Semana mundial de la lactancia materna: “Vaya a ayudar a su puérpera amiga”
APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11:30 a 14 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con la diputada provincial Mariana Larroque y la pediatra y puericultora Sabrina Critzmann, quienes reflexionaron sobre la semana mundial de la lactancia materna.
Agencia Paco Urondo: Para comenzar, ¿por qué es importante reivindicar la lactancia materna?
Sabrina Critzmann: Tenemos muy poca información, en general, como profesionales y como sociedad acerca de la lactancia deseada, del proceso de lactancia y de cómo acompañar las lactancias como son. Un poco no se investiga el tema y otro no le llega a la gente. Los profesionales tenemos escasa formación en lactancia. Quienes acompañamos infancias, tanto de salud, educación como otras personas, deberíamos conocer a quién podemos recurrir, y de qué manera, cuando hay que acompañar una lactancia deseada. En la carrera de medicina hay muy poca información y se sabe poco, y ahí viene el por qué.
APU: ¿Por qué ocurre?
SC: Porque las grandes corporaciones de la industria alimentaria y farmacéutica están ligadas a esos programas educativos. Hay charlas para profesionales de salud y congresos médicos que están sponsoreados por empresas de leche de fórmula, y eso claramente no ayuda a que lleguemos a la información correcta. Es importante destacar que la leche de fórmula es una herramienta tecnológica que podemos usar en muchas situaciones de salud, ya sea por decisión o necesidad, en las infancias. No buscamos no utilizarla, sino conocer cómo acompañar la lactancia, cómo se puede administrar fórmula de forma correcta y si esa familia va a poder acceder si se la indicamos como profesionales.
APU: ¿Es cara?
SC: Es cara y difícil de acceder. Cuando le indico fórmula a una infancia por una cuestión de salud tengo que estar muy segura de que esa familia la pueda adquirir, de que si se la dan en un espacio se la sigan dando hasta el año de vida, muchos la aportan hasta los tres o cuatro meses, de que tiene el agua para prepararla y lavar los biberones, de que no se va a contaminar ni preparar mal, ya sea demasiada agua y pocos nutrientes o muy poca y demasiado sodio. Hay un montón de cuestiones que tenemos que aprender como profesionales y enfocarnos en trabajar con quienes se dedican a la lactancia como las puericultoras.
APU: ¿Qué es una puericultora?
SC: Es una profesional, justamente, que se dedica a la lactancia y al cuidado de las infancias. Se forma en eso. Las lactancias son tan amplias como la cantidad de personas que hay en el mundo, del pecho, por biberón, mixta, o sonda nasogástrica, que se coloca en la nariz o en la boca y va al estómago directo porque hay infancias que no comen por boca y la discapacidad también debe estar atravesada por la lactancia.
Tenemos un sistema en el cual cuando una infancia tiene alguna situación de salud no sabemos qué hacer con la lactancia y en realidad hay que dar la opción a la familia, que pueda elegir, y si va a recibir leche tal vez la pueda servir extraída de su propia madre, o no, porque cada situación es diferente. Hay infancias que tienen botones gástricos, que son como un agujerito que va directo al estómago, y ahí pasa la comida y los medicamentos. Tenemos que formarnos en todo eso y en todo eso nos dedicamos a los puericultores.
APU: Hay varias opciones.
SC: Sí, no es una cuestión de ser abierto, es conocer que hay tantas realidades como personas y familias en el mundo. Sabemos que el principal motivo de abandono de la lactancia es la vuelta al trabajo remunerado fuera del hogar. Tiene que ver con el no apoyo de las corporaciones y de los Estados. Por ejemplo, no tener lugar para sacarse leche ni las horas que te corresponden para volver a tu casa. Capaz la empresa te dice que sí, pero te miran mal cuando te vas una hora antes. Tenes el lactario pero todos te tocan la puerta y te cuestionan que estás aprovechándote para no trabajar. Es la responsabilidad colectiva de la lactancia. Si no sabemos, no podemos acompañar. Estamos involucrados en la crianza de todas las infancias que son parte de nuestro mundo.
APU: ¿Cómo es eso?
SC: La sociedad cría, no una familia nada más. Esa infancia es parte de una sociedad, de un colectivo que lo acompaña, y lo que haga va a tener que ver con la crianza de la misma. Puedo criar a mi hijo con ciertos valores y ciertas decisiones que tomó mi familia, pero está inmerso en una sociedad y yo tengo que trabajar para conozca cuestiones de salud que hoy por hoy no están claras.
APU: ¿La sociedad argentina trabaja para eso?
SC: Tiene mucha legislación dispersa alrededor de la lactancia, hay buenas políticas e intenciones alrededor de eso, pero falta aplicación y sobre todo información y divulgación. Venimos de cuarenta años de información ligada a corporaciones y hay muchos mitos alrededor de la lactancia. Por ejemplo, a cierta edad ya no tiene que tomar más el pecho. Puede hasta el tiempo que decía la diada porque, científicamente, a nivel pediátrico, siempre le va a aportar esa leche probióticos. La principal fuente es la leche humana.
Hay factores de crecimiento e inmunológicos, está estudiado que las infancias que reciben leche humana tienen menos infecciones gastrointestinales, internaciones, otitis, etc. Esto no es nuevo y no tenemos esa información como sociedad. No tenemos los elementos para acompañarnos. A veces, tenemos la información y las ganas, consideramos que va a ser algo fácil, pero la lactancia es un proceso aprendido. No es gratis ni fácil. Lleva toda una curva de aprendizaje y dentro de las familias perdemos esa tradición de acompañarnos. Estamos muy solas en el puerperio, los principales enemigos de lactancia, aparte del trabajo remunerado, son los platos sin lavar, el piso sin limpiar, la tarea de los hijos, las cuentas que hay que pagar, entre otras.
Cuando uno tiene un bebé el mundo se para, pero sigue girando alrededor. Quiero darle la teta, me informé y me encantaría, pero hay tantas tareas alrededor y como sociedad festejamos que los niños vengan pero una vez que nace no nos esforzamos porque esa cría sobreviva. Los primeros meses son eso, que esa cría sobreviva y que nosotros sobrevivamos como familia. Por eso los insto, si quieren apoyar la lactancia de personas cercanas a ustedes, a que vayan a limpiarles el piso y darles una docena de empanadas.
APU: Por otro lado, ¿qué está haciendo el Estado por este tema?
Mariana Larroque: En la provincia de Buenos Aires venimos construyendo políticas públicas y trabajando en leyes. Tenemos sancionada una ley de buen trato hacia niñas, niños y adolescentes, que consiste en una capacitación, al estilo de la Ley Micaela, que busca justamente capacitar en el concepto de que las crianzas son comunitarias. Bajo el mismo formato de esa ley, es sobre cómo tratarlos de manera respetuosa y entender las distintas etapas. Hay situaciones en las que los niños necesitan, por su desarrollo cerebral, hacer determinadas cuestiones. Es una ley de promoción que busca fundamentalmente erradicar la idea de que las violencias pueden ser algún tipo de ordenador dentro de las crianzas.
APU: Esa gente que se lo permite a sus mascotas pero no a un niño.
SC: Le tenemos más paciencia a las mascotas que a los hijos.
ML: Sí, porque se entiende un poco más la irracionalidad de las mascotas. No se entiende la irracionalidad, que no es tal sino el desarrollo cerebral del niño. Hay cosas que está capacitado para hacerlo en determinada etapa, es muy lógico. Lo que busca esta ley, para personal jerárquico y trabajadores y trabajadoras del Estado, es capacitar en estas ideas del respeto en las crianzas.
APU: Respeto por las crianzas es hablar correctamente sobre el tema.
SC: Sí, es parte del camino.
ML: Sí, crianza respetuosa bien entendida, que no significa no poner límites ni un montón de cosas que a veces se tergiversan. Por otro lado, en la provincia de Buenos Aires logramos la adhesión a la Ley Nacional de Parto Humanizado en 2020 y venimos trabajando en lo vinculado a derechos sexuales, reproductivos y del nacimiento. Presentamos a su vez un proyecto complementario, que es el Plan Estratégico Provincial de Parto Respetado, que ya está vigente. Hicimos doce foros, uno por Región Sanitaria, discutiendo con la comunidad estos temas.
Buscamos hacer un proceso participativo. Discutimos con los equipos de salud, con quienes tienen responsabilidades institucionales, secretarias de salud y de género, concejales y concejalas, pero también con las organizaciones que vienen trabajando y militando estos derechos, con la comunidad, y con usuarios y usuarias del sistema de salud. Fue interesante porque logramos aportes que incorporamos a la ley, entonces se construyó y, de alguna manera, se militó porque entendemos que en un papel no son nada si la gente no conoce sus derechos ni políticas públicas.
APU: Además, en el caso del parto respetado, todas conocen historias, así que debe haber interpelación.
ML: Sí, la violencia obstétrica es transversal a toda la sociedad. En los sectores más vulnerables se ejercen determinados tipos de violencia y en los menos otros.
SC: El sistema de salud es violento para con sus trabajadores. Se construye una sociedad violenta globalmente. Cuando hablamos de crianza respetuosa no hablamos de un conjunto de cosas que hay que hacer con esa infancia, ni siquiera en lactancia. Siempre digo que es cómo tratas a otra persona delante de tu hijo. Aprenden con el ejemplo, no le voy a decir que hay que tratar bien a la gente sino que va a haber cómo yo trato a otra persona.
APU: Hay ciertas líneas más o menos autoritarias y otras más o menos “hippies”, ambas son complejas.
SC: Hay muchas cuestiones complejas. No es un decálogo de cosas que hay que hacer de una manera para que todo esté bien porque somos personas y no va a dar impecable. La vida tiene vericuetos y situaciones que no son tan lindas, que son parte de la vida y están bien. Los niños van creciendo, en su desarrollo neuro-madurativo van a aparecer desafíos y lo que llamamos berrinches.
En esos momentos no nos estamos entendiendo, esa creo que es la cuestión. No se trata de darle eso que lo está frustrando. La crianza respetuosa no es prender la tele para que deje de llorar. Un límite no es un castigo, es un límite. Es parte de un estrés que tiene que ver con aprender bajo la frustración y ver cómo se resuelve. No podemos estar enojados porque tiene ese berrinche, me encantaría que sea todo más fácil pero no va a suceder.
APU: Hay quienes piden por una ley de puericultura.
ML: Logramos la adhesión a Ley Nacional de Parto Humanizado, que está muy relacionado, otro proyecto que busca trabajar en los derechos del nacimiento y también tenemos algunos vinculados a la lactancia, como la adhesión a la ley nacional. Es de promoción, está bien, pero cuando empezamos a trabajar en la provincia nos planteamos ir un poquitito más allá. La adhesión y otro proyecto de ley que tiene que ver con fomentar la donación de leche, declarar de interés provincial a la lactancia materna y crear la red de centros de donación y recolección de leche.
APU: ¿Cómo es ese mecanismo?
ML: Se dona a un banco. Se hace un procedimiento con esa leche y después se usa porque hay casos de prematuros y prematuros extremos en los que es muy importante la leche humana, aunque no sea de su propia madre.
SC: La política de los bancos de leche es de las más espectaculares que hay en los Estados. Nosotros tenemos nueve, en todo el país, con un trabajo. Para que estemos acá hay gente que hace cuarenta años está trabajando en esto, realmente yo les agradezco. Es impresionante lo que hacen y es uno de los actos más hermosos de la crianza colectiva. Nadie dona leche que le sobra, sacarse leche sabemos que no es fácil.
Le estás regalando una oportunidad de salud a una infancia que no conoces y dando a otra madre un hijo más sano, porque en los prematuros la falta de leche humana es un factor de riesgo muy importante. Pueden fallecer, y los que la reciben en su prematurez tienen muchos menos factores de riesgo. Los bancos toman la leche de las personas donantes, que se la sacan como si fuera para sus hijos, con el mismo amor y esfuerzo, la pasteurizan y la reparten en bebés prematuros y gravemente enfermos. No sabes a quién fue, pero es un acto profundamente solidario.
APU: A riesgo de quedar como ignorante, ¿si le doy leche de fórmula atento contra la vida de mi hijo?
SC: No, ser mejor padre o madre no tiene nada que ver con la forma que alimentas a tu hijo. Ahí puede faltar un consejo profesional probablemente. Depende de la historia clínica y hay que ver cómo fue el proceso de lactancia de su mamá. Si lo deseaba o no, si fue acompañada o no. El momento de la puericultora es previo al nacimiento, aun cuando no desee amamantar y acompañamos todas las lactancias. Hay un montón de cuestiones, acompañemos todas esas lactancias. No tiene nada que ver con juicios de valor bajo ningún contexto y de ninguna manera porque la crianza es tan profunda y tan amplia. Tomaste una decisión en ese momento por las circunstancias y la información que tenías.
APU: Tampoco la idea de que antes hicimos todo mal.
SC: No, hiciste todo bien desde el más profundo amor a tu hijo y desde la más profunda búsqueda de la salud con la información que tenías en ese momento. A mi hijo mayor yo le di galletitas de alimentación complementaria, hoy no lo haría. Hay como 34 ingredientes, de los cuales cinco son azúcares. Yo me quedo con el hermoso recuerdo que compartimos, esa es la diferencia. Me alegro de haber transitado ese momento de felicidad.
ML: Hace poco tuvo media sanción el sistema de promoción, protección y apoyo a la lactancia materna. Estamos trabajando muchísimo en la provincia de Buenos Aires. Busca garantizar ese acompañamiento de personas formadas idóneamente en los conocimientos necesarios para este proceso. Tiene que haber una consulta prenatal, acompañamiento durante la internación conjunta y, planteamos, un espacio o consultorio de lactancia a dónde volver mientras dure todo ese proceso.
APU: ¿Cómo sería eso?
SC: Como vas por cualquier otra cuestión, vas al consultorio de lactancia, idealmente abierto 24 horas porque la lactancia deseada es una urgencia.
ML: En las clínicas privadas existen hace muchos años y en la provincia de Buenos Aires cada vez más tenemos puericultoras trabajando en los equipos y consultorios de lactancia donde se puede volver. No es un proceso necesariamente romántico, muchas veces surgen pequeñas o grandes dificultades o algunas patologías. Es una práctica cultural amamantar, entonces tiene una parte que es biológica y otra cultural. Antes se pasaba de generación en generación y se acompañaba más en la comunidad y hoy eso se perdió de alguna manera. Mucho tiene que ver el lobby de las leches de fórmula y esa intervención que se hizo. Hay varias generaciones que no han tomado prácticamente leche.
APU: Se han ido sumando distintos distritos.
ML: Sí, hay muchas instituciones en la provincia de Buenos Aires y cada vez más, pero está bueno también dejarlo instituido en una ley. Nosotros planteamos que tiene que haber acompañamiento. La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del 2019, la última que se hizo, decía que al momento de irse a la casa, la mamá con el bebé, casi un 97% se va con una lactancia establecida. Para los cinco meses, antes de lo que recomiendan los organismos internacionales, que dicen que sea de manera exclusiva sea hasta los seis meses y de manera complementaria hasta por lo menos los dos años, que muchas veces se malinterpreta y parece que es hasta, ese número desciende hasta el 31,4%.
APU: ¿Qué pasó en esos meses?
ML: El diagnóstico que tenemos, y algunos informes que salieron últimamente, es que faltó acompañamiento, ya sea del sistema de salud, de la comunidad o de espacios en el trabajo para extraerse leche. Faltó generar las condiciones de posibilidad para que esas lactancias se sostengan. Con estos proyectos de leyes buscamos entonces generar políticas públicas desde el sistema de salud y la comunidad. Acá hay mucho de construir creencias y mitos respecto de la lactancia, hace falta mucha información.
SC: Por ejemplo, lo del máximo hasta dos años, que como tiene que crecer voy a comprar leche de fórmula o comer cada tres horas, cuando en realidad es a demanda. Si come cada tres horas, probablemente, baje la producción, y empezamos a introducir biberón empezar. Hay un montón de mitos que atentan contra la lactancia.
APU: Eso repercute.
ML: De hecho, los motivos por los cuales las mujeres refieren que dejaron de dar la teta es porque dicen que se quedan sin leche. Sabemos, está estudiado, que te quedas sin leche por intervenciones. El funcionamiento de la fisiología de la mama es que responde a la demanda, cuanto más succiona el bebé más leche se produce. Si intervenís con una mamadera, empieza a dejar de producir. Interpreta que ese bebé necesita menos leche.
SC: No hay transferencia de leche, me estoy llenando, produzco menos. Ese es el mecanismo. Es importante que los profesionales podamos saber esto y no dar indicaciones obsoletas, como que son veinte minutos o cada tres horas. Eso ya se sabe que no corresponde, no está bien y obedece a otros parámetros hospitalarios que no tienen nada que ver con la lactancia. También tienen que saberlo los empleadores, porque para que se mantenga la producción de leche de una persona que está trabajando en un espacio lejos de su bebé tiene que haber una extracción cada determinado tiempo, depende de cada persona. El cuerpo economiza, estás creando una persona y tiene que sobrevivir. Va a llevar toda tu energía a que puedas estar estable.
ML: Por eso este proyecto propone capacitaciones para los profesionales y las profesionales de la salud. Hay muchos que tampoco saben, hay falta de conocimiento.
APU: Supongamos un problema clásico, como que una madre no logre que el hijo se prenda a la teta, ¿qué hace? ¿Hay una línea telefónica?
SC: No, es lo que queremos que suceda.
ML: Eso, o que pueda ir al primer o segundo nivel de atención donde se atiendan, donde nació su bebé. Lo ideal es que se vaya con que una puericultora, o una persona capacitada idóneamente, haya visto cómo es esa prendida, si esa lactancia está bien, y algunas cuestiones técnicas. Lo ideal es que, por lo menos, una vez la vean antes de irse.
APU: Existe pero no está sistematizado.
SC: Claro, existen puericultoras de lactancias. Las hay en el ámbito privado y en el público, algunas obras sociales están incorporando, pero necesitamos ubicuidad. Así como te rompes una pierna, vas a una guardia y te va a atender un traumatólogo en algún momento, tengo una urgencia en lactancia, como mastitis, dolor, grieta, que requieren atención, que realmente todas las personas del territorio nacional puedan acceder. Para lograrlo la gente tiene que entender lo importante que es ese profesional y que no va a trabajar solo sino con el pediatra de cabecera, neonatólogos, en conjunto todos.
APU: ¿El trabajo de puericultora es voluntario?
ML: En algunos lugares están los voluntariados, pero lo que buscamos hacer es la regulación del ejercicio profesional de las puericultoras. No lo está a nivel nacional ni provincial. Nosotros tenemos un proyecto provincial, que es donde trabajo, y buscamos que puedan cobrar. Muchas veces son voluntarias o contratadas como monotributistas o administrativas. Con este proyecto de ley buscamos regular esta tarea. Lo presentamos hace varios años, perdió estado parlamentario y lo volvimos a presentar. Se trató en la Comisión de Salud y lo venimos empujando.
APU: Que la puericultora sea un trabajo en sí mismo.
SC: Exacto, es formalizar la profesión. Hoy por hoy tenemos la primera tecnicatura universitaria en puericultura y crianza en José C. Paz, donde doy clases. Tenemos otras escuelas privadas también, por eso la importancia de regularlo y formalizarlo. Esperamos que se repliquen en un montón de universidades. Ya vamos por el tercer cuatrimestre y es presencial.
ML: Sí, es importante destacar que la Universidad de José C. Paz tiene un título oficial homologado y es una tecnicatura de tres años muy completa. Buscamos con este proyecto, por un lado, darle dignidad a las trabajadoras porque entendemos que la puericultora, dentro de la estrategia de mejorar la tasa de lactancia, es un eslabón muy importante. Hay otras profesiones que también tienen la incumbencia.
APU: No implica reemplazar otras tareas.
SC: Es sumar, no restar a nadie. Las obstétricas y pediatras tienen que inmiscuirse en la lactancia. Tenemos que saber, es mala praxis no hacerlo. Es mala praxis fomentar mitos, eso no hay duda. Esto se suma a las puericultoras, la idea no es restarle incumbencia a las profesiones sino tener otra figura que nos va a ayudar en este camino.
ML: La particularidad que tiene la puericultora es que se dedica exclusivamente a eso. La obstétrica tiene otras tareas, además de mirar el tema de la lactancia, y el pediatra ni hablar. Los tiempos en las instituciones a veces son muy complejos, entonces estás designando a una persona que tiene como tarea principal garantizar que ese bebé se vaya tomando la teta y estar para que vuelva por las dudas. Muchas veces caen con una mastitis a una guardia y le dicen de tomar antibiótico y destetar.
APU: Está mal eso.
ML: Sí, muy mal, porque no parte del deseo de la mujer. Va en detrimento de la salud de ambos, pero la forma de solucionar que muchas veces tiene el sistema de salud es esa.
APU: En concreto, ¿el proyecto de ley qué está trabajando específicamente?
ML: Regularizar la profesión de las puericultoras. Además, achicaría la discrecionalidad. Muchas veces te dicen que hay puericultoras que hacen un cursito por internet de dos meses y ya. Acá vas a tener que tener una formación certificada. Va en los dos sentidos, derechos y obligaciones.
SC: Las alumnas de la carrera tienen gran parte práctica en centros de salud. La idea es que además sigan trabajando en esos centros de lugares importantes, como José C. Paz y La Matanza, de donde soy, por la población que tienen. Somos casi dos millones de habitantes, mira si no va a ser importante la presencia de las puericultoras.
APU: Un primer paso sería su expansión por las clases populares, después que las más pudientes hagan lo que quieran.
ML: Ese es el punto. Yo defiendo y estoy convencida de que la lactancia pertenece a la órbita de la salud pública porque, además de todo lo que se ahorra en las dificultades que tienen los bebés, es mucho en términos de lo que es el Estado.
SC: Está estudiado que las empresas que apoyan a las personas que amamantan tienen menos ausentismo, que generan un clima laboral que acompaña en general a la persona que amamanta está más contenta y trabaja mejor.
ML: Menos internaciones y menos camas también. Además, la lactancia tiene este resultado que es beneficioso para los bebés en ese momento y para toda la vida.
APU: Queda fortalecido el sistema de salud hacia adelante.
SC: Además, es un factor protector para el cáncer de mama. Se podrían evitar muchos casos acompañando una lactancia deseada.
ML: A la vez, la lactancia tiene una función que es profundamente social. Hicimos una cuenta, para el mes de julio, que para alimentar un bebé de término promedio y tres kilos durante un mes con leche de fórmula una familia necesita $168 mil. Sólo para eso y en el mes, y es el momento en el que menos toma porque va creciendo y necesitando más.
APU: Ahí está el negocio de las corporaciones.
SC: No estamos contando el gas que gastan para calentar, el agua que utilizan, o los biberones.
ML: Hay personas, mujeres y familias a las que le dicen esto y es una información. Pasan por la esquina y compran. Ahora, la situación de una mujer de una barriada.
SC: Cuando no hacemos nada por la lactancia y lo primero que hacemos en espacios donde no hay acceso económico es decir que hay que dar fórmula, sin hacer nada ninguna otra cosa, ese bebé va a tomarla un tiempo porque la familia va a dejar de comer para comprarla. Van a buscar la manera posible para que pueda alimentarlo y, en algún momento, no va a poder comprar más, entonces va a empezar a tomar leche de vaca a temprana edad, que genera un riesgo de anemia enorme en las infancias y va a comprometer su neurodesarrollo, va a tomar té con azúcar o mate cocido o a comer a los tres meses.
APU: ¿Eso pasa?
SC: No lo digo porque me parece, lo veo. Lo vemos todo el tiempo. No conocer sobre lactancia, fomentar mitos, dar fórmula, que puede ser necesaria y ser utilizada, no estamos diciendo que no para nada, pero si es como primera herramienta sin conocer todo lo otro es parte de perjudicar la salud de las infancias. Es mala praxis. Es cara y está lejos de ser una opción sencilla.
ML: De elitista no tiene nada, es profundamente social y popular fomentar la lactancia. Es profundamente político dar la teta. No es casual que casi todas las mujeres que tuvimos el acompañamiento de una puericultora la amamos y la tenemos en nuestro corazón para toda la vida.