Por cada 100 pesos que gana en promedio un varón, una mujer obtiene 79
Por Elizabeth Pontoriero | Foto: Daniela Amdan
Un dosier estadístico elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para conmemorar el 110° Día Internacional de la Mujer, expone las diferencias que existen entre hombres y mujeres en cuanto a la participación en el mercado laboral, el nivel de ingresos, la distribución de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos. Durante la pandemia, la diferencia de estas últimas se vio intensificada, lo que originó que muchas mujeres padecieran un mayor grado de ansiedad que los hombres.
Con motivo de celebrar el 110° Día Internacional de la Mujer, el INDEC presentó un dosier con datos estadísticos acerca de los progresos que han tenido las mujeres, durante las últimas décadas, tanto en los niveles demográficos y educativo como en la participación laboral alcanzada. Sin embargo, también, expuso las desigualdades que todavía existen con respecto a la autonomía económica, la percepción de sueldos y cargos y la distribución de las tareas domésticas que continúan siendo realizadas, en mayor parte, por las mujeres. Además, detalló de qué manera la pandemia tuvo una incidencia más negativa en las mujeres que en los hombres.
Según el informe, de acuerdo con datos del último censo realizado en 2010, entre 1869 y 2010, se ha producido un incremento en el número de mujeres, que han alcanzado un índice de 105 por cada 100 varones para la franja de menores de 65 años y de 145 para la población de 65 años y más. Esto se debe a que el promedio de vida, que en las mujeres es de 6 años más que los varones, ha crecido considerablemente durante las últimas décadas.
Con respecto a los matrimonios, si bien estos siguen siendo representativos con un promedio de 64,6%, el porcentaje de uniones consensuadas creció un 17,4% con relación al de 1991, pasando del 18% al 35,4% en 2010.
Entre los avances más significativos logrados por las mujeres, se encuentra la capacidad de decidir sobre tener hijos o no, lo que ha generado “un descenso sostenido en los niveles de fecundidad”, con un promedio de 4 hijos menos en 2010 que en 1869, según se desprende del censo de población 1869-2010 elaborado por la Dirección de Estadísticas Poblacionales.
En cuanto a materia educativa, el porcentaje de asistencia al sistema educativo representa un 56% en mujeres mayores de 18 años contra un 43% de los varones, logrando alcanzar, las mayores de 25 años, niveles más altos de educación formal, de acuerdo con lo aportado por un estudio del tercer trimestre de 2020
A pesar de estos avances, el informe del INDEC describe que, si bien las mujeres han logrado una cierta independencia económica gracias a su mayor participación en el mercado laboral, hoy en día, la brecha que los separa, es decir “la distancia entre mujeres y varones con relación a un indicador determinado”, continúa siendo elevada.
En esta línea, se comprobó que la tasa de actividad en los hombres es del 64,5% mientras que en las mujeres es tan solo del 45,4%. Del mismo modo, en cuanto a la tasa de empleo, el porcentaje es más bajo entre las mujeres, que representan un 39,4%, en tanto que los hombres sobresalen con un 57,7%.
Con lo expresado por el dosier, estas diferencias se ven afectadas según los distintos grupos de edades, así, mientras entre 14 y 29 años el porcentaje de la tasa de empleo en varones es de 38,2% y de 27,6 en mujeres, el grupo que involucra a personas entre 30 y 64 años refleja un 79,1% para los varones y 55,4% para las mujeres. A esto se suma una mayor exposición a situaciones de desempleo y subocupación horaria, que representa el 13,1% y un 14,2 respectivamente en mujeres, contra un 10,6% de desempleo y un 12,8 de tasa de subocupación, en el caso de los varones.
En lo referente al trabajo informal, aunque el análisis del INDEC muestra una situación cercana entre ellos, la mayor proporción en el empleo informal se da entre las mujeres, con el 29,2% y el 28,3% en varones. Esto se refleja en los distintos sectores que siguen teniendo una mayor participación femenina, como los empleos domésticos en un 97,7%, el área de la enseñanza en un 72,8%, el de Salud y Servicios Sociales en un 68% y el 33,2% en otras ramas, de acuerdo con datos surgidos del tercer trimestre de 2020.
Asimismo, entre las mujeres existe una gran desigualdad según el nivel educativo que posean, de este modo, aquellas que tengan una formación universitaria, completa o incompleta, tienen mayores posibilidades de conseguir empleo sobre aquellas que presentan un menor nivel de instrucción. Esto se traduce en que el 59,5% de las universitarias, habiendo o no obtenido el título, consigue empleo sobre el 41,4% que finalizó el secundario y el 22% que no lo pudo completar. Siempre sobre datos del tercer trimestre de 2020.
En lo que tiene que ver con los cargos de jerarquía, la brecha es enorme, pues mientras el 7,9% de los hombres accede a los cargos directivos o de mayor jerarquía, las mujeres solo lo hacen en un 3,9%, lo que les genera, en consecuencia, una menor cantidad de ingresos. Así, entre las mujeres ocupadas, por cada 100 pesos que gana en promedio un varón, una mujer gana 79.
Por otro lado, la diferencia que existe entre los ingresos percibidos por hombres y mujeres se percibe en gran medida en el área profesional, ya que, aun desempeñándose en el mismo nivel, mientras los varones perciben en promedio ingresos por 68.375 pesos, las mujeres reciben 49.076 pesos, dando una elevada brecha del 72%.
¿Qué sucede con las tareas en el hogar?
Respecto de las tareas domésticas, a pesar de los progresos que les permitieron a los hombres comprender que las obligaciones del hogar y el cuidado de los hijos es algo compartido, actualmente, esto continúa recayendo en las mujeres, lo que se traduce en un 83,4% de mujeres y un 51,2% de varones en la realización de estas labores. De esta manera, se deduce que mientras 5 de cada 10 hombres realiza tareas del hogar, en el caso de las mujeres lo hace más de 8.
En cuanto a la ayuda escolar durante la pandemia, dado que las escuelas se encontraban cerradas, un estudio sobre el impacto de la COVID-19 en los hogares del Gran Buenos Aires en 2020, reveló que en casi 3 de cada 4 hogares la dedicación estuvo a cargo de las mujeres, correspondiendo estas a un porcentaje del 74,2% en tanto que tan solo el 16% a los varones y, apenas, un 8% a la distribución equitativa.
De la misma manera, se relevó lo que tiene que ver con la presencia de servicio doméstico en las tareas domésticas y en el cuidado de hogares, que también recayó sobre las mujeres con un 64,1% para las primeras y un 70,3% para las segundas, quedando en un porcentaje del 20,1 y del 21,3 los varones, respectivamente.
Finalmente, debido a que durante la pandemia las mujeres se encontraron frente a una considerable exigencia, se reportaron mayores niveles de ansiedad e insomnio que los que se produjeron entre los varones, representando el 61,5% para las mujeres contra un 46,8% para los hombres.