Las aseguradoras reclaman que se bajen los impuestos sobre los seguros
Cada año, antes del cierre de las sesiones del Congreso, se trata una de las leyes más importantes: la ley de presupuesto. En ella, no solo se deja plasmada la cuantía que será destinada a cada ministerio y estamento gubernamental, sino también se detalla la fuente de estos ingresos.
En ese sentido, en diciembre pasado, al pasar por la Cámara de Diputados el presupuesto del período 2021, se incluyeron modificaciones de índole fiscal. Tanto incrementos en las alícuotas de los tributos ya existentes, como la creación de nuevos impuestos.
Si bien se implementaron varias modificaciones, específicamente las anunciadas en el sector de las aseguradoras ha causado revuelo. Por un lado fue creada la contribución obligatoria del 0,5% sobre las primas de seguro automotor relativas a las pólizas contratadas sobre los vehículos afectados al servicio de transporte de pasajeros de jurisdicción nacional. Los fondos recaudados por esta vía se destinarán a la Comisión Reguladora del Transporte.
Por otro lado, se impuso también la aplicación de una tasa del 0,3% aplicable a las primas de las pólizas de seguros contratadas, con excepción de las de vida y de retiro, cuya recaudación se orienta a financiar el nuevo Fondo Nacional del Manejo del Fuego. La propia ley establece que la contribución está a cargo de las aseguradoras y puede ser trasladada al cliente final.
Desde este mes las empresas de seguro deberán empezar a pagar la recaudación, que será administrada por la Superintendencia de Seguros. Los pagos son trimestrales y comienzan con las pólizas firmadas desde el 1 de enero al 31 de marzo de este año. En cuanto a los ingresos que supondrá para el Estado, se estima que será de $3.000 millones anuales.
No es una suma considerable ni sustanciosa en el marco de la recaudación general pero para el mundo de las aseguradoras sí puede hacer la diferencia. Muchas de las empresas sostienen que esta medida puede llegar a diluir la rentabilidad y que incluso se reduciría el número de pólizas comercializadas por encarecerse su valor. Sucede que actualmente, según lo que informa la Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS), el 20% del valor de la póliza que pagan los asegurados se conforma por impuestos.
Se advierte lo alarmante de acentuar la carga tributaria en este contexto, especialmente si se tiene en cuenta que el ritmo de crecimiento de autos con coberturas de seguro viene disminuyendo desde los últimos años tanto por la crisis como por el constante aumento de la inflación. Un impuesto más solo vendría a agravar el proceso.
Por supuesto que el encarecimiento de las coberturas de los autos desincentiva a los interesados en contratar, en especial en épocas de pandemia donde poco se usa el vehículo. Frente a ello el desafío de las compañías es ofrecer seguros de autos más convenientes como las famosas coberturas intermitentes o “prende y apaga” en las cuales el asegurado solo paga por los períodos en que efectivamente “activa” la protección.