“En la última década las políticas de Turquía son muy agresivas, con un negacionismo rotundo”
Por Juan Ciucci
APU: Nos interesaba charlar con usted en el marco de este centenario del Genocidio Armenio, en el marco internacional donde se dan ciertas disputas en el marco de su reconocimiento.
Sergio Nahabetián: Nosotros lo que vemos es que en la última década las políticas de Turquía son muy agresivas, con un negacionismo rotundo con respecto al genocidio. Qué están tratando de hacer: que en todos los países donde existen las colectividades armenias (que son prácticamente todos los países del mundo) empiece a generarse la duda con respecto a si hubo o no hubo genocidio. Cosa impensada, primero al ver en el mapa la diseminación de los armenios en el mundo uno se da cuenta que algo ha pasado en su tierra por la cual tuvieron que abandonarla. Por el otro, plantar esa semilla de duda significa que hay que empezar a conversar sobre algo que probablemente no existió, cosa que tenemos que descartar totalmente. El pueblo armenio es un pueblo pacífico, es un pueblo que quiere buscar el diálogo, que quiere que se abran las fronteras con Turquía, que quiere encontrar la paz definitiva con Azerbaiyán pero sentados en una mesa en común a partir del reconocimiento que hubo un genocidio, no importan las circunstancias, ya pasaron cien años, pero a partir de ese reconocimiento de dónde podemos empezar a convivir como países vecinos. Creemos que es fundamental para Armenia, para Azerbaiyán, para Turquía.
APU: ¿Cómo analiza que algunos países que han sufrido genocidios no reconozcan el caso de Armenia?
SN: Por supuesto que hay muchos intereses que lamentablemente son económicos, hoy, en toda esa región hay un oleoducto que está rodeando Armenia y los intereses geopolíticos e intereses económicos empiezan a prevalecer sobre los intereses de la humanidad. Cosa que tenemos que demostrar al mundo entero, que no pasa todo por lo económico, que pasa por lo que es la esencia del ser humano, que pasa por la convivencia en paz y que esa es la única forma de que se pueda progresar en los siglos. Es difícil pero creemos que estamos siendo un ejemplo en la humanidad que después de cien años seguimos exigiendo con la misma fuerza todos los años y generación tras generación, no estamos bajando los brazos, eso creo que va ser un ejemplo que va a ser tenido en cuenta en el futuro.
APU: Cómo es el caso argentino, que ha reconocido lo sucedido con el genocidio armenio, sumado al papel de los presidentes Alfonsín y Kirchner.
SN: Argentina es un país hospitalario, donde esas oleadas inmigratorias han sido recibidas con los brazos abiertos, que no ha preguntado qué tienen o a qué vienen sino que ha ofrecido la oportunidad de poder progresar, que sus hijos vayan a las escuelas públicas, que puedan tener trabajo, industria. El pueblo armenio es un pueblo trabajador, muy creyente que no busca la confrontación; todo eso lo hemos recibido en la Argentina, como descendientes de armenios, y en muchos países del mundo. Por eso nuestro trabajo como ciudadanos de esos países tiene que ser un trabajo de agradecimiento, para poder devolver a esas naciones todo lo que les ha ofrecido a nuestros antepasados. Alfonsín reconoció públicamente el genocidio armenio, no se llegó en aquella época a una ley, pero sí, como presidente, estuvo en el acto de abril y reconoció públicamente el genocidio. En la presidencia del doctor Kirchner , el reconocimiento mediante la ley del genocidio creo que fue un paso muy importante al trabajo que se llevaba adelante por parte de la comunidad armenia de la república Argentina. Obviamente el agradecimiento eterno para con él y también el agradecimiento a todas las demás fuerzas políticas que acompañaron y creemos que en el futuro van a seguir acompañando. Como el Papa que hoy tenemos, que conoce en profundidad lo que es el genocidio armenio y la cuestión armenia. El domingo 12 de abril va a haber una misa en el Vaticano que para nosotros significa que un tercio de la población mundial reconoce que hubo un genocidio, que ha pasado esto y creo que con el correr del tiempo las pruebas van a ser irrefutables para el Estado Turco.