Adiós a Leonor Von Wernich de Troxler, por Diego Fernández
Por Diego Fernández
Leonor Von Wernich de Troxler falleció en Paraná, Entre Ríos, el 8 de mayo a los 101 años, pero Leonor vivió mucho más aún, como muchas vidas viven aquellos que logran gambetear la muerte luchando por la dignidad de un pueblo. Y así, murió de toda vitalidad, de esa vitalidad contagiosa que desborda a borbotones de aquellos militantes que aún en la peor de las adversidades sienten que el corazón les late atalonado en las convicciones y van por ellas siempre. Leonor estaba en su sonrisa, en su mirada, su tono amable, en esa energía acerada que descargaba de un cuerpo quebradizo a la hora de afirmar una verdad.
Cuando en muchas casas bien de clase media la mucama, el diariero, el policía eran el estigma de la barbarie, Leonor encontró en ellos el peronismo que la signó de por vida en su práctica militante, que la encontró en el Ateneo Huella trabajando en las villas, en la Unidad Básica de Vicente López organizando la Resistencia, denunciando la traición junto a los compañeros y compañeras que levantaban el Viva Perón cuando muchos escondían la cabeza.
Con su compañero clandestino, preso y finalmente asesinado, no dejó nunca de luchar. Atravesó la dictadura no sin persecuciones pero sin aflojar nunca tampoco. El mismo cura Von Wernich, pariente directo de Leonor, supo de su indignación de sangre en las imprecaciones demoledoras que profería al genocida en persona. Y en otra de esas vidas pudo reverdecer en su esperanza inagotable con el gobierno de Néstor y Cristina y la vuelta del peronismo en sus mejores definiciones. Estaba feliz.
A fines de los noventa, el entrañable Tate Martínez nos avisó que Leonor estaba viviendo en Paraná y con un viejo militante del PB y compañero de Julio, Conejo López, fuimos a su encuentro. Su alegría es difícil de olvidar en el reencuentro luego de 40 años con "Conejito", como le decía, y de haber podido finalmente hacer contacto con militantes peronistas, luego de permanecer meses en el seno de un hogar donde la política estaba vedada. Guardo de ella un recuerdo que me hiciera de un pequeño trozo de azulejo seguramente recolectado en los baños de la mazmorra y que le regalara un compañero detenido en tiempos en que se organizaba para visitar a los presos, pintado con la P entornada por una lanza y un fusil haciendo la V.
En el año 2013, durante el gobierno de Sergio Urribarri, el Ministerio de Cultura y Comunicación de Entre Ríos bajo el ministro Pedro Báez, se realizó este documental sobre la vida de Leonor y Julio, con la dirección de los compañeros Francisco Senegaglia y Conejo López.
¡Compañera Leonor Troxler, hasta la Victoria Siempre!