"Hay que remar": el pedido que no incluye a los bancos ni a los que fugan dólares
Por Martín Massad
Desde que dio sus primeros pasos en el gobierno, o, mejor dicho, desde que estaba en campaña hacia las elecciones del 2015, Mauricio Macri siempre aseguró, desde su óptica personal, que nadie debe gastar más de lo que tiene. Desde allí lanzó toda medida relacionada con la baja del déficit fiscal.
Por otra parte, a través de los medios alineados con Casa Rosada, Macri también hizo campaña a favor de la suba de los servicios y en especial del gas. Todos recordamos las exigencias de Macri para que la población no anduviera "en patas" o remera en pleno invierno en sus casas. Por el contrario, el oficialismo le pidió sacrificio a la sociedad, que deberá asumir las subas exhorbitantes del año pasado y las de 2019.
Estos ejemplos antes mencionados dan cuenta de forma tangencial de como el gobierno le solicita a la población algo que ellos mismos no cumplen. Me estoy refiriendo específicamente a cómo el gobierno, a través de la toma de deuda, ha gastado muchos más dólares que los que el país tiene. Esta adquisición de activos en moneda extranjera, que el país no emite, ha tenido como único fin la fuga de capitales pergeñada por el gobierno y sus allegados.
He aquí la diferencia entre lo que el macrismo le exige a los argentinos de a pie y lo que ellos, el gobierno y sus amigos, están haciendo con la economía argentina. En tres años de Cambiemos, la fuga de capitales en nuestro país está por arriba de los 60.000 millones de dólares.
La semana que viene el FMI desembolsará 10.870 millones de dólares. Previo a este desembolso, el organismo internacional solicitó al gobierno argentino un ajuste todavía más brutal y que incluya otras metas, como la baja de la inflación. En definitiva: la ayuda del FMI... ¿No había sido para estabilizar la moneda argentina y controlar la inflación? Ninguno de los dos objetivos se lograron.
Con los dólares frescos del FMI, el gobierno podrá intervenir en el mercado cambiario con 60 millones de dólares por día. A primera vista, está suma parece insuficiente para poder frenar una corrida previsible si se tiene en cuenta el pedido de libre flotación del billete estadounidense. Sin embargo, este monto de 60 millones por día y sobre todo los 10.870 millones de dólares que llegarán la semana que viene no parecen ser poca cosa para seguir alimentando la fuga de capitales de la economía argentina.
Mientras que a los argentinos de a pie se le pide más esfuerzo ("hay que remar"), sectores muy vinculados al oficialismo viven una verdadera fiesta de tasas por las nubes y fuga de capitales. ¿Se terminará ese festejo de unos pocos en octubre?