Peón Dama: El ajedrez no es para almas tímidas
Por Manuel Izraelson
APU: ¿Cómo llegaste a le decisión de bajarte del próximo mundial femenino de ajedrez que se realizará en Irán?
CL: Es importante explicar cómo uno llega a un mundial. Nosotros tenemos varias instancias para clasificar. Ningún país tiene plazas aseguradas pero hay ocho lugares en juego en el continente americano. Este mundial tiene 64 plazas en total. Una plaza se obtiene ganando el panamericano y el resto se obtienen ganando los torneos zonales de la región. Yo gané el zonal y el año anterior el panamericano. Este mundial viene con un desfasaje importante, no sabíamos ni el lugar ni la fecha al momento de clasificar. Recién en el mes de septiembre la Federación Internacional (FIDE) publica la información, ahí aparece Teherán como sede y febrero de 2017 como fecha del torneo. A partir de ahí empezó un conflicto porque sus creencias y leyes también aplican para las jugadoras extranjeras. No solo el uso del velo que cubre cuello y cabeza sino también normas más vinculadas a la religión que son ajenas a nosotras. A lo largo de mi carrera he jugado torneos por todo el mundo y cada uno es libre de estar como quiera en la sala de juego. En la olimpiada hay más de 150 países representados y hay de todo. Siempre que respetes la cultura del otro no hay inconveniente. En el caso de Irán no es así, las jugadoras estamos obligadas a usar el velo en la sala de juego, más allá de las creencias de cada una. Hay que cumplir con muchas normas que existen en un país en donde la religión está por encima de todo. Me parece que la FIDE no estuvo acertada en organizar un campeonato del mundo en un lugar donde se imponga una cultura. La sala de juego tiene que estar libre de imposiciones. Quiero que quede claro que no tengo nada contra el islamismo, yo solamente quiero ir a jugar al ajedrez tranquila. Varias jugadoras coincidieron con esta manera de ver las cosas.
APU: ¿Qué impacto puede tener esta decisión?
CL: La FIDE obvió el tema y me parece súper desprolijo que hayan publicado la información un mes y medio antes de llevarse a cabo el mundial. No hay mucho tiempo para prepararse, además es un gasto muy grande para las jugadoras. Es muy difícil conseguir ese apoyo económico en poco tiempo. La FIDE hizo como si nada. Las jugadoras que queremos jugar el mundial necesitamos que la FIDE nos brinde alguna garantía de algo. Yo les envié una carta y nunca me contestaron. Teniendo en cuenta las bajas, publicaron una nueva lista con el fixture y punto. Claramente algo pasó porque la actual campeona del mundo no va a participar al igual que varias de las mejores jugadoras del mundo.
APU: ¿Te sentís discriminada como mujer?
CL: Es una cuestión cultural, hay muchos países islámicos y me considero una ignorante sobre el tema. He convivido con personas de todas partes del mundo y sé que hay cosas que no me gustan, cosas que vemos muy seguido como la violencia contra la mujer, no respetan sus derechos. Igual me parece que no es el caso de Irán. La cuestión es que me quieren imponer su cultura, no puedo estar pensando otra cosa en un campeonato del mundo que no sea entrenar y jugar. ¿Qué pasa si hago algo que ofenda a alguien? Allá algo que para nosotros no es un delito puede significar algo grave y la penalización es cárcel o latigazos.
APU: ¿La FIDE también brinda tarde la información de los campeonatos masculinos?
CL: No, el circuito de hombres suele estar mejor organizado, bastante te diría. De hecho tiene más premios en efectivo. El último match por el título se jugó por un millón de dólares. Las condiciones son bastante diferentes, también tiene que ver con que hay muchísimos más hombres en el mundo que juegan al ajedrez. Creo que la cuestión tiene que ver con el hecho de que somos una minoría, no por ser mujeres específicamente.
APU: ¿Hay mayor representación masculina en los cargos directivos?
CL: Sí, mucho más. En Argentina el presidente de nuestra federación es hombre, el de la zona también es hombre, el del continente es hombre y el de la FIDE es hombre. Hay comisión de la mujer en la FIDE y hay algunas mujeres dirigentes. La presidencia de la federación de EEUU es mujer. Pero somos una gran minoría, tanto en la competencia como en la parte dirigencial. En Argentina somos pocas, pero las que hay somos muy buenas. Uno habrá escuchado del trabajo que se hizo en la Provincia de San Luis, donde tienen un ajedrez escolar, social y de alto rendimiento muy fuerte. Es un programa que abarca a 65.000 chicos y han sacado a muy buenos jugadores. Todo ese programa lo armó y lo llevó adelante, hasta el año pasado, Claudia Amura. También está Elisa Maggiolo en Boca Juniors que hace un trabajo social muy importante, y está Carolina Hurtado en La Plata. Yo misma me incluyo en la Universidad de Tres de Febrero. Sin embargo no participamos en la federación argentina.
APU: ¿Por qué piensa que es un deporte predominado por hombres?
CL: El ajedrez es un juego milenario. Las mujeres hace muy poco, en comparación a la historia que tiene el ajedrez, se han incorporado no solo al juego y al deporte sino a un montón de áreas. No hace tanto tiempo que en el mundo hay mujeres que se destaquen en la ciencia, en la política o en el deporte. Lo mismo pasa con el ajedrez. Nos va a llevar tiempo que esta minoría crezca.
APU: ¿Cuál es el criterio o cómo surge la diferencia de torneos por género y mixtos?
CL: Surge como una forma de incrementar la participación femenina que siempre fue minoría. Era complicado que la mujer se inserte en un ambiente bastante machista. La idea es estimular a una minoría y a partir de generar confianza para desempeñarte en el deporte te vayas integrando a esta mayoría. Muchas empiezan jugando torneos sólo entre mujeres y después empiezan a jugar torneos mixtos. La FIDE organiza todos los torneos grandes en rama femenina y después está la rama absoluta, lo mismo pero mixto. Vendría a ser el mal llamado mundial de hombres. En un torneo abierto hay 400 hombres y cinco mujeres, por ejemplo. Después están los títulos: Gran Maestro, Maestro FIDE, Maestro Internacional. Eso es en rama femenina y en rama absoluto. El título absoluto te exige una mayor performance.
APU: ¿Le tocó ser discriminada ante un adversario masculino?
CL: En el nivel de alto rendimiento no, la mayoría tiene bien claro que juegan blancas contra negras. Me pasó cuando era más chica. En el año '96 gané el campeonato argentino sub 12 mixto, eran 70 varones y dos o tres chicas. Recuerdo que yo iba primera y los pibes se querían matar, a los que perdían conmigo les hacían malteadas o los tiraban a la pileta. Entre ellos sentían una presión extra cuando jugaban conmigo. Creo que eso a algunas chicas las puede tirar para atrás, para mí era un desafío. Es cierto que es más difícil para las chicas, que todos te quieran ganar o te tiren esos chistes como “andá a lavar los platos”. Me ha pasado que me apuesten en la cara o que me hagan trampa, tuve muchas situaciones de esas. La frase que escucho siempre es “vos sos mujer pero jugás como hombre”, eso los consuela pero es generar un estereotipo que no es así, es como el típico “llorás como una nena”. Lloramos todos iguales. De todas formas, creo que la sociedad en los últimos veinte años cambió mucho.
APU: ¿El ajedrez es un deporte elitista?
CL: Ya no, el ajedrez es bastante popular. Se juega en las tres edades y no necesitas muchos recursos para hacerlo, con un tablerito en cualquier lugar se puede jugar. Las inscripciones a los torneos no suelen ser caras en relación a lo que cuestan en otros deportes. Para jugar afuera es caro como en todos los deportes. Cuando ya sos Maestro la federación te paga la estadía, la comida y no pagas inscripción. Pero cuando era chica para mi familia era carísimo, siempre fuimos de clase media o clase media baja. Mi viejo tenía que buscar apoyo en instituciones o políticos. Es mucho esfuerzo el que hace un deportista para llegar a un buen nivel.
APU: ¿Cuál es su función en la Universidad de Tres de Febrero?
CL: Soy coordinadora del programa de ajedrez. Tenemos una propuesta deportiva en relación a las competencias federadas, universitarias y amateur. También tenemos una diplomatura de enseñanza de ajedrez, es la única universidad que tiene esta carrera.
APU: ¿Se puede aplicar una perspectiva de género en la enseñanza del ajedrez?
CL: Pienso que sí. A través del juego podes transmitir un montón de valores, yo me formé con el deporte y el ambiente del club. El ajedrez tiene esa particularidad, a través del juego podes enseñar y transmitir otros conocimientos. En la universidad hay muchas mujeres que cursan la carrera, es muy parejo. La diplomatura no está dirigida solamente a ajedrecistas sino que también apunta a docentes y personas que estén vinculadas a la enseñanza, directoras de escuelas, maestras, profesoras de educación física, dirigentes de instituciones civiles y más personas que quieren incorporar el ajedrez en sus espacios.