"Ya tuvimos un gobierno pro-mercado, que fue el de Macri, y nos fue como nos fue"
Por Martín Massad
El economista Ricardo Aronskind habló con AGENCIA PACO URONDO en su debut en FM La Patriada (sábados de 15 a 17). Su visión sobre cómo afectará la cuarentena por el coronavirus a la economía argentina.
APU: Nos interesa tu mirada sobre la economía, y por eso queríamos preguntarte cuál es tu opinión respecto a las medidas que está tomando el gobierno nacional para paliar la situación grave que estamos viviendo todas y todos los argentinos.
Ricardo Aronskind: Por un lado, lo veo al gobierno muy activo y atento en el sentido de estar tomando medidas muy impresionantes. Por ejemplo, solamente el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) está cubriendo a más de 8 millones de argentinos. También quiero recordar que más de 2 millones de trabajadores están recibiendo parte de su sueldo pagado por el Estado porque las empresas ya no lo quieren pagar. Se están tomando medidas de una magnitud absolutamente extraordinaria. Por otra parte, el Ministerio de Desarrollo Social está comprando alimento para poder repartir en comedores populares y merenderos y alimentar a 11 millones de argentinos.
El trabajo que se está haciendo es muy grande, y desgraciadamente no está siendo acompañado por toda la sociedad, ya que hay ciertos sectores que todavía siguen actuando como si no hubiera pandemia, como si no hubiera emergencia social o peligro de hambre en Argentina y siguen haciendo cosas como querer cobrarle sobreprecios al Ministerio de Desarrollo Social o están remarcando los precios sin ningún justificativo razonable; están haciendo cosas para ganar en este contexto de pandemia y se están aprovechando, me parece en forma muy de “mala leche”, de la disposición del gobierno a no generar conflictos en este contexto tan particular. Te encontrás, entonces, con situaciones increíbles como la de los bancos que, a pesar de que el gobierno dice: “Nosotros damos las garantías”; e igualmente no le quieren dar créditos a las pymes para que puedan pagar los salarios.
Tenes situaciones que son absolutamente increíbles y donde, desde mi punto de vista, está haciendo falta una posición mucho más firme del Estado. Y esto porque el Estado en este momento, más que nunca, está representando al bien común; no es una fracción, no es un interés sectorial, sino que estamos hablando de 8 millones de argentinos, por un lado, de 2 millones por otro, de 11 millones por otro, es decir, estamos cubriendo a la amplia mayoría de la población argentina y hay sectores que se ponen en exquisitos o quieren ganar plata en este contexto, y eso me parece que hoy es inadmisible.
APU: ¿Arrancará la economía este año?
R. A.: Hasta que no aparezca claramente una vacuna y nos la apliquemos todos y se terminó este asunto, la verdad es que vamos a seguir con la economía a media máquina. Se van a ir de pronto liberando algunos sectores, pero muchas actividades todavía no, es decir, con buena suerte vamos a salir de los peores momentos de aislamiento, pero no vamos a poder recuperar plenamente la actividad económica que ya venía muy golpeada por las políticas del macrismo.
Lo que está pasando es absolutamente extraordinario y es un momento para dotar al gobierno nacional de poderes muchos más importantes de los que tiene actualmente para poder hacer frente a la crisis, sostener el nivel de vida elemental de la población y tener instrumentos para que, cuando estemos sacándonos de encima la pandemia, se produzcan fuertes instrumentos de intervención en economía para generar una movilización muy importante de los recursos del país. Pero para eso necesitás realmente un gobierno con muchas capacidades y con mucha convicción de que es o un gobierno fuerte haciendo las cosas que hay que hacer o vamos a un país en progresiva destrucción. No hay en este momento una situación intermedia, es o un gobierno con capacidades, con decisión y con instrumentos o vamos a una situación que conocemos, porque sabemos, después de cuatro años de haber sido gobernados por el mercado a través de Macri, a dónde nos lleva eso: a la nada, al desempleo, a la pobreza, a la dependencia, al endeudamiento externo; eso fue el gobierno de los mercados. Entonces, en síntesis, o tenés un gobierno nacional fuerte, vigoroso, con ideas muy claras hacia dónde tenemos que ir o estamos en problemas serios.
APU: En una conferencia de prensa reciente, Axel Kicillof dijo estar teniendo una lucha con los lobbies, el presidente lo reafirmó aunque no quiso dar nombres, pero dio a entender que hay una puja con los sectores de poder económico y el poder fáctico que está presionando al gobierno ¿Cómo se combate esa situación?
R. A.: Creo que se combate con organización política, con debate político y con la organización del amplio espacio nacional y popular, al que veo muy desorganizado, pasivo y pendiente de lo que haga el gobierno. Acá no es que haya que fundar ninguna fuerza opositora sino que hay que fundar una fuerza política que logre darle consistencia, darle firmeza al gobierno, que no tenga miedo de que el máximo enemigo sean las tapas de Clarín, porque entonces no vamos a ninguna parte.
Acá tiene que haber un nivel muy importante de organización popular masiva, muy amplia para sostener las políticas que hacen falta para sacar al país adelante. Eso me parece que se resuelve en el terreno de la política y del fortalecimiento del enorme campo nacional y popular que hoy en día está callado, silenciado, dejándole entonces la discusión a la derecha que tiene un disquito rayado que siempre dice lo mismo. Por ejemplo, la Asociación Empresarial Argentina le dijo al gobierno: “Queremos que la gente vuelva a trabajar”, porque, claro, quieren que vuelva a trabajar para ellos, y después agrega: “¡Y no haga default, eh!”, es decir, arregle como sea con los acreedores externos, aunque haya que bajarse los pantalones. Ese es el alto empresariado argentino. Si ese alto empresariado no tiene enfrente un gobierno decidido y ese gobierno decidido no está sostenido por un amplio movimiento popular activo, participante, expidiéndose frente a las cuestiones de la realidad, por ejemplo, la CGT no se ha expedido ni siquiera en relación a la salud de los trabajadores, es una vergüenza, un escándalo, no existe para no decir que una verdadera CGT se tendría que expedir sobre el tema de la deuda externa.
No es indiferente para los trabajadores argentinos si el gobierno firma cualquier cosa o firma un acuerdo donde se defienda la capacidad argentina de crecer y generar empleo, no es lo mismo y parece que la CGT no tiene nada para decir. Entonces, es sorprendente el silencio que hay de este lado frente a un partido que parece que se juega en un gobierno que trata de ser moderado para que no lo acusen de extremista y los extremistas verdaderos que son los de la derecha neoliberal.
APU: En relación con el tema de la deuda, en un momento de pandemia y crisis sanitaria ¿Qué centralidad le das al tema de la deuda en este momento?
R. A.: El tema de la deuda es un tema importante porque son muchos los recursos que se nos irían y que son imprescindibles para poner en marcha el país, para sacarlo adelante. Como el responsable de pagar la deuda externa es el Estado, es el Estado el que se debilita y esto no es un chiste porque es la única locomotora económica que tenemos en el país. Olvídense del sector privado, éste no existe como no existió en los cuatro años de macrismo que era su gobierno y en el que no invirtieron nada. La única locomotora que tenemos, entonces, es el Estado; ahora, si al Estado le sacás el combustible, le sacás los recursos, con deuda externa tenés un problema. Este problema también lo tuvo Alfonsín, que se encontró con que tenía que pagar deuda externa y ahí se le iban los recursos y no tenía como movilizar la economía, es decir volvemos a tropezarnos con un problema que tuvimos hace 35 años. Entonces, para mí la deuda externa es un problema muy importante.
Coincido plenamente con el ministro Guzmán cuando dijo: “Nosotros no firmamos nada que nos obligue al estancamiento económico y nos condene a no crecer”. Creo que esa tiene que ser la postura, no sé si la entienden los bonistas como no la entienden los representantes locales de los bonistas, que los diarios Clarín, La Nación, Infobae, El Cronista, voceros de los bonistas en el público argentino; no sé si estos van a entender el planteo del gobierno nacional y hasta dónde está dispuesto a acceder el gobierno nacional, pero sepamos que cada dólar que se cede a los bonistas es un dólar menos para movilizar la economía argentina y generar empleo.
Así que en este debate tan importante, vos fíjate cómo está ausente la sociedad, ya que nadie se expide frente a esto: la CGT, los sindicatos, las organizaciones sociales, los centros de estudiantes, los partidos políticos populares. Todo el mundo tendría que estar diciendo algo de manera muy claramente y fuerte, y sin embargo hay silencio, como si fuera un problema técnico. No se entiende la importancia estratégica que tiene esto.