8M: Gabriela de Laperrière y la primera Ley de Protección del Trabajo de las Mujeres y Niños
Hoy 8 de Marzo se conmemora el Día internacional de las Mujeres, una fecha que quedó establecida por la ONU en 1975, año en el que se produjo la primera Conferencia Mundial de las Mujeres.
Sin embargo, la historia de esta fecha se remonta mucho más allá y deviene de las luchas obreras que se gestaron hacia fines del Siglo XIX, cuando un conjunto de hechos fueron dando forma al reconocimiento de un día especial para las Mujeres Trabajadoras.
En la Argentina, especialmente en Buenos Aires y las grandes urbes, el proceso de industrialización trajo movilización popular y las primeras experiencias de sindicalismo organizado. Las mujeres fueron parte de este proceso; pues las fábricas de la época contrataban mano de obra femenina y también infantil que trabajaban en condiciones miserables.
Fue en ese contexto que también se forjaron dirigentas políticas dedicadas a observar y a denunciar las paupérrimas condiciones de trabajo. Tal es el caso de Gabriela de Laperrière de Coni que elaboró la primera Ley de Regulación de Trabajo de las Mujeres y los niños.
En el año 2016, fue publicado un libro sobre su vida. Las autoras son: Graciela Tejero Coni, su sobrina bisnieta, historiadora y la investigadora Andrea Oliva. Se trata de una obra que devela la vida de una figura que ha quedado opacada.
Allí se afirma que Gabriela nació en el pueblo de Carcassone, al sur de Francia, en el año 1861. A los 18 años se casa en Burdeos con Hunri André Menjou que tenía 27 años. Cabe recordar que son los años del surgimiento de la Comuna de París donde las experiencias de gobiernos comunales recorrían toda Francia y el matrimonio formaba parte de ese clima con participación en ámbitos de debate político, periódicos, publicaciones, etc.
Transcurrido un tiempo, ella entablará una íntima relación con el médico argentino Emilio Coni, miembro del Partido Socialista, a quien probablemente haya conocido en Francia por su trayectoria política. Ya para fines del siglo XIX Gabriela y Henri se mudarán a Buenos Aires, y ella comenzará a desplegar su militancia.
Su imagen cobrará notoriedad en 1901 cuando se pronuncia a favor de la paz en el conflicto surgido entre Argentina y Chile. En 1902 se afilia al Partido Socialista y se incorpora al Comité Ejecutivo. Quedando en la historiografía nacional como la primera mujer que accede a un cargo dirigencial dentro de un partido político. Allí junto a otras militantes fundan el Centro Socialista Femenino y luego la Unión General Gremial femenina, órganos que les servirán para el lanzamiento de distintas propuestas de legislación laboral.
En 1903 es nombrada Inspectora Ad honorem por Adolfo Bullrich, intendente de la Ciudad de Buenos Aires; lo que le permitió ingresar y registrar las condiciones socioambientales de fábricas, talleres y conventillos. La información que iba recabando la hizo pública en artículos para La Prensa y la Nación.
Gabriela de Laperriere es una pionera en los reclamos de lo que hoy conocemos como conciliación familia- trabajo. En sus propias palabras así se expresaba sobre la doble jornada laboral de las mujeres:
"La mujer obrera casada debería cobrar en realidad dos salarios con los quehaceres domésticos que realiza. Debería pagar a otra mujer, si por enfermedad o exceso de trabajo en el taller no pudiera atender su casa. Se calcula -desde las 4.30 a. m., hora en que se levanta para estar a las 6 en el taller después de haber preparado el desayuno, arreglado su casa, vestido a sus hijos, etc. hasta las 9 de la noche, después de haber limpiado las vajilla, cosido, lavado, etc., - que ha trabajado 17 horas sin interrupción".
Gracias al fruto de este trabajo y de estos pliegos por mejoras de las condiciones laborales surge el Proyecto de Ley de reglamentación del trabajo de mujeres y niños. El mismo contenía 18 artículos. El libro citado anteriormente recupera de una publicación de la revista "Nosotras" de 1903 los principales lineamientos de ese proyecto expresados por la militante socialista Fenia Chertkoff:
Esta reglamentación comprenderá lo siguiente: a) Prohibición del trabajo a los niños menores de 14 años; b) Prohibición del trabajo de las mujeres en todas las industrias que hagan peligrar su salud y moralidad; c) Jornada máxima de 6 hs para las mujeres de 14 a 18 años d) Jornada máxima de 8 hs para los adultos de ambos sexos, e) Prohibición de trabajo nocturno para aquellas industrias en que no es absolutamente necesario; f) Abolición del trabajo a destajo, g) Reglamentación higiénica del trabajo de las mujeres y los niños, h) Adopción de todas las medidas necesarias para prevenir los accidentes y enfermedades del trabajo, 1) Descanso semanal de 36 hs seguidas; ) Al alcanzar el 8 mes de embarazo, la obrera se retirará y no volverá al taller sino 6 semanas después de haber dado a luz, k) Creación de la sala cuna para que las madres puedan amamantar a sus hijos, etc".
Como era de esperar, este proyecto inicial sufrió fuertes resistencias. Finalmente, en 1906 Alfredo Palacios presentará otro proyecto basado en el original pero con recortes fundamentales. Ante el efectivo avance de derechos, las patronales se resistirán categóricamente a su sanción. Entre muchas desavenencias quedó sancionada la Ley 5291 y fue la primera reglamentación de Protección al trabajo de Mujeres y Niños, promulgada el 15 de octubre de 1907. Cuestiones básicas por las que había bregado la dirigenta quedaban afuera: la prohibición del trabajo infantil y las licencias con goce de haberes para las mujeres embarazadas.
Gabriela de Laperrière falleció el 8 de enero de 1908, debido a las afecciones causadas por la tuberculosis. Hoy la recordamos como una precursora y defensora de los derechos de las mujeres trabajadoras. Queda mucho por hacer, pero también mucho se ha recorrido y logrado.
Este 8 de Marzo las mujeres volveremos a marchar por los reclamos históricos y también los nuevos. La Argentina atraviesa días difíciles pues nuevamente las elites económicas golpean a los proyectos populares y ponen en peligro nuestras conquistas sociales.
Desde el campo nacional y popular enfrentamos la desigualdad y la pobreza a la que son sometidas millones de mujeres; el racismo, la explotación y la violencia. Desde el punto de vista político repudiamos la persecución judicial que se ejerce contra Cristina Fernández de Kirchner quien encarna en su figura y su práctica la ampliación de derechos que tanto anhelamos para conquistar la igualdad de género y la Justicia Social.
El legado de Gabriela de Laperriere hoy tiene más vigencia que nunca, es fuerza feminista que nos convoca, para abrazarnos, todas como mujeres trabajadoras: las cocineras de nuestros comedores, las trabajadoras domésticas, las profesionales, las sindicalizadas, las ocupadas y desocupadas, las migrantes, las indígenas. Nuestras hermanas, madres, hijas. Descamisadas, nosotras, todas reunidas, indoblegables en la conciencia y la lucha por nuestros derechos.
Desde el punto de vista político repudiamos la persecución judicial que se ejerce contra Cristina Fernández de Kirchner quien encarna en su figura y su práctica la ampliación de derechos que tanto anhelamos para conquistar la igualdad de género y la Justicia Social.