España: "Podemos" y el retorno de lo reprimido
Por Jorge Alemán*
El modo evidente en que la derecha neoliberal y la derecha progre, con los medios oficiales amplificando, difaman e intentan deslegitimar a Podemos no obedece exclusivamente a una estrategia deliberada del establishment y del PP como su partido hegemónico para consolidar la unidad y despertar a sus bases y a su militancia.Tampoco se trata, como sostienen algunos, de que lo hacen para seguir limando al PSOE, y erigir a Podemos a sabiendas de que Podemos nunca alcanzará las estructuras de Poder. El asunto es, como ya lo han visto algunos, que han empezado a sentir el miedo y la angustia por aquello o frente aquello que Podemos verdaderamente desea.
De donde obtiene este miedo o más bien esta angustia la fuerza que nutre su presencia explícita o no, en todos los comentarios de la derecha. Propongo esta lectura:
1) La transición tuvo como condición de posibilitad que ciertas cuestiones relativas al alzamiento fascista fuera excluidas de la discusión para que el pacto fuera posible.
2) Esa parte excluida, ese resto imposible de reabsorber, el contexto de la Transición, funcionó como "la parte que no tiene parte" y que por tanto si reaparece puede querer todo.
3) Podemos, al no temer encarnar el antagonismo que la situación histórica demandaba, y trazar la frontera designando a los adversarios por su nombre, provocó, y esto sin proponérselo porque estructuralmente ningún calculo a priori puede lograr esto, el "retorno" que había sido reprimido en la transición, y por ello ahora al modo de un "espectro" es la parte que fue excluida que ahora viene "por todo".
4) En la pregnancia de ese Espectro sobre la realidad lo excluido histórico se encarna fugazmente en distintas figuras: el muerto sin enterrar, el exiliado que está siempre por volver, el niño que retorna por su nombre.
5) Aunque estas figuras espectrales nunca son nombradas en el quehacer político de Podemos de un modo directo, el sólo hecho de haber encarnado el antagonismo en la situación ha hecho posible que al modo de un "suplemento" amenazante, la derecha se sienta asediada por un deseo que viene de Otro y que no tiene nombre. Es el regreso de lo que a la vez está siempre por venir, la justicia que la historia siempre, de un modo imprevisto, puede volver a poner en marcha. Este es el punto, que según mi perspectiva, sitúa lo insoportable en el espacio simbólico de la derecha y, por ello, captamos una y otra vez la repetición, la presencia de una rabia extra, en sus declaraciones obsesivas.
Psicoanalista y escritor. Consejero cultural de la embajada argentina en España.