Cambio de Primer Ministro en 40 días: ¿Qué pasa en Gran Bretaña?
Apenas 44 días después de haber asumido como Primera Ministra del Reino Unido de la Gran Bretaña, Liz Truss no pudo aguantar el embate de los mercados y de su propio partido, que ante los errores de su programa económico le quitaron el frágil apoyo dado luego de la dimisión de Boris Johnson y de su elección partidaria para sucederlo.
Desde el principio su elección estuvo cuestionada, sus promesas económicas parecían no entender en que momento se encuentran el mundo, el continente europeo y su mismo país. Desde el Brexit se han sucedido 6 primeros ministros en 5 años, la política británica se acerca a la inestabilidad de la política italiana, con la diferencia que lo hace al ritmo de la desestabilización de su propia economía.
La entonces Primera Ministra, prometió un gran recorte de impuestos, pero no para la clase trabajadora, agobiada por la inflación y la suba de las tarifas energéticas, sino para los mas ricos. Aunque también prometió poner un tope a las tarifas, un congelamiento que redundaría en una masa millonaria de subsidios a los servicios públicos. La política de Truss pareciera entonces, que hubiera buscado contentar a todos por igual, la base partidaria, que la eligió, la elite económica, y la gente de a pie. Pero nada de esto sucedió, los errores de diagnostico de la premier la llevaron a la mas rápida salida de Downing Street de la historia británica.
Pero quien la hecho fue fundamentalmente el mercado, quién no vio en su proyecto ninguna clase de viabilidad económica ni política, y por ende destinada a subsistir en el tiempo. El neothatcherismo que intento desplegar Truss es algo que ya no corre para tiempos de incertidumbre, competencia geopolítica y fragmentación económica mundial de estos últimos años. El neoliberalismo de los 80s tenía una clara función y un claro destinatario en aquellos años, reducir el tamaño del Estado y disciplinar al fuerte movimiento obrero inglés. El primer gran experimento neoliberal en Europa antes de la caída de Unión Soviética.
Hoy, el panorama es bastante diferente, el rol del Estado parece volver a tener una importancia vital, la economía ya no le marca el paso a la política de acuerdo a sus intereses de clase, sino que la política le pone el ritmo de la música al que debe moverse según los intereses geoestratégicos del Estado. La pandemia primero, la guerra en Ucrania y la rivalidad entre el eje euroatlántico y China mas tarde, necesitan de un Estado fuerte, con capacidades y listo para responder ante un Estado como el chino, que si bien muestra una economía moderna, con una fuerte y gran actividad privada, posee un Estado, dirigido por el Partido Comunista, que es el que piensa, planifica y ejecuta todos las medidas económicas y sociales. Una competencia entre Estados no puede darse el lujo de prescindir de las herramientas necesarias para esta tarea. Liz Truss estaba fuera de época, y ahora, esta fuera del gobierno.
Truss promovió junto a su ministro de economía, Kwasi Kwarteng, un gran recorte de impuestos a ricos y empresas, y la no suba de algunos que el ex premier, Boris Johnson, había modificado. El recorte habría alcanzado los 45 mil millones de Euros, pero al mismo tiempo también anunció aumentos en los presupuestos de defensa y salud. Otro frente de problemas tiene que ver con la crisis energética, debido a la suba de los precios de la energía las tarifas de electricidad se han mas que duplicado, y Truss prometió ponerles un tope a las facturas. En abril de este año las facturas llegaron con un aumento del 55% y en este octubre se espera una suba de un 80%. Pero este tope solo se sostiene con subsidios, los que hubieran alcanzado la friolera de entre 110 mil millones y 150 mil millones de Euros. En estos momentos la inflación esta en alrededor del 10% interanual, pero se prevé que podría llegar hasta el orden del 18% en los próximos meses.
Los laboristas la presionaron con la posibilidad de sancionar alguna ley que gravara las ganancias extraordinarias de las compañías de gas y electricidad, pero la premier se negó, el dinero necesario se iría a cubrir con deuda. Y aquí viene el quid de la cuestión, durante la pandemia subió considerablemente el gasto publico, con lo cual la deuda publica aumentó del 85% en el 2019 del PBI al 102% al año siguiente. Hoy la deuda se ha reducido algunos puntos y se sitúa en alrededor del 95%. Por lo tanto, el riesgo de endeudarse masivamente, para sostener gastos, puso una gran presión sobre la economía británica. La libra se devaluó y los bonos del tesoro cayeron en picada, signo de que el poder económico financiero desaprobó por completo su plan. Hasta el gobierno de los EEUU y el FMI criticaron su plan económico.
El Banco de Inglaterra se vio obligado a intervenir recomprando deuda publica para bajar las alzas de la tasa de interés de los bonos a 30 años, los que habían subido a 5,14%, una máxima histórica desde 1998, y las redujeron a 4,73%. Mientras tanto, la libra cayó a su baja mas grande desde 1972, luego de los anuncios del Secretario de Hacienda cayó un 5%, aunque la moneda inglesa viene cayendo sin pausa desde principios de año. Ante esta caótica situación, Truss quiso dar marcha atrás, echó a su Secretario de Hacienda mientras este se encontraba en una reunión en el FMI y su lugar fue ocupado por Jeremy Hunt, el Canciller del gobierno de Johnson. Pero a pese a los anuncios del nuevo secretario la suerte del gobierno estaba echada.
El mismo partido presionó para su renuncia, Truss nunca fue del agrado de la propia bancada de los conservadores en la Cámara de los Comunes, su victoria fue mas por las bases del partido. Para la mayoría del sector político del partido el candidato era Rishi Sunak, el ex Secretario de Hacienda del gobierno de Johnson. Junto a Jeremy Hunt, Penny Mordaunt y el mismo Boris Johnson, eran los números puestos para lograr el cargo de Primer Ministro. Luego de una reunión entre la premier saliente y el Comité 1922, se decidió elegir a un sucesor en el corto tiempo de una semana. Esta vez la elección seria decidida por la bancada del partido, y recaería en la persona del favorito, Rishi Sunak.
La oposición laborista, por el contrario, exigió que se realizaran nuevas elecciones. Su líder, Keir Starmer se pronuncio en su cuenta de Twitter: “después de 12 años de fracaso Tory, el pueblo británico se merece algo mejor que esta puerta giratoria del caos. Necesitamos una elección general, ahora”, enfatizo el líder laborista. La negativa conservadora a llamar a elecciones se debe a que en una hipotética contienda se descuenta una derrota categórica
¿Quién es Rishi Sunak?
Pero, ¿Quién es exactamente Rishi Sunak?, el nuevo Primer Ministro. Como dijimos, fue Secretario de Hacienda de Johnson, con lo cual, desde lo económico su gobierno tendrá algunas similitudes seguramente. Sunak está graduado en Filosofía, Política y Economía en el Lincoln Collage de Oxford y tiene un Master en Administración de Empresas en la Universidad de Stanford en los EEUU. Tiene 42 años y es el Primer Ministro más joven en asumir el cargo en los últimos 200 años. Nacido en Southampton e hijo de inmigrantes indios que emigraron desde el este de África en la década del 60. Es miembro del parlamento británico desde el 2015 por la localidad de Richmond en el condado de Yorkshire del Norte y apoyó el Brexit en el 2016. Si bien formó parte del gobierno de Johnson y de su círculo mas cercano durante su estadía en Downing Street, Sunak fue uno de los ministros que renunció para forzar la salida del histriónico ex Primer Ministro.
En cuestiones familiares, el elegido Primer Ministro está casado con Akshata Murty, hija del multimillonario empresario indio fundador de Infosys, Narayana Murty, una empresa multinacional de servicios de tecnologías de la información con base en India y presencia en países como China, Australia, Inglaterra y Japón. Entre Sunak y su esposa forman parte de las 222 personas con mas fortunas en Gran Bretaña con 730 millones de Libras Esterlinas. Sunak ha trabajado para fondos de inversión como Goldman Sachs y The Children´s Investment Fund Management. Es la primera vez que un Primer Ministro es más acaudalado que el mismísimo rey.
Mientras tanto, Sunak confirmó a Hunt como Secretario de Hacienda y parece ratificar lo actuado en la ultima parte del gobierno de Truss, lo que trajo la calma a los mercados financieros británicos. También confirmó en la cartera de Interior a Suella Braverman, quien había renunciado dos días antes que la ex Primera Ministra con críticas a la crisis política desatada, y que fue un factor determinante de la renuncia de Truss. Braverman apoyó a Sunak para su nombramiento para el cargo. Los laboristas se han aprovechado de esto para denunciar un “pacto sucio” entre Suella y Rishi, y han pedido una investigación independiente para tratar de dilucidar si hubo algún tipo de promesa “a puerta cerrada” entre los dos.
El Primer Ministro ya tuvo comunicaciones con sus pares de EEUU y Ucrania, y en un comunicado en conjunto manifestaron trabajar juntos para apoyar a Ucrania y hacerle frente a China (El Reino Unido declaró a China como una amenaza recientemente). También reafirmaron la “relación especial” que mantienen los dos países y se comprometieron a trabajar en conjunto en cuestiones de seguridad global, reafirmando así su alianza en el AUKUS. Gran Bretaña y EEUU son los principales proveedores de armas al gobierno del presidente ucraniano Zelensky. Con este ultimo habló para manifestarle el apoyo de su gobierno a través del envió de armas y el mantenimiento de la presión sobre Moscú a través de las sanciones económicas, y Zelensky lo invitó a visitar Kiev para reunirse en persona.
"En estos momentos la inflación esta en alrededor del 10% interanual, pero se prevé que podría llegar hasta el orden del 18% en los próximos meses"