Kurdistán: sigue en pie el proyecto kurdo en Siria
Por Guido Luppino
Se dieron a conocer nuevas denuncias, en los últimos días, acerca de las prácticas ilegales que recibe Öcalan mientras cumple su condena en Turquía. La Plataforma de Abogados para la Libertad se volvió a expresar sobre las condiciones carcelarias que sufre Öcalan. Se informó que el Líder kurdo no puede reunirse con sus abogados hace más de seis años, la última vez ocurrió en el 2011, y que la última visita que le fue permitida data de hace más de un año.
Un representante de la Plataforma de Abogados para la Libertad recordó que “la Corte Europea de Derechos Humanos dictaminó que Öcalan fue mantenido en aislamiento y torturado”1, por lo tanto se sostiene la hipótesis que se están cometiendo delitos contra los derechos humanos del detenido. De hecho, desde esa visita familiar el pasado año, no existen noticias sobre Öcalan.
Por otro lado, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció las represiones cometidas en Turquía y las detenciones arbitrarias. El gobierno de Recep Tayyip Erdogan vuelve a sufrir denuncias sobre ataques a funcionarios, periodistas, intelectuales y activistas políticos, ejercidos cada vez con mayor dureza. Erdogan gobierna el país desde el 2003 al frente del Partido por la Justicia y el Desarrollo (AKP), primero como Primer Ministro y ahora como Presidente, con una postura islámica y de la derecha política imponiendo medidas severas y persecutorias contra la oposición al gobierno.
Se reafirmó que los mayores hostigamientos recaen sobre militantes políticos de izquierda y sobre el pueblo kurdo. Entre ellos se encuentra el caso emblemático de Öcalan, quien se encuentra condenando a cadena perpetua desde el año 1999 acusado de terrorismo y separatismo, sumado a esto se encuentra preso en estado de total aislamiento en la isla turca de Imrali y con múltiples denuncias sobre su trato.
Desde el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos se anunció que en los próximos días se lanzará un informe sobre violaciones de Derechos Humanos en Turquía, en donde se espera que se trate el tema del líder kurdo.
Rojava
El ataque del Estado turco sobre el pueblo kurdo siempre fue una constante. Pero todo se intensificó una vez comenzada la Primavera Árabe en el 2010. Desde ese momento los kurdos de Siria (recordemos que Kurdistán se divide en cuatro regiones entre Siria, Turquía, Irán e Irak, con distintas organizaciones) comenzaron a organizarse y reforzarse ante los combates civiles que atraviesan constantemente al país sirio.
En medio del conflicto en la región, puntualizados en Siria desde el 2011 cuando comenzó la guerra civil, el proyecto kurdo muestra un horizonte de democracia novedosa. Confederalismo democrático se llama la propuesta teórica formulada por Abdullah Öcalan.
El Kurdistán Sirio, también llamado Rojava, se encuentra en manos de las milicias kurdas desde el año 2012, en el marco de la guerra civil siria. A fines del 2013, habitantes de la región declararon el autogobierno en Rojava. De este modo, comenzó a ponerse en práctica la propuesta teórica de Öcalan.
Una vez declarada la autonomía en el norte de Siria, se creó el Comité Supremo de Kurdistán, integrado por 16 partidos políticos, donde la facción principal es el Partido de la Unión Democrática (PYD), ligado al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) de Turquía.
Las Unidades de Protección Popular Kurda (YPG) representan el brazo armado oficial del Comité Supremo Kurdo, quienes han obtenido importantes victorias sobre los ejércitos del Estado Islámico (ISIS). Algunos de los triunfos más importantes fueron los de Kobane en 2012 y el de la ciudad de Tal Abyad, concretado en el 2015.
Ambos triunfos fueron reconstruyendo las esperanzas históricas de una nación propia, pérdida hace ya casi un siglo. Ni los tratados de Sykes-Picot (1916) ni los de Sèvres (1920), lograron darle un suelo propio a la población kurda. Si bien con Sèvres la opción parecía más cercana, la posibilidad fue derrumbada con los Acuerdos de Lausana de 1923, donde se establecieron las nuevas fronteras de la Turquía moderna, sin tener lugar la formación de Kurdistán.
Hoy en día, la organización en Rojava está mostrando su poderío organizativo, político y militar, pretendiendo poder obtener su propia nación una vez concluido el conflicto militar en Siria.
¿Qué es el Confederalismo democrático?
La noción del Confederalismo Democrático fue formada por el líder kurdo, Abdullah Öcalan. El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), desde su formación (1978) se ha declaro marxista-leninista pero con el tiempo ha virado hacia una concepción novedosa de la teoría. Desde el 2000 surgieron discusiones sobre qué modelos seguir a la hora de poder realizarse políticamente, concluyendo en la propuesta de Öcalan basada en una “Democracia sin Estado”. Los mismos kurdos aparentan este modelo con el zapatismo mexicano o el proceso boliviano del Movimiento Al Socialismo (M.A.S.).
El Confederalismo Democrático tiene sus bases en una democracia participativa con inclusión religiosa y étnica, ecologismo y feminismo.
En Rojava las asambleas y consejos comunales son los medios de construcción del proyecto político. Existen asambleas callejeras, barriales y de ciudades, que responden a una asamblea general democrática. Todo se basa en formar una matriz política a través de comunas, otorgando poder al pueblo y decisión política desde las bases de la sociedad civil. Por encima de las comunas están los Consejos, hasta llegar al Consejo Popular de Rojava, máximo órgano político.
En materia económica se trabaja por una economía social con impronta local y autogestionada por el pueblo. Las comunas y las cooperativas son quienes conducen la producción económica en Rojava. El ecologismo es otro pilar a implementar, tomando los principios de ecología social de Murray Bookchin, quien basa su modelo en una producción regional, ecológica y descentralizada.
Otro pilar clave es el feminismo, una de las principales banderas políticas del proyecto de Rojava. Las mujeres kurdas ocupan puestos que rompen todas líneas del patriarcado, ya sea como parte de las milicias o con ejércitos puramente formados por mujeres, ocupando altos mandos políticos, entre otras cosas.
Conclusión
Por último, si bien entendemos el avance en el proyecto político del Confederalismo Democrático, esto contrasta con el reconocimiento internacional que pueda llegar a lograr. Las milicias kurdas se han hecho fuerte y hoy son parte de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), principal bastión militar contra los ejércitos del Estado Islámico, pero esto no significa que Rojava sea aceptado internacionalmente por quienes lideran políticamente el mapa mundial.
Es complicado, una vez finalizado el conflicto al interior de Siria, suponer que se permita profundizar el proyecto kurdo ya que el gobierno de Erdogan continúa atacando a los kurdos con la complicidad de sus aliados de la OTAN. Muestra de esto son las constantes denuncias sobre el trato que sufre Öcalan en prisión, pero que nada se hace al respecto desde la comunidad internacional.