¿Qué es un "parto respetado"? ¿Qué pasa durante el COVID?
Por Elizabeth Pontoriero
La "semana del parto respetado" se celebra del 17 al 22 de mayo con el fin de concientizar y promover que se cumplan los derechos de las madres y niños en el momento del nacimiento. En nuestro país, la Ley Nacional 25.929 de Derechos de Padres e Hijos durante el Proceso de Nacimiento, promulgada en 2004 y reglamentada en 2015, garantiza estos derechos, permitiéndole a la mujer gestante estar acompañada por una persona de su elección durante todo el proceso del parto y posparto y fomentando un mayor contacto de la madre con su hijo desde el instante del alumbramiento para lograr así un “parto humanizado”.
El “parto respetado” o “parto humanizado”, según describe UNICEF, se refiere al respeto de los derechos de las madres, niños y sus familias en el proceso del nacimiento, teniendo en cuenta las particularidades de cada familia, como la etnia, la religión y la nacionalidad, además de garantizar el acompañamiento en las decisiones que tomen, con el fin de que el parto se realice de la manera más natural posible.
La idea de implementar una semana para incentivar el cumplimiento de los derechos de las mujeres y niños durante el proceso de preparto, el parto y el posparto surgió en 2004 de la Asociación Francesa por el Parto Respetado (AFAR), una organización sin fines de lucro que informa y protege a las personas en el proceso de maternidad. A partir de allí, esta iniciativa fue replicada en varios países incluida la Argentina.
Fue así como, en ese mismo año, nuestro país promulgó la Ley 25.929 de Parto Humanizado para garantizar los derechos de las mujeres gestantes desde que comienza el proceso de parto hasta el nacimiento del niño y el posparto, con el fin de lograr un parto seguro y humanizado.
El objetivo de la Ley reglamentada en 2015, que promueve el cumplimiento del derecho al “parto respetado”, es hacer que tanto los derechos de la madre como los del niño sean respetados, que exista el contacto estrecho desde el momento del nacimiento y que la mujer se sienta protegida y acompañada durante todos los procesos que incluyen el parto y el posparto.
La finalidad del “parto respetado” es que la mujer que está próxima a parir pueda decidir y elegir sin condicionamientos el modo de dar a luz y la manera en que desea vivir ese momento, sintiéndose protagonista junto con su hijo. Para esto, es fundamental que esté informada en cada etapa de todo lo que pueda suceder o vaya surgiendo y, además, acompañada por una persona de su elección, lo que le brindará una mayor seguridad y tranquilidad.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el documento “Recomendaciones de la OMS para los cuidados durante el parto, para una experiencia de parto positiva” remarca la importancia del cuidado en este importante proceso, pues aclara que si bien la mayoría de los partos que ocurren a nivel mundial no presentan complicaciones, “el momento del nacimiento es crítico para la sobrevida de las mujeres y los bebés, ya que el riesgo de morbimortalidad puede aumentar considerablemente si surgen complicaciones”, y advierte sobre el uso reiterado de medicamentos y procedimientos para acelerar los partos que “tiende a debilitar la capacidad de la mujer de dar a luz y afecta de manera negativa su experiencia de parto”.
Hecha la ley: ¿derecho a qué?
La ley de parto respetado tiene alcance nacional y obliga en su cumplimiento tanto a los sistemas de salud públicos como privados. Entre otros puntos, establece que la mujer tiene los siguientes derechos:
-A ser informada acerca de las diversas intervenciones médicas que pudiera tener durante los procesos del parto, por lo que podrá optar libremente por alguna alternativa;
-A ser tratada con respeto, de manera individual y personalizada, garantizando su intimidad y sus normas culturales;
-A ser considerada sana, para que se le permita ser protagonista del proceso;
-Al parto natural, evitando cualquier intervención invasiva o la administración de medicamentos que no estén justificados, tanto para la gestante como para el niño o niña por nacer;
-A mantenerse informada durante todo el proceso de parto de lo que está sucediendo y del accionar del personal de salud interviniente;
-A estar acompañada por una persona de su confianza y elección durante todo el proceso;
-A estar al lado de su hijo o hija mientras dure la permanencia en la institución;
-A ser informada sobre los cuidados de sí misma y del niño o niña;
En cuanto a los derechos del recién nacido, la norma enuncia lo siguiente:
-A ser tratado con respeto y dignidad.
-A su inequívoca identificación.
-A ser internado junto a su madre en la sala y que la internación sea lo más breve posible, de acuerdo con el estado de salud de cada uno.
Por último, detalla los derechos de la madre y del padre en caso de que el recién nacido se encuentre en situación de riesgo. Así, entre otros, tendrán derecho:
-A recibir información suficiente y de manera comprensible acerca de la evolución de la enfermedad del niño o niña, lo que incluye el diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
-A tener acceso al recién nacido, a participar de su atención como, así también, a tomar decisiones que tengan que ver con su cuidado.
Parto respetado en épocas de COVID-19
La coordinadora de Obstetricia de la Dirección de Salud Perinatal y Niñez, de la Secretaría de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de la Nación, María Julia Cuetos, informó en una entrevista que, a pesar de la pandemia, “el parto respetado sigue siendo un derecho, obviamente, con algunas adecuaciones por el momento en el que estamos viviendo”, y que de ningún modo este contexto podría llegar a “impedir el acompañamiento”.
De esta manera, las instituciones establecieron una serie de protocolos que permiten dar cumplimiento al proceso del parto humanizado. Así, Cuetos detalló que cuando la mujer gestante y su acompañante de elección llegan a la institución, deben ingresar en un área que se llama “triage”, es decir, el sistema o protocolo de selección o clasificación de pacientes de acuerdo con la urgencia y necesidades, para evaluar su situación epidemiológica. Allí, les tomarán la temperatura y le realizarán algunas preguntas para determinar si son o no sospechosos de COVID-19. Eso determinará adónde los derivarán.
Con respecto a las características del acompañante, la coordinadora aclaró que debe cumplir con algunos requisitos, como no ser mayor de 60 años, ni ser niño y no poseer ninguna enfermedad preexistente. Por otro lado, deberá permanecer siempre al lado de la mujer, estar debidamente registrado y no deambular por la institución, solo podrá hacerlo para retirarse del lugar.
Finalmente, María Julia Cuetos agregó que “el parto respetado es muy importante porque se transita un modelo diferente de atención, no es el equipo de salud el protagonista, sino que sos vos, vos y tu embarazo, vos y tu recién nacido”.