El impacto de la minería en la contratación de proveedores locales
Por Elizabeth Pontoriero
De acuerdo con un informe del Centro de Estudios para la Producción XXI (CEP-XXI), la minería se convirtió durante las últimas décadas en un sector de gran relevancia para la estructura productiva argentina. Dada la creciente demanda de minerales como el litio y el cobre, fundamentales para la transición energética hacia energías limpias y a la producción de vehículos eléctricos, se abre para nuestro país un panorama de oportunidades que ayudarían no solo a generar divisas, sino también al desarrollo de los proveedores locales, con la consecuente generación de puestos de trabajo.
Según el CEP-XXI, sobre datos del INDEC, el sector minero “pasó de explicar el 0,72% del valor agregado bruto a precios corrientes en 2004 al 0,91% en 2019, con un pico del 1,29% en el año 2006”. Esto se trasladó al plano del empleo formal privado, que pasó de 10,2 mil puestos de trabajo directos en 2001 a 24,5 mil en 2019. La razón radica en el empuje de la minería metalífera como la explotación del cobre, oro, plata y litio que se desarrolló en las provincias de Catamarca, Salta, Jujuy, San Juan y Santa Cruz.
De acuerdo con el informe citado, la mayoría de las ventas mineras están dadas por la minería metalífera y el litio. Esto se debe a “las subramas de minerales metalíferos no ferrosos, metales preciosos y explotación de minas y canteras, que en 2019 dieron cuenta del 77,8% (43,9%, 19,0% y 14,9% respectivamente) de las ventas mineras totales. La primera subrama se vincula mayormente a empresas dedicadas a la extracción de oro y plata, mientras que la segunda y la tercera se relacionan -además de con esos dos metales- con minerales como litio”.
Más exportaciones
Entre 2011 y 2012 las exportaciones en este sector superaron los 4.900 millones de dólares, lo que equivale a más del 5% de las exportaciones argentinas. Sin embargo, la minería en la Argentina, todavía, se encuentra menos desarrollada que la de otros países de la región, como Chile y Perú, que exportaron minerales por más de 37 mil millones dólares, en el caso de Chile, y más de 27 mil millones de dólares en Perú (datos de 2019). En esos países, la actividad minera representó más del 9% del PBI para ese período. Entre otras cuestiones, las exportaciones son necesarias para acceder a los dólares que requiere el desarrollo productivo (la industria, por ejemplo, requiere de muchos insumos importados).
Además, la transición energética necesitará de muchos metales, lo que puede convertirse en una gran oportunidad para desarrollar el sector en Argentina, sobre todo en cobre y litio, donde el país tiene muchas reservas.
Proveedores locales
Cuando se habla de minería no debe analizarse solo su perfil exportador ni las regalías que de allí surgen. El sector se vincula con todo un sistema de proveedores locales que generaran mucho empleo indirecto.
Siempre según el informe del CEP-XXI, las compras de las mineras a empresas nacionales alcanzaron los 115.787 millones de pesos en 2019, equivalente al 0,37% de las compras totales de la economía y que se explica, específicamente, por compras realizadas por la industria metalífera y de litio. Para ese período se registraron 822 sectores de proveedores, según datos de la AFIP.
Así, de la totalidad de lo facturado, “las empresas mineras destinaron a proveedores locales y globales 131.006 millones de pesos, es decir, un 62,3% de sus ventas. De ese monto, un 81,4% tuvo como destino a los proveedores de origen nacional ‘puros’, esto es, neto de las importaciones que éstos demandan”. Esto significa que el 50,8% de que lo que facturaron las empresas metalíferas se quedó en el país y esto se reflejó en las compras que realizaron a constructoras y servicios de arquitectura e ingeniería, mantenimiento de personal y de combustibles a empresas de hidrocarburos, todas destinadas a la concreción de obras en minas.
Entre los proveedores nacionales más importantes de la minería destacan el sector manufacturero con un 24%, el de la construcción con un 17,6%, el comercio con 15,3%, los servicios profesionales y empresariales con 10,7%, petróleo y gas con un 8,7%, transporte y logística con 8.5%, hoteles y restaurantes un 3,5% y la propia minería en un 7,9%. Estos rubros representa más del 95% de las compras de empresas mineras a empresas locales.
Por otra parte, entre los proveedores industriales nacionales figuran el sector de metales y metalmecánica, con 38,1%, químicos, con un 21,2% y un 15,3% de reparaciones de maquinarias.
Más trabajo
Un punto fundamental del desarrollo de proveedores locales en la industria minera tiene que ver con la generación de puestos de trabajo. Según los datos proporcionados por el Sistema Integrado Provisional Argentino (SIPA), en 2019 el sector minero registró 24.535 trabajadores, tanto en el sector metalífero como no metalífero, y de esos puestos, 16.743 corresponden a la minería metalífera y de litio, de los que el 8,7% fueron ocupados por mujeres y el 91,3% por varones.
En consecuencia, entre empleos directos e indirectos alrededor de 49 mil puestos de trabajo se deben a la minería y, específicamente, al sector metalífero y de litio, gracias a las compras a proveedores locales. Por ejemplo, la construcción de obras de ingeniería es la actividad que más empleos genera gracias a las demandas de la minería metalífera para la realización de obras de infraestructura en minas, con la creación de 2.415 puestos de trabajo para 2019, de acuerdo con el informe del CEP-XXI.
Por último, cabe agregar que los salarios del empleo directo generados en la minería para ese periodo fueron un 97% más elevado que la media nacional y el salario en el sector de proveedores se estimó en 2,4% por encima de la media. Esto se explica por la acción de “dos fuerzas compensadoras: por un lado, la minería tracciona en parte sobre el empleo de ramas de bajos salarios relativos, como la construcción y servicios de alojamiento. Por el otro, en las actividades en donde la minería es más relevante como cliente, los salarios tienden a ser mayores que en el resto de las actividades del mismo sector”, según lo expresado en el informe del CEP-XXI.