Los espejitos de colores que nos quieren vender

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Los espejitos de colores que nos quieren vender

09 Diciembre 2025

Los indicadores de la realidad económica que publica el gobierno de Milei intentan vendernos una edulcorada y falsa visión de una realidad que nos golpea con fuerza, en especial a los sectores más necesitados.

Para mantener sus políticas de ajuste permanente también intentan ocultar realidades que perjudican gravemente a la gran mayoría de los argentinos.

A continuación intentaré clarificar ambas cuestiones, sacar las conclusiones del caso y avanzar hacia las soluciones que necesitamos.

Los espejitos de Milei

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) publicado por el INDEC intenta demostrar que su índice general de septiembre, con una mejora del 0,5% respecto del mismo mes de 2024 habría evitado caer en recesión económica tras 3 caídas mensuales consecutivas; también que respecto de septiembre del año pasado el producto bruto interno muestra una mejora del 5,0%.

La mejora de actividad respecto del mes pasado genera enormes sospechas de manipulación estadística, toda vez que está fundamentada en una mejora interanual del 58,6% del sector pesca y del 39,7% de la intermediación financiera, siendo que según fuente oficiales la contribución de la pesca al PBI alcanza a apenas al 0,3%, mientras que la intermediación financiera explicaría sólo el 5,1% del producto.

Igual sospecha recae sobre la supuesta mejora interanual del PBI del 5,0%, toda vez que a la supuesta mejora del 6,8% de la industria manufacturera se contrapone una caída del Índice de Producción Industrial, también informados por el INDEC, de -0,7% y una supuesta mejora en el acumulado anual del 3,8%. Similar situación se observa con relación al comercio, para el cual el EMAE estima una mejora interanual del 2,1% que se contradice con la Encuesta de Ventas de Supermercados del propio INDEC que muestra una caída interanual de -0,8% con una mejora del acumulado hasta septiembre del 2,7%.

La gravedad de esas contradicciones queda en evidencia al considerar que la industria manufacturera y el comercio son los principales sectores aportantes al PBI, con contribuciones del 15,7% y del 15,5%, respectivamente.

Además de estas contradicciones la Encuesta de Supermercados muestra una caída del consumo mayorista y minorista entre agosto y septiembre de 2025 de -8,6%.

La encuesta agrega un dato alarmante respecto a la distribución territorial del consumo al indicar para septiembre un promedio de ventas por habitante de $41.336 para el promedio nacional, contra valores de $113.132/hab para la CABA y de $37.803/hab para los 24 partidos del Gran Buenos Aires.

Los anteriores espejitos de Milei se completan el garrote para los trabajadores que significan los datos sobre el empleo del Boletín Estadístico Mensual publicado por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.

En el informe publicado en noviembre con datos de agosto de 2025 se muestra una caída respecto a agosto del 2024 de 8.842 unidades productivas registradas hasta un total de 491.193 unidades (un cierre de 24,2 unidades diarias). Según el mismo informe en igual período se perdieron sólo 15.607 empleos registrados en unidades productivas, alcanzando al total en agosto de 2025 de 9.580.549 puestos de trabajo registrado, una pérdida de 43 diarios.

Esta combinación de espejitos de colores y garrote, con la que Milei intenta mostrar avances que justifican el mantenimiento sus políticas de ajuste, contrastan con los datos duros de la realidad que intentaré sintetizar a continuación.

La verdad de la milanesa

El cierre confesado por el gobierno de 24,2 unidades productivas diarias y la pérdida de 43 empleos registrados por día en los 12 meses que van desde agosto de 2024 hasta agosto de 2025 contrasta con los valores estimados por CEPA para lo que va de la gestión Milei con la pérdida de 30,4 unidades productivas diarias y un promedio de 439 trabajadores que se quedan sin trabajo cada día.

A esta caída en la cantidad de trabajadores se agrega la pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil, que según informa el Centro CIFRA, desde el inicio del gobierno de Milei, acumula una caída del 35,2%.

Agrega CIFRA que la pérdida del SMVM sufrida durante este gobierno se acumula con retrocesos previos, por lo que el salario mínimo se ubicó en octubre de 2025 en un nivel real que resulta 45,6% más bajo que en noviembre de 2019, al final del gobierno de Cambiemos y 58,4% menor que noviembre de 2015. Si el salario mínimo no hubiese perdido poder de adquisitivo a lo largo de esta década, se acercaría actualmente los $760.000 mensuales.

Tanto el cierre de empresas y los trabajadores que se quedan sin empleo, como la caída en las remuneraciones son los factores principales que explican las caídas de las ventas en supermercados y mayoristas, representativas del consumo de las grandes mayorías, que en septiembre de 2025, cayeron un 7,4% respecto al mismo mes de 2024, según el INDEC. La caída máxima del consumo afecta a restaurantes con un derrumbe de 30%.

A modo de una muy parcial compensación el consumo de bienes durables, más propio de los sectores de mayores ingresos, mostró una mejora del 4%.

La caída del consumo tiene a la caída de la recaudación fiscal como su más directa e inmediata consecuencias.

Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) la recaudación total acumulada hasta noviembre de 2025 cayó un 8,7% en términos reales, aunque magnificada por la moratoria impositiva y el blanqueo de Bienes Personales de 2024,.

Más allá de estos ingresos extraordinarios del 2024 la caída de ingresos fiscales se explica por la baja de recaudación en los impuestos a los sectores económicos más poderosos (reducción de retenciones a las exportaciones, eliminación del Impuesto PAIS y la baja en la recaudación de Ganancias, con una baja del 2,2% real interanual en noviembre). Esa reducción fue compensada parcialmente por el aumento de los impuestos al consumo (IVA con suba del 27,9% interanual e Impuesto a los Combustibles que creció un 53,7%) y los aportes a la Seguridad Social (con un aumento interanual del 29,8%).

Adicionalmente y como no podría ser de otra forma la caída del consumo viene repercutiendo en modo negativo sobre la producción industrial.

Como señala el Índice de Producción Industrial entre agosto y septiembre de este año se redujo la producción de 6 de los 9 sectores principales de la industria (alimentos, bebidas y tabaco; textiles, prendas de vestir, cuero y calzado; refinación de petróleo, químicos, y productos de caucho y plástico; minerales no metálicos e industrias metálicas básicas; otros equipos, aparatos e instrumentos; y automotores y otros equipos de transporte).

Asimismo el nivel acumulado interanual de la producción industrial de sólo 4 de 9 sectores industriales mostró mejoras por arriba del 5% de aumento del PBI que miente al gobierno.

A modo de conclusión estoy convencido que la suma y la mutua interacción de los impactos del cierre de empresas, el aumento del desempleo, la baja del consumo, la caída de la recaudación fiscal, reforzada por la reducciones de los impuestos sobre resultados y por un discurso presidencial que califica como héroes a los evasores, constituye un círculo vicioso nos está arrastrando sin remedio a la necesidad de un endeudamiento sin fin y al abismo de la decadencia permanente.

Otro camino que conduce a un país mejor

Como venimos planteando en los documentos de Foro Economía y Trabajo para cambiar el rumbo será necesario un giro de 180 grados en las políticas gubernamentales.

Esas nuevas políticas, entre otras, deberán incluir:

  • una mejora salarial y redistribución de los ingresos en favor de los trabajadores y los jubilados;

  • renegociación de la deuda externa legítima;

  • un ataque frontal a la evasión fiscal y la fuga de divisas;

  • políticas para reducir la informalidad económica, comenzando paulatinamente por los sectores más poderosos de la economía y descendiendo gradualmente hacia los más débiles;

  • aliento a la reinversión de utilidades y la generación de empleo;

  • demostración de los beneficios que se vayan alcanzando mediante reducciones impositivas aplicadas inicialmente a los sectores de menores ingresos y sucesivamente a loas de mayores ingresos, así como mediante un mayor nivel de inversiones públicas y mejoras de las prestaciones sociales en salud, educación y desarrollo científico y tecnológico.

Estoy convencido que esas medidas requieren primero explicar y convencer sobre su necesidad, en modo que permita una acumulación de poder político que nos habilite a reemplazar el actual modelo de ajuste, represión y endeudamiento en favor de unos pocos por otro modelo basado en el trabajo, la producción, la soberanía y el respeto a los derechos humanos en favor de todos los argentinos.