Empresarios nacionales: "La primera medida del próximo gobierno debe ser un aumento de salarios"
Por Jorge Giordano
APU: ¿Cómo están las PyMEs hoy, respecto a la situación durante otros procesos económicos desindustrializadores y recesivos?
MB: Este es el peor de todos.
APU: ¿Peor que en el 2001?
MB: Sí, por la velocidad con que se dan las cosas. La pérdida de trabajo y el estancamiento de la economía es mucho más violento y rápido que entre 1976 y 1983 o el proceso de los noventa que desemboca en el 2001.
Las variables que producen el cierre de Pymes son siempre las mismas: apertura indiscriminada de importaciones, tasa de interés alta, el tipo de cambio, y las tarifas altas. Producen el parate de la industria y luego el cierre. El gobierno lleva adelante un proyecto de destrucción de la industria nacional, con apertura de importaciones y volver al viejo proyecto agroexportador. Y es más fácil destruir PyMEs que a una empresa grande. Si van cerrando PyMEs por todo el país, el común de la gente no se entera.
APU: Desde ENAC plantean una construcción en conjunto con sindicatos. ¿Cómo piensan ese vínculo, con qué actores, y cómo es la recepción?
MB: Desde el 2016, que se lanzó la regional de la Corriente Federal de Trabajadores en Luján, pusimos por primera vez un empresario en esa mesa. Tenía un sentido de empezar a tender lazos entre trabajadores y empresarios PyME.
Siguiendo la doctrina peronista, nosotros creemos en la alianza de clases. En la época de la década infame, la alianza ocurrió entre la oligarquía terrateniente y la elite empresaria, en contra de los trabajadores. Esa etapa terminó el 17 de octubre de 1945.
La única alianza que tiene posibilidades de durar es entre empresarios PyME y trabajadores. Los dos sectores vivimos del mercado interno. Además, tenemos origen de clase compartido. Generalmente, los empresarios PyME tienen un origen trabajador. O eran empleados de fábrica que aprendieron el oficio y se pusieron por su cuenta, o tienen padres o abuelos trabajadores. Cada vez que las PyMes se aliaron con un sector que no fuera el de los trabajadores, erraron y les fue mal.
APU: ¿Qué lugar tiene José Ber Gelbard en la concepción de ENAC?
Es el ideólogo de lo que debería ser la economía de producción basada en la industria argentina. Impulsora del desarrollo, y el desarrollo como impulsora del bienestar de los trabajadores. Marcelo Diamand, economista y empresario, es otro de los referentes. Entre Gelbard y Diamand está la base para trabajar el futuro del país. Sus ideas son totalmente aplicables.
El tratamiento que hace Diamand de los distintos tipos de mercado de cambio, las estructuras productivas desequilibradas, sigue siendo vigente. Describe que según la mirada del modelo agroexportador, existe una incipiente industria que genera "gasto" porque necesita insumos importados para seguir existiendo. Según ellos, hay que destruir esa industria y quedarse con el modelo agroexportador, que genera divisas pero también 20 millones de pobres, porque no puede incluir a todos.
APU: ¿Hay algún otro referente dentro de la consideración empresarial?
MB: Gelbard no sería nada sin Perón. A Perón siempre le gustó tener empresarios a cargo de las decisiones económicas. Tuvo a (Miguel) Miranda y a Gelbard. Perón fue muy importante en el diseño de la industria nacional, sobre todo en el desarrollo de industrias estatales como Fabricaciones Militares, en donde el Estado hacía autos, barcos, trenes y aviones. No se trataba sólo del Estado manejando recursos naturales.
APU: Existe una famosa frase del economista Aldo Ferrer que dice que si un empresario coreano, acostumbrado a la innovación, viene a la Argentina, en pocos meses estaría comportándose de la misma manera que el empresario local. ¿El problema es cultural, de marco jurídico o de ambas?
MB: Creo que tiene que ver con ambas cuestiones. Cuando vemos que un municipio está sucio, se explica por dos factores: uno: que la gente ensucia; dos: que el Estado no se encarga de limpiar. Somos hijos del rigor, y esto también cuenta para el empresariado. En Alemania o en EEUU, los empresarios no tendrían trabajadores sin registrar, porque serían sancionados con mucha fuerza. En Argentina se coimea a los inspectores.
APU: ¿Es posible crear un nuevo marco jurídico que obre sobre la base del empresariado actual?
MB: Sí, totalmente. Seguramente lleve tiempo pero el empresario se adapta.
APU: Si desde ENAC pudieran implementar tres medidas en un nuevo gobierno popular, ¿cuáles serían?
Lo primero es un aumento de salarios y jubilaciones. Eso va a repercutir inmediatamente en el mercado interno. La segunda medida es la administración inteligente del comercio exterior. No se puede manejar como hasta ahora. El tercero es un estudio serio para poder retrotraer el costo de la energía en general a costos razonables.
APU: Y si se pudiera considerar un escenario menos asfixiante y más similar al de 2015, ¿qué medidas podrían pensarse para profundizar un modelo industrial?
MB: Primero, un pacto o acuerdo social responsable para poder plantear claramente cómo vamos a avanzar. Está la discusión económica de si primero se impulsa el desarrollo o el consumo. Hay que hacer las dos cosas en paralelo, de manera muy inteligente.
Hay que pensar cómo después logramos que los empresarios no generen más inflación, al tener mayor demanda y querer vender sus productos a mayor precio, por encima de los índices de inflación. Un acuerdo por dos años no creo que sirva, porque la dinámica nacional y mundial lo impide. Pueden pensarse acuerdos cada seis meses, que se vayan renovando.
Una vez que el país se encuentra creciendo, hay que pensar cuáles son los sectores industriales que el país debe desarrollar. Se puede pensar en el desarrollo de la industria asociada al litio, por ejemplo. Todavía se pueden impulsar más las manufacturas de origen agropecuario.
APU: Algunas PyMEs fueron muy afectadas por el control de cambios del kirchnerismo. ¿Cuál es la postura frente al problema de falta de dólares que implica la restricción externa?
MB: Hay que ser muy inteligente para manejar la restricción externa. No se puede crecer sin divisas, y el macrismo nos va a dejar un país muy comprometido en ese sentido.
Un esquema parecido al que planteó Guillermo Moreno no es la solución a todo, pero va a ser necesario, al menos en un primer momento. Que autoricen importaciones a medida que se consigan dólares por exportación. Nosotros renegábamos con ese esquema, pero generó que ciertos sectores pudieran empezar a exportar cuando se asociaron con empresas más grandes.
APU: ¿Hay algún modelo a nivel internacional que encuentre interesante?
MB: Particularmente encuentro muy interesante el modelo de Holanda. Es un país muy pequeño, con 250 veces menos territorio que Estados Unidos, y es el segundo exportador mundial de productos agropecuarios. Lo logró con un plan de fomento de las manufacturas de origen agropecuario. Tienen productos que son de excelencia, con sistemas y tecnologías holandeses. Todo está integrado para que Holanda sea la potencia que es en ese rubro. Es un camino que nos puede llevar 40 años, pero es hora de intentarlo.
APU: ¿Cuál es el planteo de ENAC frente a las próximas elecciones?
MB: Así como los trabajadores fueron recuperando posiciones dentro de la política, los empresarios nacionales también tenemos que empezar a ser sujetos políticos. Hay que acompañar el desarrollo de la Argentina, pero desde adentro, ocupando cargos en el gobierno, en el Congreso y en los órganos legislativos locales y provinciales. Siempre en conjunto con los trabajadores. No creemos en impulsar una reformal laboral, en quitarle derechos a los trabajadores para que a nosotros nos vaya bien. El trabajador tiene que tener cada vez más derechos.