Crisis sin fin: "Las condiciones vienen cambiando como barco sin timón"
Por Estefanía Cendón
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuál es su opinión con respecto a las medidas que lanzó el gobierno que apuntan a controlar el mercado cambiario?
Graciela Álvarez Agudo: Eran medidas que en este escenario de drenaje de reserva y fuga de capitales se tornaban necesarias. En el caso particular podemos pensar que es paradójico que estas medidas sean adoptadas por el gobierno de Cambiemos, quien ganó sus elecciones en el 2015 llevando la bandera de que iba a eliminar todas las restricciones cambiarias de Argentina. Esto habla de un fracaso absoluto del plan y proyecto económico de este gobierno.
APU: ¿Es posible generar estabilidad cambiaria de esta forma?
GAA: La estabilidad cambiaria necesita condiciones claras y confianza. Las condiciones vienen cambiando como barco sin timón, sumado al default en cuanto a ciertas condiciones de pago en término de títulos, la confianza hace rato viene sucumbiendo y la incertidumbre es grande. Esto se ve agravado porque quien adopta esta medida es el gobierno de Cambiemos, quienes venían asustando a los votantes con la posibilidad de que si volvía el kirchnerismo iban a volver a implementar el cepo. Además, hay que pensar que cualquier ahorrista ciudadano o ciudadana común, también las empresas, pueden creer que estamos peor de lo que se conoce o se sabe porque para que hayan llegado a esta medida extrema es porque evidentemente hay una situación de máxima gravedad. Este contexto demuestra su propia negligencia absoluta para gobernar debidamente.
APU: ¿Cuál es la diferencia entre este cepo cambiario que implementó el gobierno y el cepo que rigió hasta 2015 durante la gestión kirchnerista?
GAA: La diferencia es un abismo en cuanto a las razones de fondo, es decir a cómo y por qué se llega a la medida de control del atesoramiento, es decir a la compra y restricción de la libertad para adquirir dólares para ahorro en la medida que se necesite. El gobierno kirchnerista tuvo la necesidad de aplicar cepo cambiario y agudizar los controles cambiarios que venían desde el año 2001 y habían sido establecidos por Domingo Cavallo y por el presidente De La Rúa mediante los decretos 1.606 del 6 de diciembre de 2001 y el decreto 1.638 del 11 de diciembre de 2001, donde se había reestablecido el control cambiario en Argentina después de 10 años de libertad cambiaria. Cuando llegó el 2011 y 2012 veníamos con un fuerte impacto de la crisis internacional de 2008, sumado a la restricción del sector externo: Argentina se había quedado sin divisas. Un problema histórico que tiene nuestro país es que cuando el país tiene años de crecimiento sostenido, por cada punto que crece la Argentina crecen tres veces las importaciones. Nuestro país no producía los suficientes dólares para pagar, justamente, ese desfasaje con esas importaciones que habían aumentado producto de que la industria estaba floreciente y Argentina venía creciendo. Entonces se produjo el estrangulamiento del sector externo: Argentina se quedó sin dólares y tuvo que agudizar sus controles cambiarios. En ese momento, los dólares eran necesarios principalmente para seguir produciendo y creciendo.
APU: ¿Cómo llegamos, llega este gobierno, a este cepo?
GAA: Llega por una situación muy distinta al gobierno de Cristina Kirchner. El gobierno de Macri estableció un régimen de libertad absoluta, sin controles cambiarios de ingreso y egreso de divisas al país, con lo cual las divisas se quedaban fuera de Argentina. Los exportadores no traían las divisas al país sino que especulaban contra las devaluaciones, esperando la mejor devaluación para poder ingresar y liquidar las divisas de las exportaciones. Recordemos, que desde que asumió Juntos por el Cambio los plazos de ingreso y liquidación se fueron ampliando hasta llegar a 10 años y finalmente en el 2017, mediante el decreto 893/17 se derogó esta obligación cambiaria.
Recordemos, además, que las inversiones prometidas nunca vinieron, por lo que no hubo inversiones directas y lo único que teníamos eran inversiones especulativas. El famoso “carry trade”: venían a la Argentina, convertían los dólares que traían en pesos para realizar alguna operación, después de un tiempo vendían sus posiciones locales y se veían beneficiados con altísimos intereses, compraban nuevamente dólares y salían del país. Con las tasas diferenciales, que no existían en ningún lugar del mundo, ganaban mucha cantidad de dólares, que se pagaban con la toma de deuda con el fondo y los dólares volvían a salir del país sin ningún tipo de control, ni prohibición. Este gobierno hizo un populismo corporativo: alguien va a tener que responder por el populismo corporativo de estos últimos cuatro años, alguien tiene que hacerse cargo. Esto se paga con el hambre de todos los argentinos y argentinas, con la pobreza, con la emergencia alimentaria que vamos a tener que declarar. Lo preocupante es que muchos funcionarios macristas se beneficiaron con tomas de ganancias estrepitosas manejando información privilegiada. Los funcionarios se beneficiaban con las mismas medidas que ellos tomaban y, además, en algunos casos nunca trajeron sus posesiones en el exterior. No confiaban en su propio plan económico, pero se beneficiaban sin pudores de los beneficios especulativos que ellos implementaban valiéndose del dinero de los ciudadanos.
APU: ¿Qué impacto tiene el cepo cambiario en el comercio exterior?
GAA: No hay limitaciones respecto al acceso al mercado cambiario para operaciones de comercio exterior. Lo que sucede con el comercio exterior es que todas las exportaciones de bienes en diferentes plazos van a tener la obligación de ingresar y liquidar divisas en el mercado de cambios argentino. Esta era una obligación que había sido derogada en noviembre de 2017 a través del Decreto 893/2017. A partir de este nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 609/19 se establece un nuevo control cambiario en la Argentina en el cual los exportadores tienen nuevamente obligación de ingresar y liquidar divisas en el país. Desde este aspecto impacta en el comercio exterior.
APU: ¿Esta medida “tranquiliza” la salida de depósitos en dólares que se vive desde las PASO?
GAA: Ojalá me equivoque, por el bien de la Argentina, pero probablemente hoy haya mucha gente que intente sacar los depósitos por el siguiente razonamiento: si el gobierno macrista, quien denostó tanto el cepo como los controles cambiarios, toma esta medida extrema entonces es posible pensar que las cosas están peor de lo que se cree y que puede llegar alguna especie de corralito. Tal vez la gente se vuelque a los bancos a buscar sus depósitos en dólares.
APU: ¿Qué sucede con la cotización del dinero por fuera del mercado cambiario, el dólar blue, por ejemplo?
GAA: Cuando se toman estas medidas lo que sucede es un desdoblamiento de hecho del mercado cambiario. Esto quiere decir que comienza a crecer un mercado paralelo, mercado que se vuelve imparable. A medida que exista más desconfianza e incertidumbre ese mercado paralelo, dólar blue, empieza a crecer cada vez más al igual que la demanda. Se genera una brecha entre el dólar oficial y el dólar blue. De esta forma tenemos como economías paralelas, ya lo hemos vivido en otros tiempos. Con respecto a la posibilidad del contado con liqui, algo diferente al dólar blue, éste constituye la posibilidad de hacerse de dólares a través de la compra, por fuera del mercado, de títulos que cotizan en dólares. Esto significa que se compran títulos en pesos, que cotizan en dólares y se liquidan en el exterior. Esto ha quedado prohibido para las entidades financieras, pero puede ser llevado adelante en el mercado paralelo a través de las cuevas y demás que ganan fortunas mediante la realización de estas actividades. No obstante, no olvidemos que ante cualquier violación a la normativa cambiaria se aplica el régimen penal cambiario que es la Ley 19.359, la que se encuentra plenamente vigente. Esto fue ratificado por la comunicación del Banco Central para reglamentar el decreto, DNU, que fue sacado en el día de ayer domingo 1 de septiembre.
APU: En el transcurso de la última semana se solicitó al gobierno que declare la emergencia alimentaria. ¿Los precios de los alimentos se van a atar al dólar oficial? ¿Cómo será el impacto?
GAA: Empieza una economía paralela, pero al ser tan mala la situación actual y con tanta recesión creo que ni las empresas ni las personas humanas tienen tanto dinero para poder volcarse al mercado paralelo, salvo necesidades concretas a diferencia de lo que pasaba en 2015. Habrá que ver cuál será el alcance de este desdoblamiento de hecho del mercado y cómo crecerá el mercado paralelo. Naturalmente esto termina impactando: si necesitan acceder al mercado paralelo tiene que pagar comisiones que son elevadas. Estas comisiones elevadas a veces terminan impactando en los precios. Puede existir impacto en los precios en este y otros sentidos.
APU: ¿Qué rol tienen las empresas energéticas en la actualidad?
GAA: Las empresas energéticas no hicieron inversiones, se les pusieron las tarifas en dólares y, encima, lo que debían invertir lo sacaban de Argentina sin ningún tipo de control.
APU: ¿Qué lectura política puede hacerse de este tipo de medidas en el contexto económico que atraviesa el país?
APU: Retomando la pregunta acerca de la comparación entre el cepo macrista y el cepo kirchnerista, puedo decir que en Argentina hubo dos fiestas. Una en el Bicentenario, la buena fiesta en el mejor sentido de la palabra, la alegría de todos y para todos que se festejó en las calles y en donde todos tenían acceso al mejor espectáculo. La otra es la “fiesta” del gobierno macrista, en el peor sentido de la palabra, reflejo de lo que fue este gobierno: una fiesta en el Teatro Colón, con alfombra roja, donde el pueblo sentado en las gradas miraba como unos pocos entraban a esa fiesta. Esa es la gran síntesis de los dos cepos y de lo que pasó en los últimos años: esta fue la fiesta de pocos y para pocos, pero hay quienes se van a tener que responsabilizar por el gran daño que le hicieron a los argentinos y argentinas. En la semana se van a saber con mayor precisión los alcances de la nueva normativa dictada por el gobierno ante la fuga y el drenaje incesante de las divisas.