Por la inmediata aparición de Abigail Condori
Por redacción APU
“¡Cada minuto cuenta, que aparezca Abigail”, fue el grito colectivo que resonó una y otra vez desde el megáfono la tarde del 15 de mayo en Av. Cantilo, donde la comunidad universitaria de la FADU (Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA) se concentró para exigir la aparición inmediata de la estudiante Abigail Condori Ustariz. Y es que, a menos de un mes de la quinta marcha de Ni Una Menos, volvemos a estar en vilo, con un nudo en la panza, porque otra piba más falta de su hogar, del aula, de su familia y de sus afectos.
Abigail, de 17 años, fue vista por última vez el 10 de mayo, cuando fue a cursar dibujo a Ciudad Universitaria (Belgrano, CABA). Ese día vestía una campera color beige, jeans azules, zapatillas blancas y una mochila color beige. Un compañero refirió haberla acompañado luego de clase a la parada de la línea de colectivo 33 (emplazada en el interior mismo del predio), a eso de las 18hs. Desde entonces no se supo nada más de ella, desconociéndose inclusive si llegó a abordar dicho medio de transporte o no.
Juan Carlos Condori, padre de la joven señaló, en diálogo con un móvil de TN, que “Ella o yo nos comunicamos por whatsapp, cuando subía a la línea 42, para así yo esperarla en la parada de Cobo y Picheuta (Bajo Flores). Siempre la espero ahí porque ella toma la línea 42, no hay otro colectivo”. Respecto al 10 de mayo, agregó que “Ese día yo le mandé un mensaje por whatsapp, pero nunca lo leyó, estaba como apagado. La esperé hasta las once, once y media de la noche en la parada y no apareció”.
Ante la imposibilidad de establecer contacto con la joven, Juan Carlos inmediatamente se presentó en la Comisaría N°38 a realizar la denuncia correspondiente. También se acercó al centro de estudiantes de la FADU (CEADIG), para informar al estudiantado la situación y solicitar colaboración con la búsqueda. Desde ese entonces, la comunidad educativa se sumó activamente a la misma, motorizando diversas iniciativas tales como afichadas en la universidad e inmediaciones, un ‘aplausazo’ en el patio principal de la facultad, y el corte de tránsito en Av. Cantilo previamente mencionado.
Gracias al trabajo articulado de diversas organizaciones sociales, políticas y estudiantiles, el caso fue cobrando visibilidad, logrando que Abigail sea nombrada en gran parte de los principales medios masivos. Y en este punto, una certeza ineludible: hay que nombrar a las pibas. Hay que gritar sus nombres, afichar sus rostros, viralizar sus fotos para que aparezcan. Encarar la búsqueda de una piba desaparecida implica, muchas veces, chocarse de lleno con la perversidad y selectividad de un sistema para el cual hay vidas que importan y otras que simplemente no. Ante la desesperante burocracia, lentitud y desidia de varias instituciones que son -deberían ser- engranajes claves a la hora de motorizar una búsqueda, se torna imprescindible la labor colectiva, articulada y constante de la ciudadanía, de las redes y organizaciones sociales, para ejercer conjuntamente presión social.
En la búsqueda interviene la Fiscalía Criminal y Correccional N° 55, a cargo de Augusto Troncoso, y el Departamento Comunal 7 (Comisaría 38) de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. También colabora el Ministerio Público Tutelar de la ciudad de Buenos Aires, que pidió que cualquier información sobre su paradero sea comunicada al 11-7037-7037 o a la página de Asesoría Responde: http://www.mptutelar.gob.ar/asesoria-responde. Aquellos que tengan información también pueden comunicarse con los números que la Fiscalía habilitó a tal efecto: 4380-2118 y (113) 197 0041.