“La Violencia Obstétrica sigue siendo un grave problema de salud pública”
Por Juan Manuel Ciucci
APU: ¿Qué importancia tiene la Ley de "Parto Humanizado? ¿Cuál es su grado de aplicación en el país?
Magdalena Tiesso: La Ley de Parto Humanizado es una Ley de la "Pesada Herencia" reglamentada en 2015. Esta Ley habla sobre los derechos de madres y padres: a vivir el trabajo de parto, parto y posparto con libertad de decisión, consciencia y respeto. Respetando las particularidades de las familias, ya sea raza, religión o nacionalidad, acompañándolas en la toma de decisiones seguras e informadas. Entre los derechos que enumera están por ejemplo ser informadas sobre las distintas intervenciones médicas, ser consideradas personas sanas, a un parto respetuoso de los tiempos biológicos y psicológicos, a ser informada sobre la evolución de su parto. También define derechos que tiene el recién nacido y entre ellos enumera la internación conjunta con su madre en sala, que sus padres reciban adecuado asesoramiento e información sobre los cuidados para su crecimiento, así como de su plan de vacunación. La ley habla por sí sola y su importancia es fundamental en lo que respecta a la ampliación de derechos para las familias, para las mujeres y para los niños y/o niñas por nacer.
Lamentablemente el grado de aplicación es muy bajo. En la Maternidad Estela de Carlotto en Moreno se cumplía con la Ley, pero llego el “cambio” y corrió del cargo a sus dos directoras que garantizaban su cumplimiento y hacían del establecimiento un lugar modelo.
APU: Ha presentado un proyecto de Ley para crear un Observatorio de Violencia Obstétrica y Asesoría Jurídica General ¿Cómo surge esta propuesta, y cuál es su finalidad?
MT: Sí, el año pasado hemos presentado en la Legislatura Porteña un Proyecto de Ley que crea el Observatorio de Violencia Obstétrica. Está propuesta surge de la problemática que hay en las áreas de salud pública por la falta de cifras y datos oficiales con respeto a este tipo de violencia contra la mujer, que es sistemática y la más invisibilizada a nivel mundial. La Violencia Obstétrica está tipificada en nuestro país en la Ley 26485 de Erradicación de la Violencia contra la Mujer y la define como la que ejerce el personal de la salud sobre la mujer gestante, traducida en un trato deshumanizado, la patologización y medicalización del parto. Frente a esto empezamos a trabajar en conjunto con la Organización Las Casildas (quienes tienen un observatorio autogestivo) en el Proyecto de Ley, que consideramos fundamental para complementar la legislación vigente.
Si bien en Argentina se han hecho grandes avances en materia legal, la Violencia Obstétrica sigue siendo un grave problema de salud pública. La falta de cifras oficiales, tanto a nivel público como privado sobre los índices de medicalización e intervención de rutina que se realizan en los nacimientos y el trato deshumanizado que sufren las mujeres no permite dimensionar su alcance y consecuencias. Si no hay cifras oficiales, nada se puede hacer para trabajar en políticas de prevención e información para erradicar este tipo de violencia. Es muy preocupante que habiendo avanzado tanto en materia de derechos se siga viendo la reiterada vulneración a la autonomía de las mujeres. Y que peor aún, esto quede en una mera anécdota. Es por eso imprescindible y urgente empezar a resolver este flagelo. El Observatorio tiene la finalidad de visibilizar y denunciar las practicas medicas y humanas que se enmarcan en este tipo de violencia, esto habilita por un lado a trabajar preventivamente con el personal de salud que interviene en el pre parto, parto y post parto, y por el otro trabajar activamente con la ciudadanía en campañas de información, prevención y promoción de derechos. No es lo mismo construir un sistema de información y registro con capacidad para hacer seguimiento de todas las denuncias que ingresen a la Ciudad de Buenos Aires desde un servicio de asesoría jurídica gratuita, que no tenerlo.
APU: También presentó un proyecto a favor de la Participación Equivalente de Géneros para listas en CABA ¿Cree que es posible instalar esta discusión en la ciudadanía y los partidos políticos?
MT: Sí, claro que sí. Más aún en este momento en donde el colectivo de mujeres nos encontramos más unidas y organizadas que nunca. Considero que es un tema que hay que poner en discusión en todos los ámbitos de la sociedad. Si bien por ocupar un lugar legislativo es mi responsabilidad presentar un proyecto de Ley que contemple la igualdad real de oportunidades, creo que lo fundamental es crear la consciencia necesaria en la sociedad. Eso sólo es posible con información, generando debate e instalando la necesidad en la sociedad para un posible cambio cultural.
APU: Son varias las leyes que propone que tocan las temáticas de la mujer ¿Cómo surge este interés, y que apoyos encuentra en la Legislatura?
MT: El interés por temas de la mujer surge desde que era una niña. Tengo una pequeña anécdota que resume la importancia que tiene para mí este tipo de cuestiones. Mi abuela que era modista y trabajaba para una casa muy prestigiosa de alta costura, me contaba que a ella y a todas las trabajadoras de la casa las hacían entrar por una puerta trasera y se las obligaba a trabajar en alpargatas, prohibiéndoles la entrada por la puerta principal como así también usar zapatos de taco, ese era solo un privilegio de las dueñas de la casa como de sus clientas de la alta sociedad. Mi abuela contaba que por el año 1949/50 Evita visitó esta fábrica para llevar la donación de máquinas de coser y al ver que las trabajadoras entraban por la puerta trasera puso el "grito en el cielo" y obligó a las dueñas del lugar a que a partir de ese día todas las trabajadoras de la casa iban a entrar por la puerta delantera como el resto de los ciudadanos e iban a ir calzadas de la manera que quisieran. Y es que Evita clausuró la fabrica por un tiempo y les compro zapatos nuevos a todas las modistas.
Esta historia mi abuela me la contaba con lágrimas en los ojos, por lo que había significado tanto para ellas como para sus compañeras adquirir este derecho. Desde ese momento entendí que no podía darle la espalda a ninguna lucha que significara la ampliación de derechos. En la Legislatura encuentro el apoyo de todo el Bloque del Frente Para la Victoria, con quienes nos complementamos en la elaboración de proyectos que contemplen iniciativas de género. Lamentablemente no puedo decir lo mismo de Bloque PRO, quienes no solo no tienen iniciativas con respecto a estas temáticas sino que no dejan avanzar los proyectos que tienen estado parlamentario.
APU: Este año se realiza una nueva elección en la Ciudad. ¿Cuál es su participación y perspectiva?
MT: Mi participación va a ser siempre en el espacio que apoye y reivindique los 12 años de Gobierno de Néstor y Cristina. Por supuesto que buscamos el camino de la renovación de la banca. Pero mi lugar va a estar en donde el Movimiento Nacional me necesite y donde la Conducción de ese Movimiento que es Cristina lo disponga. Los peronistas, no creemos en los personalismos, vamos a estar en donde tenemos que estar, en la calle con el Pueblo, defendiendo a los que sufren y a los que les arrebatan los derechos.