Despidos sin fin: la eliminación de fuentes laborales llegó al sector privado
Un documento confeccionado por el equipo de especialistas de estudios laborales del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advirtió que en diciembre del 2017 hubo 3.346 suspensiones y despidos. Si bien el 60% de las perdidas laborales pertenecen a dependencias estatales, el sector privado también se vio afectado por la ola de despidos masivos.
En el informe publicado se destaca que "si se compara con el mismo mes del año anterior se percibe una sensible reducción (9.488 casos se produjeron en diciembre de 2016), aunque se observa un fuerte incremento (1.412 casos en noviembre de 2017) en la comparación respecto del mes anterior".
Asimismo, en relación al sector privado, el centro de análisis y estadísticas de datos económicos destacó que de las 1.442 personas echadas, 1.070 corresponden a plantas fabriles. "Esta cantidad de despidos resulta similar a la de noviembre de 2017, pero en diciembre el 75% de los casos refieren al sector industrial, duplicando prácticamente lo sucedido en el mes previo", explicó el documento.
La industria del calzado es uno de los rubros que se vio golpeado por despidos y recortes. En este marco, la empresa Grimoldi confirmó la eliminación de 20 fuentes laborales en su planta en la localidad de Arroyo Seco, provincia de Santa Fe. También la compañía Wyler`s, pertenciente al mismo rubro, abrió retiros voluntarios para 40 empleados en la provincia.
Por otro lado, en la provincia de Jujuy, los 338 despidos del Ingenio Esperanza no fueron los únicos ocurridos en en el rubro azucarero. El Ingenio Ledesma también procedió a echar a 14 trabajadores azucareros. Asimismo, la planta de cosechadoras Vasalli Fabril procedió a echar a 52 trabajadores en el mes de diciembre.
Por su parte, la Confederación General del Trabajo, emitió un texto expresando su “preocupación” por esta situación. La central obrera advirtió que "el achicamiento del Estado se realiza a expensas de sus destinatarios -la población en general- y de los propios trabajadores, que pierden el empleo y ganan en incertidumbre".
"Esos trabajadores públicos solo ganaron incertidumbre respecto de su porvenir. No es menos cierto lo que ocurre en el sector privado, en especial en las actividades de manera clara afectadas por la importación descontrolada, la competencia desleal y la escasa política de defensa de las economías regionales", sintetizó.