Colectivos de Mujeres: carta abierta a Ana Meiners, mujer e intendenta de Esperanza
Dos colectivos de mujeres de la ciudad de Esperanza, Santa Fe, dieron a conocer una carta abierta a la intendenta Ana María Meiners, en respuesta a sus declaraciones a los medios censurando la manifestación de las feministas, por las maneras que utilizaron en el acto de repudio al femicidio de Agustina Imvinkelried.
Por tal motivo, los colectivos Se dice de mi y Las Descolonizadas de esa ciudad, dieron a conocer una carta pública a la funcionaria que reproducimos a continuación:
¿Cuándo es el momento y el lugar para exigir políticas públicas?
El colectivo Ni una menos nace como grito desesperado en el año 2015, una voz que se alza frente a la violencia machista y a su expresión más letal, el femicidio.
Ni una menos es la manera que encontró el feminismo de enunciar una realidad que se cobra, en Argentina la vida de una mujer cada 29 horas; mujeres que son asesinadas por femicidas por el solo hecho de haber nacido mujer. Nace para decirle a la sociedad que ya no podemos seguir contando víctimas, porque las cifras de femicidios aumentan exponencialmente frente a un Estado que parece no reaccionar, que no logra articular una respuesta efectiva para detenerlos.
Desde hace unos años, tanto Se dice de mí como La Descolonizada, trabajamos para visibilizar la problemática de la violencia hacia la mujer, por ello convocamos a una manifestación bajo la bandera de Ni una menos. La difusión se hizo a través de redes y medios de comunicación, aclarando siempre que los tres ejes convocantes eran: Vivas nos Queremos, Ni una Menos, Políticas Públicas efectivas y periodismo responsable.
Usted ha expresado a un medio radial de Córdoba su desagrado por lo que dio en llamar “arengas personales y sectoriales”, por ello queremos recordarle que en nuestras palabras expresamos el dolor ante la pérdida irreparable de Agustina y expusimos los mismos principios que como colectivos convocantes venimos sosteniendo en cada expresión pública: el derecho de las mujeres a una vida libre de violencias, una educación sexual que aborde curricularmente la igualdad de trato entre varones y mujeres, políticas públicas para erradicar la violencia hacia la mujer y una justicia y un periodismo con perspectiva de género. Ese mismo día estos principios resonaron fuertemente en diversas ciudades como Rosario, Rafaela, Santa Fe, Buenos Aires.
Al grito “Ni una menos, libres nos queremos” decimos basta de femicidios pero también decimos que lo personal es político, porque las soluciones son políticas, la vía de resolución es colectiva, porque la relación entre la experiencia personal de cualquier mujer, por la sola condición de serlo, la coloca en desventaja frente a una estructura de subordinación y violencia que se reproduce en la vida cotidiana. Desarticular esta estructura de dominación debe ser una respuesta construida desde la política como articuladora del bien social y no una negociación individual.
Señora Intendenta, usted cuenta con un Área de Género dentro del Municipio, con personal altamente capacitado, nos consta el trabajo que realizan día a día; permita que trabajen con libertad, consulte antes de emitir comunicados, porque el femicidio de Agustina es un hecho atroz, doloroso para la ciudad, pero no aislado; tampoco el primero. En Argentina muere una mujer cada 29 horas y la Provincia de Santa Fe ocupa el segundo lugar en las estadísticas de muertes por femicidio, según organismos oficiales y organizaciones sociales, lo que naturalmente habla de una tristísima realidad presente y no de sucesos aislados.
Los femicidios señora son la expresión más letal, más violenta de la que son víctimas las mujeres, a veces también sus hijos y allegados, por ello el femicida no es “una persona con una patología psiquiátrica”, lo cual le restaría responsabilidad ante sus actos, un femicida es un hombre que mata a una mujer por el sólo hecho de ser mujer, por deprecio, para expresar su poder, en un contexto cultural e institucional que lo habilita, que no articuló las herramientas necesarias para impedirle llevar adelante sus intenciones.
Por último, le pedimos que abra la gestión a otras voces, que convoque a los colectivos feministas a dialogar con usted, ventile, deje que entre un poco de sol; entre todos podemos trabajar para erradicar la violencia hacia las mujeres.
En sus más de 300 años de historia el feminismo ha incomodado y lo seguirá haciendo, porque alienta reflexiones sobre tema difíciles de confrontar, une cosas que parecen estar separadas y desagrega cosas que parecen estar naturalmente unidas, porque arroja luz en la oscuridad y llama a las cosas por su nombre.
Y porque cuestionamos y eso a veces incomoda. Nos preguntamos:
¿Cuál es el momento y el lugar para exigir políticas públicas que acaben con los femicidios y la violencia hacia las mujeres? En todo momento y lugar porque es Ya, porque nos están matando y porque no vamos a bajar los brazos y seguiremos llevando adelante nuestras convicciones.
¿Cuál es la manera? Lo hacemos como siempre, con nuestras voces en alto, cantando las consignas que nos formaron como el único movimiento masivo a nivel global que lucha día a día contra las estructuras de reproducción de la violencia; lo hacemos con colores, con ruido, porque necesitamos ser escuchadas, porque las estadísticas asustan, porque todos los días hay que llorar una nueva muerte.
Como la máxima autoridad política de la ciudad le pedimos que cuide los mecanismos de la democracia, las mujeres somos sujetas de derecho, es decir que podemos expresar nuestras convicciones libremente más allá de si usted está de acuerdo o no, podemos expresarnos en el espacio público y podemos hacerlo portando el símbolo que más nos represente, sea éste un pañuelo verde o una cruz, porque la diversidad de opiniones y expresiones hacen a la convivencia social y a la riqueza de una sociedad que pide a gritos “Basta de violencia Femicida”.
Ni una Menos
Se dice de mí y La Descolonizada"