Triángulo de la tristeza: el poder cambia de rumbo

¿El poder se tiene o se ejerce? Esa pregunta nos deja el desenlace de Triángulo de la Tristeza, una comedia dramática dividida en tres partes estrenada el año pasado y que compite en los Premios Oscar. Su trama se sitúa en esas historias que critican la desmedida desigualdad económica de la sociedad capitalista actual y puede funcionar como un espejo de lo que sucede cuando algo en todo ese sistema cambia aunque sea por momentos. 

Dirigida por el sueco Ruben Ostlund, la película inicia con los modelos Carl (Harris Dickinson) y Yaya (Charlbi Dean Kriek), invitados a un yate de lujo con un grupo de pasajeros millonarios. El cronograma de actividades y la tripulación están a su servicio y complacen sus deseos sin poder decir que no, motivados por una buena propina. Todo sale según lo estipulado hasta que el clima y los ánimos en la cena de gala con el capitán del barco (Woodrow Tracy Harrelson) cambian el rumbo de las relaciones establecidas. 

Durante dos horas y media la cinta reflexiona sobre el poder, la igualdad, el cinismo, el dinero, pero en especial, sobre el poder que da el dinero. Al comienzo podemos observar situaciones más frívolas, espiando las discusiones entre Carl y Yaya, que debaten acerca de los roles de género y el feminismo. Luego nos damos cuenta que ambos jóvenes son la  puerta de entrada para conocer a estos millonarios en el ámbito privado y exclusivo del viaje en yate. De esa manera, los vamos acompañando a descubrir las miserias de los mismos hasta extremos vulnerables.

Tracy Harrelson tiene un papel destacado como capitán de la embarcación. Muestra de ello es la escena en donde se desata un ping-pong de frases célebres contra uno de los huéspedes, lo que crea un momento de intimidad entre el mundo de los trabajadores y el de los clientes. Una secuencia lúdica donde se miden intelectual e ideológicamente. ¿Quién tiene más poder? ¿El capitán del barco o el nuevo dueño del mismo? 

En paralelo, la pareja protagonista ya cuenta con un recorrido previo. Podemos recordar a Dickinson por su papel en The king´s man o en Maléfica. Por otro lado, Dean Kriek por su parte fue una actriz y modelo sudafricana, Unos meses después del estreno de Triángulo de la tristeza, falleció por una enfermedad inesperada. En nuestro país, la película aún puede verse en algunos cines de la Ciudad de Buenos Aires, como Lorca y Devoto.

Triangle of Sadness competirá por el Oscar a Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Guión Original, entre otras categorías.