Julia Gentile: "Hoy hay un poco más de apoyo y menos resistencia a la doula de parte del sistema médico"
Julia Gentile es doula, profesora de yoga y co-fundadora de la escuela de formación profesional "Fecunda Doulas". En diálogo con AGENCIA PACO URONDO habló sobre su reciente libro "Con la guía de una doula. Tu aliada en el embarazo, el parto y el puerperio" (se presenta hoy, 19 de septiembre, en Dain Usina Cultural, en Nicaragua 4899, CABA): "Doulear es recibir, albergar, dar espacio y cobijo, abrir preguntas que nos lleven a sintonizar y a dar lugar a la expresión de lo desconocido, de lo misterioso", asegura en el libro.
En una charla de 2020 con este medio, Gentile describió el rol de la doula: "Es una persona que acompaña a las personas gestantes y a sus familias en los procesos de gestación, parto y puerperio. Su rol en el proceso del nacimiento evita intervenciones innecesarias como el uso de peridural o cesáreas que no hacen falta", contó. ¿Qué cambió en estos 4 años en la relación de las doulas y el sistema médico tradicional? ¿Las instituciones públicas o privadas, acompañan a las mujeres que quieren parir de la forma más fisiológica posible?
APU: En la entrevista anterior, nos explicabas que al sistema médico, en realidad, le sirve una doula porque permite bajar intervenciones innecesarias, aumenta la confianza de la persona que va a parir e incluso puede reducir las horas de internación en institución. Pasaron 4 años: ¿Aumentó la apertura del sistema público y privado en referencia al rol de las doulas?
Julia Gentile: Respecto de nuestro rol en el sistema de asistencia, a partir de la pandemia quedamos afuera de las instituciones, porque se redujo al mínimo indispensable la cantidad de personas que podían acceder a la salas de preparto, parto y habitaciones. Incluso tardamos mucho más en poder volver, y hay algunas instituciones en las que todavía no está siendo posible. Te diría que este año recién pude volver a entrar a algunas salas de parto. Sí creo que hay mucho más conocimiento de nuestro rol, menos miedo de la intrusión profesional, y más registro de los beneficios para la persona que es asistida, con lo cual muchas familias que dicen ser acompañadas por una doula reciben apoyo de sus equipos. En ese sentido, al haber mayor conocimiento de nuestro trabajo, hay un poco más de apoyo y menos resistencia.
APU: Como sabés, hace algunas semanas tuve a mi segunda hija y parí en una institución privada (una que cubría mi prepaga) y me permitieron ingresar una pelota de esferodinamia (que usé en tus clases de yoga) y que mi doula (vos) estuviera presente en todo momento, tanto en sala de pre-parto como en la de parto (junto a mi pareja). Parí en la posición que quise, prácticamente sin ningún tipo de intervención institucional. Vale mencionarlo porque muchas mujeres que quieran parir así pueden leernos y crean que tal vez es imposible lograr un parto similar. ¿Muchas instituciones privadas ya permiten partos así? ¿Qué pasa en el sistema público?
JG: Elegir la posición para parir sigue siendo un tema en muchos casos. Si bien es mucho más fácil en el último tiempo encontrarnos con relatos como el tuyo, lo habitual sigue siendo que nos permitan movernos durante todo el trabajo de parto, y que en el expulsivo nos inviten a ocupar la camilla. Es cierto que hay mejores camillas, que muchas instituciones incorporaron el uso de la pelota, de telas para colgarse, de banquitos de parto, y es frecuente encontrarnos con mujeres que han podido parir en diferentes posiciones, tanto en el sistema público como el privado. Sigue siendo en la minoría de los partos, por lo tanto me parece importante que esta información circule, porque las conquistas la seguimos haciendo las mujeres que pedimos y luchamos por nuestros derechos. No hay ninguna contraindicación de parir en la posición que quieras, y es muy beneficioso poder elegirla para estar cómoda en todo momento.
APU: En tu libro, haces mucho énfasis en el rol de las parteras que tal vez muchas embarazadas no sepan que tienen un papel fundamental en el parto. ¿Qué podés decirnos de ellas?
JG: Sobre las parteras, para mí sigue siendo clave comunicar que su rol es mucho más importante que incluso el del/la obstetra, ya que acompañan durante mucho más tiempo del trabajo de parto y toman decisiones que son importantes en la conducción del proceso. Por eso invito a la gestantes a conocer a la partera lo antes posible, dado que si hubiera necesidad de hacer un cambio de equipo, cuanto antes esto suceda, suele ser con menos tensiones para la familia. Las parteras, muchas de ellas, están cambiando sus modelos de asistencia a medida que se capacitan y van conociendo más y más mujeres que paren de manera fisiológica.
APU: En ese sentido, ¿hay cada vez más parteras con una concepción menos tradicional? ¿Cualquier embarazada puede dar con ellas?
JG: Si estás buscando una partera con este enfoque, te recomiendo seguir sus redes, conversar con ellas, pedir recomendaciones, para que puedas encontrar aquella que pueda acompañarte en tu proceso. Pienso que así como el trabajo de las doulas se conoce mucho más ahora que en 2020, también el de las parteras que trabajan de esta forma.
APU: Otra figura relevante que mencionás en tu libro es la puericultora, ¿qué hace y por qué es tan importante? ¿Es otra figura con la que el sistema médico, sea privado o público, también se está amigando?
JG: Respecto de las puericultoras, para mí son súper importantes porque su mirada de la técnica es muchísimo más precisa que la que puede tener una enfermera o una doula. Si bien todavía su labor no está legalmente reconocida, sí es cierto que muchas instituciones ya cuentan con puericultoras y que hay muchísimo acercamiento y aceptación hacia esta especialidad.
APU: ¿Por qué es necesario acercar información a una persona que está gestando?
JG: Me parece importante que las personas gestantes y las familias reciban información actualizada para que puedan tomar decisiones informadas, y elegir el camino que desean transitar. No estoy de acuerdo con llenarlos de información sin filtro, dado que se hace muy difícil discernir, pero sí estar disponibles para cuando aparecen consultas, dudas o informaciones encontradas. En ese sentido este libro es o intenta ser una guía muy completa y sencilla.
APU: ¿Por qué es importante para vos pensar en la diada y no sólo en la/el bebé recién nacida/o?
JG: Porque los bebés no pueden sobrevivir estando solos. No existe un bebé en sí mismo, siempre habrá una persona que materna, que cuida, que vela por el desarrollo psíquico y físico de esta personita. Entonces si sólo contemplamos las necesidades de la criatura y nos olvidamos de que quienes maternamos estamos atravesadas por las propias necesidades y el contexto en el que vivimos, la tarea se torna titánica, casi imposible llevar a cabo.
APU: Por último: ¿Por qué resulta imprescindible ese vínculo entre la persona embarazada y el "mundo" del embarazo, nacimiento y puerperio?
JG: Porque la sociedad no está acostumbrada a abrigar y acoger a las personas puérperas y a las criaturas pequeñas. Entonces si pretendemos seguir con nuestra vida tal como era, en los círculos en los que nos movíamos, sin ninguna forma de acercamiento al mundo de los nacimientos y las crianzas, es posible que nos sintamos muy solas. Criar con apego seguro, criar sin violencia, criar para una sociedad más sana es una responsabilidad social, no solamente de cada familia o de cada díada.
"Sobre las parteras, para mí sigue siendo clave comunicar que su rol es mucho más importante que incluso el del/la obstetra, ya que acompañan durante mucho más tiempo del trabajo de parto y toman decisiones que son importantes en la conducción del proceso"