequeña ciudad de 51.201 habitantes que le da nombre a la serie, la historia sigue los pasos del agente del FBI, Dale Cooper, quien llega para investigar el asesinato de Laura Palmer, una popular estudiante de secundaria cuyo cadáver es encontrado por la policía local dentro de una bolsa de plástico, a orillas del lago Black.
Laura Palmer, una joven que aparentemente tuvo una vida ideal -pero que a medida que avanza la historia se van descubriendo sus oscuros secretos-, conmociona con su muerte de tal manera al pueblo que lo sumerge en un estado inquietante, onírico, misterioso y sombrío, propio del cine de Lynch, que ya había sido elogiado por su película "Blue Velvet".
A pesar de sus bajos ratings y de su corta duración, la serie quedó impregnada en el imaginario cultural de la época y, con el tiempo, se convirtió en una obra de culto que pudo condensar, como ninguna otra, la trama de suspenso con el melodrama, el terror sobrenatural con el humor, el policial con el universo onírico que forma parte del estilo de Lynch.
26 años después (25 desde la película "Twin Peaks: Fire Walk with me", que extendía el universo de la trama como precuela), Frost y Lynch se lanzan con 18 episodios de una hora que tienen la novedad de haber sido dirigidos todos por Lynch y la sorpresa de contar nuevamente con la música del compositor Angelo Badalamenti, quien pasó a la historia con la música original de la serie.
La tercera temporada, que Showtime presenta en un doble episodio estreno regresó después de un cuarto de siglo con muchos de sus actores originales, configurando el mayor tiempo transcurrido entre temporadas de la historia de la televisión estadounidense.
Además del agente Cooper, que seguirá siendo interpretado por Kyle MacLachlan, se podrá ver a Sheryl Lee como Laura Palmer, Dana Ashbrook como Bobby Briggs, Sherilyn Fenn como Audrey Horne, Harry Goaz como el policía Andy Brennan, Kimmy Robertson como la recepcionista Lucy Moran, David Duchovny como agente de la DEA y el propio David Lynch como el jefe de Cooper, Gordon Cole.
También se confirmó la incorporación de diversas personalidades como Naomi Watts, Laura Dern, James Belushi, Tom Sizemore, Larry Clarke, Monica Bellucci, Michael Cera, Trent Reznor, Sky Ferreira, Eddie Vedder, Tim Roth y Sara Paxton, entre otros.
A lo largo del tiempo la serie, que anticipó los recursos cinematográficos en televisión, generó un universo de referencias culturales que no solo abarca el mundo audiovisual sino que tiene una importante influencia en otras artes como la literatura y la música, generando comunidades de fanáticos alrededor del mundo.
"True Detective", "The Killing" y "Fargo" son algunas de las series contemporáneas que tienen elementos reconocibles de Twin Peaks, así como la ya clásica "The X-Files" (Los expedientes secretos X): uno de sus protagonistas, David Duchovny, que interpreta al agente Mulder, se dio a conocer por su pequeño pero divertido papel en Twin Peaks, donde interpreta a un policía transexual.
Además de sus climas sombríos y la imponente presencia del paisaje, la serie se destaca por presentar personajes inolvidables: Dale Cooper (Kyle MacLachlan); el sheriff Harry S. Truman (Michael Ontkean); Bobby Brigs (Dana Ashbrook); Audrey Horne (Sherilyn Fenn); Laura Palmer (Sheryl Lee) y el propio David Lynch como el agente Gordon Cole, entre muchos otros.
La serie, quizás, no se explica sin el aporte de Badalamenti, compositor estadounidense de origen italiano que colabora habitualmente con Lynch y que creó la música perfecta para la historia: melodías oscuras, emotivas, inquietantes que funcionan como un mantra inconfundible de la serie.
Mientras terminaba de concebir una historia donde la música, la narración y la imaginación estén conectadas, Lynch le pidió a Badalamenti que se imagine en el bosque de noche solo, con el sonido del viento y de los búhos, y que poco a poco fuera viendo una adolescente emerger de la oscuridad. El resultado arrojo "Falling" cantando por la subyugante Julee Cruise y el instrumental "Laura Palmer´s Theme", ambas inolvidables canciones de la serie. Y es que la importancia de la naturaleza no es menor en la serie: el fuego, el viento, el agua y, sobre todo, el bosque son fundamentales para entender la historia; el paisaje, de alguna manera, es uno de los personajes centrales de la historia concebida por Lynch. De ahí la célebre frase: "Fire Walk with Me" (Fuego Camina Conmigo), que ya forma parte de la cultura popular.
"Te veré de nuevo en 25 años" es la frase que le dice una versión en reversa de Laura Palmer al Agente Cooper en The Black Lodge, esa dimensión de interminables cortinas rojas que funciona como pesadilla kafkiana. Ese es el punto de partida de la nueva temporada de la serie que, hace un cuarto de siglo, cambió para siempre la forma de ver televisión. Y es que no se trata de ver televisión: en Lynch siempre es el cine lo que se impone o, mejor, la pintura en movimiento y el sonido en acción. Porque Lynch no solo es un gran artista visual, es un arquitecto sonoro que lleva sus climas a límites hipnóticos. Todo esto se puede ver condensado en los dos primeros capítulos de la tercera temporada.
El gran logro, creo, es regresar sin caer en la nostalgia de lo conocido, en la seguridad de lo formado como producto. En ese sentido, Lynch no es Roger Waters con su The Wall. Si bien aparecen personajes clásicos y la apertura es del inconfundible Angelo Badalamenti, la temporada no está forzada a recrear el mundo melodramático de pueblo chico que define a la serie de los 90.
Estos nuevos episodios se explican, quizás, por los últimos años de Lynch: meditación, sueño, pintura. Un viaje onírico (una pesadilla) que explora el origen del mal. Se puede pensar en la obra de Kafka, de Kubrick, de Scott Walker, y también en Blackstar, el último disco de David Bowie, quien aparece en algunas escenas de "Twin Peaks: Fire Walk with me" -precuela de la serie-, y que supuestamente iba a aparecer en esta temporada. La figura del doble -el doppelganger-, atraviesa esta historia inquietante que siempre parece volver como el fantasma atemporal de Laura Palmer: el fuego que camina entre nosotros.