Federico Pastrana: “Por la forma en que está diseñada la política antiinflacionaria, el shock tiene altas chances de fracasar”

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APU ENTREVISTAS

Federico Pastrana: “Por la forma en que está diseñada la política antiinflacionaria, el shock tiene altas chances de fracasar”

21 Diciembre 2023

El investigador de la Fundación FUNDAR y director de Centro y Periferia, Federico Pastrana, conversó con AGENCIA PACO URONDO sobre la primera semana del nuevo gobierno y cuáles son las expectativas a futuro que pueden dejarnos los anuncios tanto del presidente como del ministro de Economía.

Agencia Paco Urondo: Después de los anuncios, la sociedad argentina tiene que esperar qué.

Federico Pastrana: Es una situación particular porque estamos con una economía que venía complicada por un proceso inflacionario que se presentaba, a lo largo de los años, creciendo a un ritmo importante, en el marco de lo que llamamos un régimen de alta inflación. Es decir, había un cambio en la forma en que se determinaba la nominalidad de la economía que tuvieron dos consecuencias. Una, que se establecían pisos cada vez más altos de inflación; y en segundo lugar, que dentro de ese esquema se autoconvalidaban los mecanismos de propagación de la inflación, los cuales hacían que esos pisos sean cada vez más difíciles de perforar, al estar relacionados con la indexación y ésta con el acortamiento de los contratos, generando inestabilidad, volatilidad y pérdida de ingresos en forma creciente. Entonces, de las primeras políticas del gobierno entrante, la inflación es la variable más importante que hay que mirar. Dentro de ese marco, el gobierno avanza con una agenda de una forma muy disruptiva, con una política de shock que, por la forma en que está diseñada la política antiinflacionaria, tiene altas chances de fracasar.

APU: ¿En qué basás esa expectativa de fracaso? ¿Cuáles son las medidas tomadas que te llevan a pensar eso?

F.P.: Cuando uno planea de estabilización, es decir, políticas antiinflacionarias con un conjunto de medidas que tratan de imponerse sobre la dinámica de precios, uno puede diferenciar dos tipos de planes. Las políticas inflacionaria más ortodoxas, que son las que tienen como eje el ajuste de la actividad, la recesión como el mecanismo que lleva adelante la desaceleración de la dinámica de precios. Hay otro conjunto que utiliza la política fiscal monetaria, pero pone el énfasis en otros instrumentos como la política de ingresos. Políticas más ortodoxas versus más heterodoxas o que no ponen el peso de la desinflación sobre el nivel de actividad y los mecanismos disciplinadores. Lo que hacen los planes ortodoxos es establecer anclas monetarias fiscales. En este caso, no hay un ancla monetaria, lo cual hasta puede llegar a ser un problema grande porque puede llevar a una pérdida más rápida de la presencia del peso, la moneda local.

APU: Para el que no sabe ¿a qué te referís cuando decís un ancla monetaria?

F.P.: Los planes de estabilización se pueden diferenciar entre los que utiliza anclas monetaria y fiscal, o sea, el peso de la inflación sobre el nivel de actividad, y el resto. Muchos de ellos tienen anclas cambiarias, también. En los dos tipos de planes las hay. Los heterodoxos, cuando hay alta inflación, siempre usan algún tipo de ancla cambiaria. Después, hay ancla monetaria: absorbo liquidez mediante un aumento muy fuerte de la tasa de interés. Shock monetario, pero con un aumento fuerte de la tasa de interés y absorción por parte del Banco Central de los pesos. El otro es el shock fiscal, una restricción muy fuerte del gasto público, que puede ir acompañado de un aumento de impuestos.

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Lo que propone el gobierno es un ancla fiscal muy fuerte, piensan que el problema es fiscal y eso tiene un basamento de hace 45 años de una literatura que fue avanzando durante mucho tiempo, que es hasta es crítica de Milton Friedman diciendo que no hay una discusión de la política monetaria como centralidad, sino afirmando que si no anclás con un fuerte ajuste de gasto fiscal para llevar al déficit de a cero, no hay forma de estabilizar. Eso es lo que te saca de la hiper, porque sin moneda, no puede haberla. De hecho es lo que explica Caputo en grabación de 17 minutos, habla de un ancla fiscal fuerte y creíble. Acá hay grandes dificultades, porque los números no son muy claros, no están ni las leyes, hay millones de cosas que no está claras, con lo cual, si no hay claridad falta mucho para generar credibilidad.

El problema de estos planes es, y está documentado, que son excesivamente dolorosos socialmente, porque el ancla fiscal, lo que hace primero es reducir el gasto público y en Argentina más de la mitad está relacionado con la protección social. No hay muchas formas de ajustar el gasto público sin perjudicar esos ingresos reales, eso es medio un hecho en el programa. Hay otro quilombo: una parte del gasto fiscal, cuando vos lo tenés que ajustar y encima devaluaste, si los subsidios no siguen a la nominalidad de la economía, vas a tener un shock de tarifa que va a acelerar la inflación aún más. Aceleración por el shock cambiario, por el tarifario y contracción.

Lo que suele pasar es que el mercado interno tira para abajo, y este país es uno donde el mercado interno pesa mucho. Para salir de eso, el mercado interno tiene que reaccionar y puede hacerlo en tanto la inflación baje. Ahora, la inflación está en 12 mensual y tenés un shock de tipo de cambio del 100, 120%. Los precios suben por el ascensor y los salarios, por la escalera, y no todos de la misma forma. Si tengo 25 puntos de inflación y me están ajustando al 12, o al 10, estoy perdiendo un montón. Y muy rápido. Si vos le pedís a una asalariado que resigne dos puntos por tres meses, por ahí te espera, pero no 10.

El nivel de ajuste que pide ese shock es tan grande que tiende a volverse nominalmente inestable por el efecto real que genera. Vos estás pidiendo un sacrificio tan grande que lo que sucede en democracia es que la sociedad no puede bancarse el nivel de ajuste durante mucho tiempo. Si uno creyera que el ajuste fiscal tiene un mecanismo inmediato para acomodar los precios, hasta lo podemos discutir, pero el problema es que no lo tiene.

El fracaso del programa se abre cuando uno se pone a pensar en cuántos meses baja la inflación respecto a los niveles originales, 12%, y a qué nivel de sacrificio, porque podés terminar en cuatro, cinco o seis meses con 12% de inflación y con un desempleo que se va al doble. En el medio de eso aparece lo que nosotros llamamos periodo de transición, donde hiciste un fuerte acomodamiento de precios relativos pero para que se acomoden, la nominalidad tiene que mantenerse más o menos acotada y puede pasar que la inestabilidad lleve a que no se acote y eso termine en una nueva devaluación y aún descontrol aún más grande.

“Un programa antiinflacionario tiene que bajar la inflación, si no es un fracaso”.

APU: ¿Cuáles son los sectores que van a sufrir más y que pronto van a colaborar con ese aumento del desempleo?

F.P.: La crisis es horizontal, es macroeconómica, no es una crisis que uno puede vincular un sector. Cuando estamos en el marco de shocks tan fuertes, la crisis se desparrama a todos los sectores. Podés marcarme que si hay un sector que vive mucho del mercado externo, va a ser menos perjudicado que uno que vive del mercado interno. Sí, claro, efectivamente, si el tipo de cambio real aumenta mucho y logras controlar la nominalidad, eso beneficia a los exportadores y perjudica a los importadores, pero salís, porque tenés más dólares y controlaste la nominalidad. No parece ser la dinámica que hay. Es devaluación brusca y sin mecanismos de compensación. Al programa le faltan tres cosas grandes. Primero, no hay sendero nominal. Dicen que es un programa de estabilización, pero después dicen que es transitorio. Los programas de estabilización permiten prever hacia adelante, si no lo permitís, no es un programa de estabilización, es otra cosa. Podés pensar que es la previa a la dolarización y lo que está pasando es una fuerte licuación de los stocks en pesos para permitir que sean coherentes con los stocks en dólares y vamos a dolarizar y eso tiene cierta previsibilidad de que baje la inflación en dólares, pero no están diciendo eso. Hay serias contradicciones permanentes, no hay horizonte marcado desde la política económica. El segundo punto muy importante es que no hay política de ingresos, las paritarias y los principales ingresos están libres. Un hagan lo que quieran, mercado, ley de la selva. El tercer punto es que no hay política compensatoria, es muy chica, solamente la Asignación Universal por Hijo, faltan muchas cosas.

Qué va a pasar 6 millones de jubilados, tengo 2 millones 1.4 de pensiones no contributivas ¿Va a tener congelado su ingreso con una inflación de 30% y esperar tres meses para tener un aumento por la movilidad jubilatoria? ¿De cuánto va a ser? Es una caída que no vimos en la democracia argentina, sacando el 2002. Este nivel de ajuste sin política compensatoria lo hicieron gobiernos que coartaron la democracia como el gobierno Fujimori o dictadura militares como la de Pinochet. Dejás afuera 10 millones de personas. Da la impresión de que hay un error de diseño en lo que hicieron y que, probablemente, algo van a corregir, porque sacar los bonos de los jubilados es insostenible, bajar nominalmente a la mitad las jubilaciones no tiene sentido.

APU: Una cosa que repetiste es la falta de credibilidad, en función a la escasa previsión ¿Cómo ves que el mercado financiero respondió esta semana a esa falta de credibilidad y confianza que el gobierno transmite?

F.P.: La credibilidad es un concepto dinámico. Hay algunos que creen que está atada solamente la autonomía del Banco Central. Hay otros que creen que está relacionada al nivel de conservadurismo central. El objetivo del programa desinflacionario, para los ortodoxos, es bajar rápido la inflación generando una recesión y para los heterodoxos es bajar rápidamente la inflación generando una caída de la nominalidad controlada, establecer senderos nominales para las principales variables. Todos creen que cuando vos negocias más nominalidad ganas más. Sí, en baja inflación, pero en alta inflación si negocias más, podés perder más, porque es tan grande la nominalidad que los salarios nunca llegan y siempre pierden, sobre todo cuando hay saltos. Y no hablamos de los rezagos indexatorios, que significa que si yo negocio más tarde por más que tenga el mismo nivel, como cobre de tres meses después, fui. Cobré una plata que vale el 50% de lo que valía.

“Este nivel de ajuste sin política compensatoria lo hicieron gobiernos que coartaron la democracia”.

APU: ¿Cómo le explicarías a un asalariado, una asalariada, qué es esto de la valoración nominal?

F.P.: Si te digo a vos que el salario va a aumentar 15% en diciembre ¿te parece mucho o poco? Lo tenemos que negociar ahora. Te puede parecer poco. ¿Si te digo que en vez de 15 va a ser 25? Puede estar bien. Si te digo que en tres meses te voy a dar 25% ¿te parece mucho? No sabés, en tres meses no sabés. Si hace un año te daba 10% ¿Era mucho o poco? Eso es lo que pasó este año. La mayoría perdió, se quedaron algunos puntos. Los que pudieron indexar cortito salieron empatados, pero cuando la inflación es alta y se va se va arriba de 20, 30, por el rezago del cobro a un mes y medio, ya sonaste. Si vos, hoy, cerrás un número, probablemente cierres 20, en realidad debería cerrar 12, porque la inflación última es 12. Te vas a atar a la inflación última y si este mes termina siendo 22, estás casi 10 puntos abajo. Cuando tenés un cambio muy fuerte, tratas de adelantarte, cuando antes mirabas para atrás y lo que tratas de hacer es acortar para seguir más de cerca, porque no sabés. En casi todos los lugares del mundo te pregunto qué pasa en tres meses y me decís con claridad que más o menos va a estar acá. Estás en el marco una crisis macroeconómica de la hostia.

APU: En el medio, el gobierno va a salir a pedir deuda y al que le pida le va a preguntar me vas a pagar con qué ¿Eso va impactar en lo caro que le va a salir tomarla?

F.P.: La deuda es una discusión paralela. Es otro tema diría yo. Lo que hace la deuda en moneda extranjera a los planes de estabilizaciones es facilitar las cosas. Impone un nivel de sacrificio menor tener más dólares, porque si te podés endeudar, tenés que devaluar menos. Ahora, la elección del nivel de devaluación en la transición es una elección política. Hoy, está la idea de que vienen los dólares, que llega el puente a los dólares y el bienestar nunca llegó. Este régimen cambia y lo que hace es acumular muchos dólares porque genera una recesión enorme, es una elección muy fuerte con acortar la brecha muy rápido y eso es muy sacrificado y riesgoso. La brecha cae porque devaluaste mucho, te acercaste al paralelo. Si en el medio metés un ajuste fiscal, y mantenés los mecanismos, baja. Es obvio que vas a acumular dólares si continúas con el cepo. Ese es el principal objetivo: acumular dólares y generar una recesión que te permita bajar la inflación.

Ahora, eso puede no estabilizar, podemos terminar con una recesión enorme en el medio y con una pobreza y una indigencia que aumente un 50%. Ahí identifico el fracaso. Podés terminar con más dólares, sí. La discusión de la transición tiene que ver con qué le pedís al programa. Yo le pido que me baje la inflación, un programa antiinflacionario tiene que bajar la inflación, si no es un fracaso. Bajar la brecha unificando muy rápido implica un nivel de sacrificio complejo, y si encima ponemos un ancla cambiaria y decimos que esto es un plan de estabilización, estamos en un terreno escabroso.

APU: El propio presidente electo reconoció que se venía un parate y que la gente iba a tener menos plata ¿Cómo prevés el desempleo para el próximo año?

F.P.: Lo que estoy tratando de transmitir es que cuando un plan de estabilización fracasa, viene otro plan. Vuelve a la inestabilidad y hay pérdida de credibilidad, con lo cual se suscitan problemas políticos. El programa es excesivamente sacrificado en términos sociales, genera eso una presión política, impone la desinflación en el marco de una de una recesión muy fuerte y eso, necesariamente, va aumentar el desempleo. Está dicho también. Lo que digo es que es excesivamente largo y sacrificado. Es como que te afanaron un tercio de tu sueldo y no es que al mes siguiente vas a tener tu sueldo de vuelta, no se recupera más. Entonces, va a haber que hacer otra cosa ¿qué sería, cómo sería? Esa es la discusión que seguramente vamos a tener dentro de un par de meses.