Los dos días de la Lealtad: ¿cuál es la línea correcta?
Paradójico o no, hubo dos festejos de la Lealtad peronista. La del domingo 17, promovida por las Madres de Plaza de Mayo y organizaciones kirchneristas, la mayoría de ellas nucleadas en el flamante frente La Patria es el Otro. La otra, el lunes 18, convocada por la CGT y muchas organizaciones sociales, la más notoria de ellas, el Movimiento Evita.
El domingo hubo festejos, reencuentro y amor militante. Pero también un discurso muy duro de Hebe de Bonafini respecto de las políticas presidenciales y de tajante oposición al pago de la deuda externa. Cabe destacar que el sábado 16 el Papa Francisco hizo un llamado público a los grupos financieros y organismos internacionales de crédito pidiendo que permitan a los paises pobres "garantizar las necesidades básicas de su gente y condonen esas deudas tantas veces contraídas contra los intereses de esos mismos pueblos".
Estuvieron el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el jefe de gabinete bonaerense, Martín Insaurralde. Se anunció por los parlantes que Alberto Fernández participaría del acto pero finalmente no se mostró. De modo vicario, participaron la candidata Victoria Tolosa Paz y el canciller Santiago Cafiero. El tenor discursivo le permitió al principal grupo mediático titular al otro día que “el cristinismo copó el acto y criticó al presidente”.
El lunes también hubo festejos pero se leyó una carta que, si bien fue más moderada que la combativa Hebe, le exigía al gobierno medidas más firmes respecto de la crisis pospandémica y posmacrista. Alberto tampoco asistió a esta marcha, aunque tuiteó felicitándola. Para ser ecuánimes, también retuiteó el posteo de La Patria es el Otro convocando a la marcha del domingo.
¿Se rompe el Frente de Todos? ¿La militancia tiene que elegir una versión siglo XXI de la falsa dicotomía peronismo de izquierda vs. peronismo de derecha?
En la AGENCIA PACO URONDO creemos que hay que mantener la unidad. Y que si esa unidad se rompe, los pedazos van a caer sobre nosotras y nosotros. Unidad política para salir de la crisis heredada y la imprevista. En este sentido, reconocemos el accionar de la dirigencia social y sindical que participó de los dos actos, como el secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, que fue uno de los organizadores de la marcha del domingo y también participó de la movilización del lunes, donde felicitó personalmente a los secretarios generales de la CGT; así como participaron de los dos festejos el compañero del sindicato de curtidores, Walter Correa, la compañera Vanesa Siley, Secretaria General de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Judiciales, y otros referentes de la Corriente Federal.
Esto no implica hacernos los distraídos ante los errores mayúsculos del gobierno. Algunos anecdóticos, pero que ofenden la sensibilidad de nuestro Pueblo, como la foto del festejo de Olivos. Otros de un daño social inconmensurable, como la subejecución del presupuesto social que denunció CFK en su carta pos derrota electoral.
Le pedimos al compañero Alberto Fernández y a su gabinete que terminen con la prudencia fiscal. Empiezan a tallarse en los rostros del piberío las marcas de la desnutrición. Debe tomarse una resolución respecto del FMI, pagar intereses punitivos sin siquiera llegar a un acuerdo carece de cualquier racionalidad. O se investiga la deuda y se renuncia a su expolio o se llega a un entendimiento que le sirva al Pueblo argentino.
Sin embargo, hay algunos movimientos esperanzadores. La discusión firme con los exportadores de carne resultó en una estabilización del precio de la principal proteína argentina. La llegada de Roberto Feletti a la Secretaría de Comercio denunciando los precios subraya el principal problema diario de las familias criollas. Por su parte, el nuevo Jefe de Gabinete, Juan Manzur, puso a madrugar al gabinete, dándole verosimilitud al discurso que indica que el gobierno se está esforzando en mejorar. En ese sentido, la economía se recupera y el Banco Central recompuso reservas en octubre, aunque la inestabilidad cambiaria perdura.
En definitiva, los resultados electorales son importantes pero lo realmente trascendente es que mejoren las condiciones de vida de nuestro Pueblo. Con el Pueblo es que debemos ser leales. Que le llevamos tranquilidad. Tras años de aumento del desempleo, de la pérdida del salario real, sumada la incertidumbre que generó la pandemia, con la ruptura de la estabilidad social y económica, mostrar diferencias públicas, acciones incoherentes con lo que se pregona, no ayuda. Merezcamos ganar. Esa es la línea correcta.