"Las próximas generaciones van a crecer sin ningún tipo de distinción entre fútbol jugado por mujeres o varones"
AGENCIA PACO URONDO entrevistó a Natalia Maderna, comunicadora feminista y relatora, para indagar sobre el lugar que ocupa el fútbol femenino en la sociedad argentina y en los medios de comunicación.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué lugar ocupa el fútbol femenino dentro de los medios? ¿Hay diferencia entre los grandes grupos hegemónicos o los medios populares?
Natalia Maderna: Por supuesto que hay diferencia entre los grandes grupos hegemónicos y los medios populares, y yo creo que es esa diferencia la que responde la primera pregunta. Quizás la pregunta sería por qué el fútbol femenino tiene lugar en los medios alternativos y no así en los medios hegemónicos. El argumento de los medios hegemónicos para no darle espacio al fútbol femenino, tiene que ver con el mismo recurso que utilizan muchos clubes para la no inversión de la disciplina que es que “no vende”. Dicen que es un producto no consolidado en sí como un espectáculo.
Entonces es a partir de esta concepción de las instituciones que se traslada a los medios hegemónicos para no dar el espacio. El ejemplo de la Copa América, claramente demostró que cuando hay voluntad para la difusión y el espacio no cuesta demasiado abrir un hueco en la agenda hegemónica y los medios deportivos, que se relacionan con el fútbol masculino. Fue la demostración de que hay un evento importante, solo resta encontrar voluntad de quienes dirigen los portales deportivos, los programas de radio hegemónicos y canales deportivos. Por eso, hay diferencia y esta rige indefectiblemente también por el interés que genera el fútbol femenino. También lo que hay que decir, es que el fútbol femenino no está consolidado como espectáculo ni como producto y es el camino que hay que transitar para lograr masificar el público y el interés. No hay que ser hipócritas, el fútbol femenino muy lentamente está dejando de ser de nicho. Qué hacemos primero: difundimos primero el fútbol femenino, como lo venimos haciendo en DEPORTV y la TV Pública, o invertimos primero y después difundimos. Creo que es un debate que cumpliéndose un año de la televisación del torneo de primera división, sería bueno pensarlo.
APU: ¿De qué manera incide la imagen del fútbol femenino en la sociedad?
NM: Son varias las aristas que podemos pensar para dar cuenta de cómo incide la imagen del fútbol femenino en la sociedad. Yo creo que gran parte de esa imagen se está viendo con los distintos casos que se empiezan a hacer públicos en cuanto al interés de las infancias. Hay una demostración de que la militancia por un fútbol femenino masivo, feminista, disidente, federal y profesional, es la que está generando grietas positivas en la formación deportiva de las infancias. Creo que lentamente estamos empezando a ver las consecuencias de la difusión del fútbol femenino.
Casos como “Dejen jugar a Paula”, una nena de Cañuelas que la liga de Buenos Aires no la deja jugar y busca disciplinar al club por integrarla, son demostraciones de, por un lado, clubes que apuestan por la inclusión, y la demostración gráfica de quienes tiene la potestad de ampliar el campo de juego literalmente, se ocupan de replicar las prácticas arcaicas de que el fútbol solo debe ser jugado por varones.
Entonces, la difusión del fútbol femenino le da fuerzas a la sociedad en el derecho al juego de las niñas. El tema es qué hacemos con lo que se está generando y qué hacemos con los obstáculos que se están empezando a demostrar en la sociedad para esa ampliación. Sería muy distinto si no nos enteramos de casos como los de Paula o como Ema, Renatta, Martu, de nenas que han querido jugar y se han encontrado con obstáculos arcaicos de los varones que siguen dirigiendo las ligas provinciales. Es decir, sería distinto si estas ligas buscaran amoldarse a los cambios sociales que reclama la misma estructura social. Esto claramente no está pasando por los que dirigen las distintas ligas de nuestro país pero si empieza a haber grietas favorables en clubes que no solo incluyen a las nenas en un equipo titular sino que intentan demostrarle a los niños, que también forman parte de ese plantel, que la respuesta a la negativa de la liga es sumar a otra nena. Es decir, el espíritu inclusivo e integrador muchas veces forma parte de las entidades sociales y no de las instituciones. Los clubes de barrios se están moldeando por los cambios sociales, no así las instituciones con los varones que dirigen al fútbol en general.
APU: Referido a tu profesión (comunicadora feminista, locutora y relatora), ¿Cómo pensas que influye en futuras generaciones, no solo con el fútbol femenino sino con tu profesión?
NM: Hay una frase que para mi que rige con estas reflexiones que es algo que me dijo Juliana Román Lozano, exentrenadora de Huracán e integrante de La Nuestra Futbol Feminista, “No se puede ser lo que no se ve”, que resume la pregunta. ¿Cómo sabemos que podemos ser futbolistas si nunca vimos a una? ¿Cómo sabemos si podemos ser árbitras si no sabemos que existe? ¿Cómo sabemos que podemos ser entrenadoras si no vemos mujeres en el banco de suplentes? ¿Cómo sabemos que podemos ser relatoras si no escuchamos a ninguna?
Desde el círculo central, pasando por cada uno de los espacios que se encuentran en un estadio y a su alrededor. No podemos ser lo que no vemos. No podemos ser jugadoras si no las vemos. No podemos ser entrenadoras si no sabemos que hay entrenadoras. Al animarnos a ocupar roles dentro del ámbito deportivo indefectiblemente, estamos abriendo opciones para las futuras generaciones. Que las infancias se empiecen a criar escuchando a mujeres relatando, mujeres comentando, haciendo campo de juego, viendo a futbolistas con la camiseta de la selección, viendo mujeres árbitras, lo que estamos haciendo es cambiar la forma en que percibimos al fútbol. Estamos ampliando la mirada, dejamos de creer que el fútbol es un lugar solo de varones para hacerles ver a las generaciones venideras que el fútbol puede ser jugado por mujeres. Generación venideras en general, porque también los niños están cambiando su percepción de que el fútbol puede ser jugado por mujeres. Son generaciones que van a criarse y crecer sin diversificar ningún tipo de distinción de fútbol jugado por mujeres o por varones. Es fútbol. Se van a criar, ojalá cada vez más, con la naturalidad de mujeres entrando en campo de juego. Lo que estamos haciendo es cambiar la percepción de que hay cosas para nenes y hay cosas para nenas. Cuando se rompe esa matriz no queda más que vivir bajo las nuevas condiciones, que buscamos que cada vez sean más igualitarias.
APU: ¿Qué significa para vos ser parte de este contexto, donde las mujeres y disidencias llegan a lugares que están muy pensados para varones como el fútbol o el periodismo deportivo?
NM: Empecemos diciendo que no hay muchas disidencias, ojalá cada vez sea un terreno más fértil para las disidencias. Hoy nos falta muchísimo para que el fútbol y el periodismo deportivo sean un lugar apto para las disidencias. Todavía nos queda romper con un montón de estructuras y con un status quo del periodismo que se está masificando un poco más. Mujeres en el periodismo deportivo no siempre hubo, pero si las hay hace muchos años. Las Viviana Vila, Luciana Rubinska y Angela Lerena, se hicieron un camino al andar pero indefectiblemente, lo que hay que decir, que cuando ellas tomaban el desafío de ocupar esos espacios también estaban muy solas en lo referido al “empoderamiento femenino” o la militancia.
Por eso creo que sin el recorrido de esas mujeres, muy difícil hubiese sido hacernos camino al andar a quienes lo venimos transitando hace muchos años. Pero creo que hay un quiebre de paradigma en el recorrido histórico de las mujeres ocupando ciertos espacios y roles en el periodismo deportivo que tiene que ver con el grito de Ni Una Menos en el año 2015. Traigo este hecho histórico y feminista porque creo que fue a partir de ese quiebre de paradigmas donde también las banderas de un fútbol feminista y militante se desplegaron.
Desde el 2015 para acá, hubo un terreno fértil para que una Macarena Sánchez reclame por el fútbol feminista y profesional; para que Estefanía Banini con el mundial reclame por los derechos resagados de las jugadoras de la selección nacional. La lucha y la agenda feminista incorporó las demandas del fútbol femenino argentino. El 2019, dentro del recorrido histórico de la lucha feminista, la lucha del fútbol femenino se logra incorporar en la agenda feminista. En el 2019 pasaron cuatro cosas importantes, el reclamo de Macarena Sanchez, la “profesionalización” del fútbol femenino, el mundial de Francia y el reclamo por la televisación del fútbol femenino. Estas cuatro cosas son las que hoy nos ponen a muchas mujeres ocupando ciertos espacios, muy marginales, pero ocupando lugares dentro de la difusión del fútbol femenino.