¿La Gendarmería devolvió favores con la pericia sobre Nisman?
Por Enrique de la Calle
En todo está Gendarmería. Por lo menos, en dos casos que han convulsionado a la opinión pública, como son la desaparición de Santiago Maldonado y la muerte del fiscal Alberto Nisman (en 2015). En ambos, las miradas están puestas sobre la Gendarmería, la fuerza que responde a Patricia Bullrich, ministra de Seguridad.
En el primero, tanto los testigos de la brutal represión, como los organimsmos de Derechos Humanos y los familiares del joven desaparecido hace 50 días, declararon que fue la fuerza federal la que se llevó a Maldonado. El sentido común, además, impone que se mire en primer lugar a la Gendarmería, antes de considerar teorías como un viaje de Santiago a Chile, su "pase a la clandestinidad" (teoría de Clarín) o la posibilidad de que los mapuches lo hayan asesinado.
Sin embargo, tanto el juez Guido Otranto, la fiscal Silvina Ávila, como el gobienro de Mauricio Macri no quieren saber nada con responsabilizar a Gendarmería. "No voy a tirar gendarmes por la ventana", señaló Bullrich ante el Congreso. Aunque en declaraciones informales reconoció que "por ahí se le fue la mano a un agente". El caso de Ávila y Otranto es insólito: tardaron 10 días en revisar camionetas de Gendarmería, que por supuesto fueron limpiadas antes del dilatado operativo judicial. Mientras tanto, ahora se conoce una declaración de un uniformado sobre aquellas jornadas: "Les dimos corchazos para que tengan". ¿Cómo no confiar en esa fuerza?
Una pericia, justo a tiempo
En ese contexto, aparece una nueva pericia sobre la muerte de Nisman que indica lo que el Gobierno (y sus aliados mediáticos) necesita a semanas de una elección. El objetivo fue adelantado por Clarín y La Nación: que el caso Nisman desplace al de Maldonado. El cinismo es notable: no importa la desaparición de una persona; interesa que no intervenga sobre un resultado electoral.
¿Quién hizo la nueva prueba? La Gendarmería. Y dice que a Nisman lo asesinaron dos personas a sangre fría. De este modo, contradice a la pericia realizada por la Corte Suprema de Justicia. Inmediatamente después, la diputada macrista Elisa Carrió le cedió el título a Clarín y La Nación: "A Nisman lo mató el Gobierno de Cristina". Caso cerrado.
Sin dudas, es una intriga qué pasó con Nisman. Además, los otros estudios que existen en la causa tampoco dan certezas absolutas sobre la posibilidad de un suicidio, aunque se acercan a esa opción. Sin embargo, no puede analizarse la pericia aportada por la Gendarmería sin tener en cuenta intereses ajenos a la investigación de la muerte del ex fiscal federal. Se trata de una fuerza que depende de la protección del Gobierno en un caso gravísimo que incluye la desaparición forzada de una persona. Además, su idoneidad está severamente cuestionada. Pero todo indica que favor con favor se paga.