Una nieta de luz en La Matanza

  • Imagen

Una nieta de luz en La Matanza

21 Marzo 2014

Por Gabriela Medina

 

El pasado 8 de febrero, la fundación Abuelas de Plaza de Mayo anunció la noticia de haber encontrado a la nieta recuperada número 110, luego de ser arrancada de su identidad con el secuestro de sus padres el 26 de agosto de 1976 . Su madre estaba en su quinto mes de embarazo.

Más allá de la infortuna y el inmenso dolor que esta parte de la historia argentina nos hace aun ir y volver, a medida que la verdad  sale a luz, debemos hacer memoria, y reconstruir aquello que en un pasado quisieron tapar, o que de alguna manera no exista.

Esta vez, la historia de la nueva nieta tiene su origen en el partido de La Matanza. Y su aparición develó solo una de las tantas páginas de la historia que fueron ocultadas.

La historia nos lleva a San Justo, patria matancera.

Sus padres fueron Oscar Rómulo Gutiérrez y Liliana Isabel Acuña, militantes de la agrupación Montoneros; ambos vivían en Rincón 2450, San Justo, a dos cuadras de la actual Universidad Nacional de La Matanza. Allí fueron secuestrados a las 6.30 de la mañana en agosto del ´76, introducidos a la fuerza en un automóvil. Secuestradores saquearon los bienes de la pareja, a la que trasladaron a la Comisaría 4° del partido de San Isidro, denominada "Las Barrancas", con evidentes signos de haber sido torturados. Ese mismo día y a pocas cuadras fue secuestrada su tía, Elba Acuña, de 26 años, junto a su marido Hugo Sáez. Los cuatro eran militantes de la juventud peronista.

Según la información provista por la fundación Abuela de Plaza de Mayo la pareja fue alojada junto a otras doce personas en el sótano de esa comisaría, en un sector especial con acceso restringido  al personal policial.

A través de un agente de esa comisaría, los familiares de Liliana y Oscar pudieron saber que los jóvenes estaban con vida, en pésimas condiciones, y que el embarazo seguía adelante. El mismo agente, tiempo después, les contó que Liliana había dado a luz a una nena en San Martín, en diciembre de 1976 o enero de 1977.

Luego de que las autoridades de la Comisaría tomaran nota del contacto de este agente con los familiares de los detenidos, Oscar, Liliana, Elba, Hugo y el resto de sus compañeros de cautiverio fueron trasladados hacia un lugar desconocido. Toda la familia permanece desaparecida.

Padres desaparecidos

Su madre, Liliana, tenía 24 años y era estudiante de agronomía. Su padre, Oscar, era sociólogo y trabajaba como empleado administrativo en Establecimientos Metalúrgicos Santa Rosa. La antigua fábrica metalúrgica, de origen francés y radicada en la localidad de La Tablada en el año 1935, fue una de las fábricas más grandes e importantes del partido (y del país) en cuanto a producción e innovación dentro de la industria siderúrgica nacional. Ocupaba un predio de  32 hectáreas  y estaba equipada para la producción de aceros especiales y productos de alto valor agregado, como alambres de acero de alta resistencia, cordones y cables de acero. Dicha fábrica era uno de los focos de actividad política en el municipio, en cuanto al alto nivel de participación en ese entonces tanto de los trabajadores, como de los militantes de base dentro del ámbito laboral.

Desde 1981, Santa Rosa fue adquirida por el grupo ACINDAR y a partir de entonces, con una reestructuración de las plantas, se reformuló la producción por lo cual la mayor parte de las instalaciones de La Tablada fueron trasladadas a la planta Acindar de Villa Constitución, lo que redujo la actividad de la ex Santa Rosa, y con ello también el número de empleados.

Es importante dar cuenta de la infinidad de historias que quedan por descubrir en democracia. La Matanza esconde muchas historias similares que aun no salen a la luz. El grado de actividad política ejercida por los militantes de nuestro partido, los niveles de organización sindical alcanzados en las fábricas matanceras por los militantes de base, enriquece la tarea de ahondar en los interrogantes, en el estudio e investigación de dicho partido. Fabricas casi olvidadas en el tiempo, como Establecimientos Metalúrgicos Santa Rosa, pueden ser  fuente de nuevas historias, datos, contribuciones que nos sirvieran a la hora de establecer la memoria, verdad y justicia.