El segundo semestre de Milei empezó con turbulencia económica

El viernes último el ministro de Economía, Luis Caputo, junto al presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausilli, brindaron una conferencia de prensa en la cual presentaron la “segunda etapa” del plan económico. Sin grandes anuncios, la novedad más trascendente fue una idea que ya había sido mencionada en más de una oportunidad tanto por Caputo como por Milei: limpiar el balance del BCRA de pasivos remunerados. Esa deuda que la entidad financiera posee con los bancos tanto públicos como privados es absorbida por el tesoro quien deberá hacerse cargo de la misma y de los intereses.

Los anuncios no fueron bien recibidos y a partir de ellos el gobierno navega en una turbulencia económica y el mercado le da la espalda. El primer cimbronazo tiene que ver con la suba de los dólares. Tanto los financieros (contado con liqui y MEP) como el dólar blue mostraron incrementos en la primera jornada de la semana. En tato la brecha entre el dólar paralelo y el oficial creció en más de un 50%.

El lunes los representantes de los principales bancos se reunieron con Caputo y con Bausilli. Al término del encuentro los banqueros mostraron satisfacción por el mismo y dejaron entrever que la relación con el ejecutivo goza de buena salud. Sin embargo el haberse enterado de las novedades económicas al mismo tiempo que le opinión pública no debe de haber caído muy bien en las entidades financieras.

La situación más acuciante que atraviesa el gobierno en términos económicos está relacionada con la evidente falta de dólares en las reservas del Central. La merma en la liquidación de la cosecha gruesa por parte del complejo agroexportador dejó al gobierno sin la posibilidad de acumular divisas para fortalecer los pasivos en dólares. Más allá de acumular moneda dura el BCRA terminó junio con un déficit de alrededor de 38 millones, según las propias palabras de Bausilli, quien le quitó importancia a la pérdida. En ese sentido Milei hace unos días informó que “el Banco Central tiene espacio para perder durante el trimestre que se inicia unos USD 3.000 millones, es decir, unos USD 1.000 millones más que lo previsto en el acuerdo con el Fondo Monetario”.

El gobierno todavía se sostiene sobre los logros de haber podido bajar la inflación y obtenido el superávit financiero. Los presentan como dos batallas ganadas. El primero se mantiene a fuerza de tener las tarifas de los servicios públicos pisadas, al igual que las cuotas de las prepagas. El segundo logro se sustenta con un ajuste brutal en los haberes jubilatorios y en las partidas del estado. Las preguntas que emergen de esta situación al borde del desequilibrio son: ¿cuánto más aguante este ajuste con despidos incluidos? ¿Cuánto tiempo más podrá aguantar el gobierno si devaluar el peso con respecto al dólar? Siendo esta una condición solicitada por el FMI.

El lunes empezó el segundo semestre del año y para el gobierno de Milei la segunda etapa de su plan económico. Sin grandes novedades por parte del gobierno y con la resistencia del mercado que a pesar de comulgar con las ideas del libertario le impone condiciones y le causa daños.