Comunicado por falta de agua y luz en las villas 21/24 y Zavaleta, de Barracas: “Estamos en emergencia”
Por Mariano Nieva
Durante una conferencia de prensa, organizaciones populares, movimientos sociales, curas villeros, vecinos/as autoconvocados/as y trabajadores/as de la salud nucleados en el Comité de Emergencia en conjunto con la Junta Vecinal de las villa 21-24 y Zavaleta denunciaron la falta de luz y agua en esos barrios. La declaración apuntó en contra del Gobierno de la Ciudad y en particular contra el jefe porteño Horacio Rodríguez Larreta. Momentos antes de iniciarse la actividad, la Policía intentó labrarle una contravención al Padre Lorenzo “Toto” de Vedia, párroco de la Iglesia de Caacupé, quien acompañaba el reclamo de los/as vecinos/as.
A continuación el documento completo:
Las organizaciones populares, los movimientos sociales, los curas villeros, los/as vecinos/as autoconvocados/as y los/as trabajadores/as de la salud nucleados en el Comité de Emergencia en conjunto con la Junta Vecinal de la Villa 21-24 y Zavaleta queremos expresar, una vez más, al conjunto de la sociedad y en particular al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, nuestra realidad y nuestras demandas. Aunque entendemos que ya son temas de público conocimiento para la gestión actual, seguimos esperando soluciones que nunca llegan y que en este contexto se vuelven de carácter más urgente.
La emergencia sanitaria y la crisis económica y social que estamos atravesando desde hace cerca de 150 días tienen un impacto particular en las villas de emergencia y barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires. La rápida expansión del virus en las barriadas y en particular en la Villa 21-24-Zavaleta no fue una casualidad geográfica sino que se vincula con los problemas estructurales que existen en nuestro barrio desde hace décadas y que con la pandemia se han profundizado y visibilizado. Si, lamentablemente tenemos que atravesar por situaciones realmente críticas para que nuestra realidad se ponga sobre la mesa.
Al día de la fecha en la Villa 21-24 y Zavaleta son más de 3 mil vecino/as contagiados/as por el Covid-19, de los cuales sabemos que al menos 31 fallecieron con este virus. A este número de fallecidos/as, se suman cerca de 100 vecinos/as más del barrio, que en el transcurso de estos meses ya no están con nosotros/as. Entre tantas queremos mencionar hoy el femicidio de Florencia, víctima de la violencia de género y de la desidia del estado y la justicia. Las causas son muy diversas. pero todas tienen la misma raíz: un Estado ausente, que mira para otro lado, para quien somos un número más en una villa de 70 mil personas.
Tal vez una de las muestras más claras de que somos los/as rezagados/as, los/as últimos/as y los/as descartados/as es la lenta o nula respuesta del SAME a los llamados de auxilio de los/as vecinos/as, situación que se extiende mucho tiempo atrás de que llegue el Covid-19.
Todos/as, sin importar en qué rincón del país se encuentren, pueden dar fe de lo difícil que es cumplir con la cuarentena y quedarse en sus casas, pero 150 días de aislamiento social preventivo y obligatorio en nuestra villa de emergencia, equivalen a 150 días en donde muchos/as vecinos/as están sin agua y sin luz. Los reclamos se vienen haciendo desde el día 1, a la UGGIS, a Edesur, Aysa y directamente al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ¿Las respuestas? Promesas. ¿Las soluciones? Nulas.
Vivir en la pandemia sin agua es tan desesperante como injusto, cuando se vulnera el acceso al agua, un derecho humano fundamental para la vida humana. Desde el primer día de la cuarentena sabemos que una de las claves para evitar la expansión del virus es la higiene, como ya lo denunció y, lamentablemente falleció por la desidia del Estado, Ramona en la Villa 31.
Vale aclarar que en la Ciudad de Buenos Aires la Ley 3295 “La gestión ambiental del agua” establece en su artículo 3 que “La ciudad garantiza a todos sus habitantes el acceso al agua potable en cantidad y calidad suficientes para usos personales y doméstico como derecho humano fundamental.” Es decir que es el propio gobierno de la Ciudad quien se encuentra en la obligación de garantizar este derecho y es el mismo quien lo incumple. Al mismo tiempo que la empresa Aysa como empresa concesionaria en nuestra ciudad debe dar respuestas, y no sólo pretender llenarse los bolsillos a costa de los/as habitantes de la villa.
Vivir en la pandemia, y más allá de la pandemia, sin luz ya es una burla para todos/as los/as vecinos/as. En los últimos meses sufrimos 33 cortes de luz y 6 incendios por desperfectos eléctricos. Estallaron 5 de los 7 transformadores que hay para las 64 manzanas del barrio. Quedar sin luz para familias donde vive alguien electrodependiente es un ataque a la vida humana. Quedar sin luz significa muchas veces también quedarte sin agua. Quedar sin luz implica que se nos quemen los electrodomésticos que moneda a moneda logramos comprarnos en algún momento. Quedar sin luz implica que nuestros/as hijos/as no pueden estudiar, a la falta de computadoras e internet se le suman los cortes de suministro eléctrico dejando a nuestros/as pibes/as por fuera del acceso a la educación.
La pelea por el problema de la luz lleva años en el barrio. Desde hace cerca de 10 años que el gobierno hace oídos sordos a la causa de riesgo eléctrico donde la justicia fallo a favor de los/as vecinos/as de la Villa 21-24 y Zavaleta intimando al gobierno a que lleve adelante un plan de obras para erradicar el riesgo eléctrico en el barrio. Hoy 2020, en medio de una pandemia, el problema sigue y somos nosotros/as quienes estamos en riesgo.
Desde el Comité de Emergencia, la Junta Vecinal y los/as vecinos/as autoconvocados/as se han realizado miles de reclamos en estos meses al gobierno de la Ciudad y a Edesur, otra de las empresas que hace negocios con nuestros derechos y necesidades y ni siquiera garantiza el servicio. Estamos cansados/as Edesur.
Podríamos seguir enumerando y describiendo infinidad de problemas que vivimos cotidianamente. La vulneración de derechos humanos fundamentales para poder vivir una vida digna es la norma en la Villa 21-24/Zavaleta. No somos descartables, no somos un sobrante, somos trabajadores/as precarizados/as, quienes día a día tenemos que salir a buscarnos el mango, a patear los comedores y merenderos populares para llevarles un plato de comida a nuestras familias, quienes andamos buscando señal por todo el barrio para no quedarnos afuera de las “aulas virtuales”, quienes tenemos que hacernos nuestros propios pozos de agua para que salga al menos un chorrito de agua, quienes cada noche tenemos que prender las velas en nuestras casas.
Somos las organizaciones sociales y trabajadores/as de la salud quienes venimos poniendo el cuerpo desde el inicio de la pandemia, e incluso desde hace años, para que los problemas de nuestro barrio encuentren solución, acompañando y ayudando a cada vecino y vecina de la Villa 21-24 y Zavaleta. El propio Jefe de Gobierno de la Ciudad lo dijo en alguna conferencia de prensa de los últimos días. Ahora bien, Larreta no queremos agradecimientos, queremos respuestas y soluciones ya. Nuestras vidas están en juego y en riesgo.
Exigimos al jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta:
1. Que el SAME responda en los tiempos pautados según la clasificación del auxilio en relación a la urgencia del llamado.
2. Mesa de Trabajo entre el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aysa, Edesur y el Comité de Emergencia y la Junta Vecinal de la Villa 21-24 Zavaleta.
3. Respuestas urgentes ante la emergencia:
- Garantizar el acceso al derecho al agua mediante el suministro de agua, con tanques de 200 litros que deben ser recargados por Aysa y la UGGIS y se garantice que tengan agua los 7 días de la semana las 24 hs, en cada casa afectada mientras se realizan las obras correspondientes.
- Instalación de generadores móviles en las zonas más afectadas por la falta de luz. Instalación de nuevos transformadores que alimenten la energía eléctrica.
- Cumplimiento de la causa de riesgo eléctrico ya.
4. Plan de obras para solucionar de forma estructural y permanente el problema del acceso al agua y la luz.