Mujeres gremialistas: "Los sindicatos tienen que ser feministas"
Por Jorge Giordano
Entrevista a Claudia Lázzaro, responsable del área de Género y Derechos Humanos del Sindicato de Obreros Curtidores e integrante de Mujeres Sindicalistas, espacio de la Corriente Federal de Trabajadores-CGT.
APU: ¿Cómo llegan las Mujeres Sindicalistas a este nuevo 8M?
Claudia Lázzaro: Este 8M es la consecuencia del trabajo realizado en la calle, en el documento del 8M del año pasado y la articulación que se dio en torno a las luchas sobre la ley de equidad de género, que excede a las Mujeres Sindicalistas.
APU: ¿Qué alcances tiene esta articulación?
CL: Forman parte las tres centrales obreras, tanto la CGT como las dos CTA y las compañeras de la economía popular organizadas en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT). Fuimos solidarias en las distintas luchas sectoriales: con las docentes, con las recicladoras, con las trabajadoras de aerolíneas low cost. Planteamos salir juntas a la calle, a partir de las distintas convocatorias específicas de las mujeres, pero también de conflictos laborales que tienen que ver no sólo con nosotras, sino con la clase trabajadora en su conjunto, como en la lucha contra la reforma previsional o contra la reforma laboral encubierta que quiso imponer el macrismo con su ley de equidad de género.
APU: ¿Qué reclamos impulsa Mujeres Sindicalistas en este 8M?
CL: Creemos que no hay igualdad de género si no hay justicia social, por lo tanto exigimos el cese de los despidos, el ajuste y la precarización. Pedimos trabajo digno para todos y todas, y para eso necesitamos que cambie el modelo económico.
Exigimos políticas públicas que reconozcan el trabajo no remunerado de gestión del cuidado y el hogar. La reforma previsional afecta a aquellas mujeres trabajadoras del hogar, que han perdido el derecho a jubilarse habiendo sido esta una política de Estado que reconocía ese trabajo no remunerado.
Planteamos también que es urgente la implementación del cupo laboral travesti-trans y la implementación efectiva de la ley 26.485 para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. También exigimos el cese de la persecución a la protesta social y las lideresas sindicales y libertad a las presas políticas.
APU: El 6 de marzo, organizaciones feministas llevaron a cabo una convocatoria en la puerta de la CGT para reclamar que la central adhiera al 8M. ¿Qué analisis hace de esta situación?
CL: Como Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal, integramos la CGT. Hemos planteado que la central no puede estar ajena a las problemáticas de las mujeres. De hecho, si bien la Secretaría de Igualdad de Oportunidades de la CGT no convocó al 8M, otros gremios de la CGT sí convocaron, como Aeronavegantes, Dragado y Balizamiento, Camioneros, Municipales Bonaerenses, No Docentes Universitarios.
Entendemos que la Secretaría de Igualdad de Oportunidades de la CGT no está a la altura del momento histórico del movimiento de mujeres, pero creemos que la pelea hay que impulsarla dentro de las estructuras, dando la batalla en nuestros sindicatos para traccionar después a la central. No puede haber un sindicalismo feminista si no estamos afiliadas a nuestras organizaciones sindicales.
APU: ¿Las Mujeres Sindicalistas se consideran feministas?
CL: Sí. Conciliamos el feminismo y el sindicalismo, y creemos que los sindicatos tienen que ser feministas.
APU: ¿Qué rol tendrá el sindicalismo feminista en un año electoral como el 2019?
CL: Nosotras tenemos la obligación, desde el sindicalismo y el feminismo, de contribuir a la mayor unidad posible. Es algo que ya viene pasando, y nuestra articulación es una muestra de ello. Para que cambie la política hacia las mujeres y a la población en general, tenemos que cambiar el gobierno. Estamos convencidas de que hay que salir a militar por todo el territorio argentino para que los trabajadores y trabajadoras voten un gobierno nacional y popular. Dentro de Mujeres Sindicalistas tenemos cuadros sindicales pero también políticos y territoriales, que le pueden dar la perspectiva de las trabajadoras a un programa de gobierno de un gran frente patriótico.