La “Flotilla Global Sumud” hacia Gaza: entrevista al capitán argentino Jorge González
El doctor en Historia Guillermo Caviasca dialogó con Jorge González, el capitán de barco argentina que participa de la flotilla que se dirige a Gaza con ayuda humanitaria. Publicada por primera vez en Noticias Pia.
Jorge González es un capitán de barco argentino, un profesional reconocido internacionalmente que ha navegado en veleros por mares realmente peligrosos. Pero hoy no lo entrevistamos para que nos cuente sus travesías más difíciles, ni sus aventuras náuticas, sino para que nos relate cómo se encara la acción de la Flotilla Global Sumud, de la que él es parte. Es un conjunto de navíos civiles que se dirigen a Gaza con ayuda humanitaria, intentando romper el bloqueo israelí, algo sin duda más peligroso que el mar más tormentoso.
La flotilla es un nuevo intento de organizaciones civiles para llegar a Gaza con ayuda humanitaria. Han existido varios intentos, de los cuales el más famoso fue el encabezado por el Mavi Mármara de Turquía, donde los israelíes asesinaron a diez personas cuando se aproximaron. Hoy, la situación se encuentra en un límite quizá único en la historia, o entre los más graves en lo que respecta al daño intencionado sobre la población civil. Israel busca anexionarse los restos del territorio palestino despoblándolo mediante una “limpieza étnica” que ya tiene tintes de genocidio. Es el primer genocidio de un pueblo que vemos en vivo y en directo todos los días, y cuyos más altos perpetradores difunden con una impunidad que, sin duda, sí, es única en la historia. Una cuestión que quien escribe considera una ofensa a la humanidad.
El nombre de la Flotilla Global Sumud proviene del árabe ṣumūd, “perseverancia, constancia”, palabra utilizada para designar la actitud de resistencia de los palestinos frente al avance de la colonización israelí.
En el momento de publicar esta entrevista, la flotilla ya habrá partido de Túnez, tal como señala González que es necesario. El capitán argentino señala que “la decisión de que la flota zarpe fue aguijoneada porque la presión sobre Túnez es insostenible y no quieren echarnos, pero no les va a quedar opción. Aquí están prohibidas las manifestaciones, pero el gobierno hizo una excepción y permite las que sean a favor de Palestina. Por eso, desde ayer hay cientos de personas cantando y bailando frente al puerto. Y por la calle nos saludan, nos abrazan y nos piden sacarse fotos. Hoy estábamos comiendo con Pablo Solarz en un bar en la vereda, y se acercó un señor a hablarnos, pero estaba tan emocionado que no lograba expresarse. Me levanté y le di un abrazo, y se le caían las lágrimas. Lo que quería era sacarse una foto con nosotros porque teníamos puestas unas remeras de la flotilla”.
Hoy domingo, los primeros cuatro barcos quedaron en el camino, entre ellos el Isobella de Darío, que sufrió daños en el instrumental indispensable de navegación. Algunos más lo harán en los próximos días, ya que los desafíos técnicos surgidos del aislamiento al que los gobiernos europeos someten a la flotilla acrecientan las dificultades.
Vamos a la entrevista.
Hola, Jorge, ¿cómo estás? Para comenzar la entrevista, vamos a ponernos en situación. Cuéntanos dónde estás ahora y cuál es la característica de la flotilla que integras.
Hola, Guillermo, buen día, ¿cómo estás? En este momento, estoy por la calle en Túnez, así puedo responder tranquilamente las preguntas.
La Global Sumud es la mayor iniciativa en materia de flotillas que se ha hecho hasta ahora con la intención de romper el bloqueo israelí sobre Palestina. La intención es contar con más de 50 a 60 barcos al momento de llegar a Gaza, si es que nos dejan llegar, claro. Veintitantos partieron de Barcelona; son todos barcos del montón, así que hay algunos barcos especialmente grandes de motor, después mucho velero del montón, lo que está trayendo algunas consecuencias negativas como la imposibilidad de marchar a la misma velocidad. Es sabido que cuando armamos un grupo diverso, la velocidad va a ser la del más lento si se pretende ir juntos y, en este caso, es la de los barquitos más pequeños que no consiguen ir contra el viento o contra la ola. Las reglas de la navegación a vela están muy reñidas con las reglas de la política y de la urgencia; los barcos no entienden de urgencias y, entonces, hay que ir a esperar el clima, esperar el viento, que no se puede controlar. En fin, los veleros más sencillos, a pesar de que tienen motor, son barcos de vela, entonces el motor es auxiliar y va muy despacio. Eso causó una primera dispersión apenas saliendo de Barcelona, donde unos terminaron en Menorca, otros en Mallorca y otros directamente se quedaron en Barcelona. Finalmente, nos reagrupamos acá en Túnez.
Aquí empieza la siguiente etapa, ya que Túnez es como la puerta de Oriente Medio (es la división entre el Mediterráneo occidental y el oriental, N. del R.). Así que, bueno, acá arranca la siguiente etapa. La iniciativa tiene los antecedentes de hace tres o cuatro meses, cuando los detuvieron en aguas internacionales; abordaron y detuvieron en aguas internacionales el barco donde iban Thiago Ávila y Greta Thunberg y metieron en cana a ellos y a toda su tripulación. Después los deportaron y al barco lo hundieron con la ayuda que se llevaba dentro. También está el antecedente de hace como 10 años, donde ametrallaron a la flota a Gaza (interceptaron la flotilla encabezada en 2010 por el barco turco Mavi Marmara; el ataque israelí dejó un saldo de diez muertos y decenas de heridos, N. del R.). Son gente dispuesta a pagar el costo político de atacar a una flotilla humanitaria, eso ya lo sabemos, así que bueno, ahí hay unos riesgos asumidos.
Pero, entre el antecedente de hace 10 años de ametrallar y matar a nueve integrantes de la tripulación hasta detenerte y deportarte, en el medio hay grises, digamos, más o menos agresivos. Pero el hecho es que nunca han dejado llegar ninguna flota a Gaza y son gente dispuesta a pagar el costo político de atacar una flotilla.
Hay gente de 44 nacionalidades diferentes y lo que los une, y es lo que dice la organización, es precisamente abrir un corredor humanitario. Esa es la única y prioritaria intención: abrir un corredor humanitario para que pueda entrar en Gaza la ayuda que llevamos. Esta ayuda es simbólica a nivel masivo, pero, sobre todo, rompiendo el bloqueo, se busca lograr un puntapié inicial para que comience a pasar toda la ayuda que está parada en la frontera de Egipto y toda la ayuda que podrían mandar organizaciones, países… si se logra abrir ese corredor humanitario y no como ahora, que la única ayuda que entra es la que los israelíes ponen de cebo, de trampa, para fusilar a la gente en una “feria de la comida” con francotiradores. Entonces, ese es el objetivo de la flotilla, la forma y, más o menos, la composición.
La verdad es que la flotilla es un movimiento muy amplio, muy light según cómo uno lo mire, pero por otro lado tiene ingredientes interesantes como el internacionalismo, aunque no usen esa palabra. Es decir, hay 200 pibes y viejos —porque hay gente de veintitantos años y gente de setenta y pico— que están llevando adelante una tarea internacional, aunque no conozcan la palabra, ni el concepto, ni los antecedentes de esa práctica y eso está buenísimo y para mí es una oportunidad, como te digo, privilegiada.
Yo no sé de dónde viene el financiamiento, para mí probablemente podría venir de Catar, pero si viene de Londres me da igual. La verdad es que era una iniciativa oportuna y valía la pena. Digo esto de que el financiamiento podría venir de cualquier lado, en el sentido de que son tantas las internas de los judíos, hay tantos proyectos distintos en pugna en Israel y muchos no son el sionismo, que entonces tranquilamente puede venir de otro lado este asunto y le están serruchando el piso a Netanyahu. Esta gente es capaz de cualquier cosa si pueden imponer su proyecto por el del sionismo, entonces no sé. No quiero meterme demasiado en especular sobre eso porque es muy complejo.
¿Qué te motivó a ser parte de esta iniciativa?
Bueno, yo me sumé a la flotilla porque soy capitán de barco, soy navegante de toda la vida, tengo bastante experiencia en el tema y es mi trabajo, de hecho, soy profesional en eso y conozco la justicia de la causa palestina. Yo participaba en muchas actividades de solidaridad con Palestina en la Argentina hace años y ahora se trataba de barcos, o sea, de llevar un barco, de ser solidario con los palestinos y partiendo de Barcelona. Yo estoy residiendo temporalmente en Barcelona, entonces la verdad es que veo la posibilidad como un privilegio. Dejé de trabajar un mes antes de lo que estaba previsto, pero porque me puedo dar ese lujo, en definitiva, porque estoy bien alimentado y tengo trabajo. Entonces me parece un privilegio y un honor poder aportar mi conocimiento para llevar un barco con dirección a Gaza y aportar lo que se pueda. Así que estaba ahí y me sentiría muy indigno, me sentiría muy avergonzado de no haber aceptado, de no haberme inscripto en el pedido de voluntariado porque, ¿con qué cara voy a mirar a la gente, a los compañeros? Yo sabía que hay un riesgo obviamente, que nos pueden hacer mierda, pero bueno, tú me entiendes, sería una deshonra para toda la vida haber mirado para otro lado ante esta convocatoria. Conozco mucha gente que me envidia por estar en este lugar, de hecho, con una envidia más que sana. Solo lamento que las condiciones técnicas del viaje hayan impedido a mi velero poder seguir el camino desde Túnez.
¿Cuáles son los siguientes pasos de la flotilla?
Te digo cómo sigue el viaje, sigue muy complicado porque se suponía que podíamos hacer escalas en Sicilia, en Grecia y de Grecia bajar, hacia Gaza, que es un toque llegar. Ahora resulta que no podemos tocar ni Italia ni Grecia, porque ambos gobiernos dicen que no nos dejarían salir si tocamos puertos de ellos, con lo cual, el plan es un viaje directo de acá a Gaza y eso técnicamente es casi imposible para el 80% de las embarcaciones, solo podrían hacerlo los grandes barcos que tienen mucha más autonomía; quedarían afuera más de la mitad de ellos. Si yo fuera parte de la dirección de esto diría que basta de esperar, hay que renunciar a la espectacularidad de los 50 barcos llegando juntos con banderas y priorizar la llegada cuanto antes. O sea, apuremos el desenlace del asunto porque si no se “derrite”. Si tardamos 20 días en llegar, pasó otra noticia, Israel hace mil otras cosas. Por eso está bien que se haya decidido partir ya, aunque haya dudas de las condiciones de muchos veleros.
Nuestro problema técnico es que muchos barcos no pueden navegar mil millas directo sin escalas. Tú puedes cruzar el Pacífico en 60 días sin motor, pero el viento sopla siempre del mismo lado; acá en el Mediterráneo sopla aleatoriamente, entonces eso es imposible y varios de los barcos tienen para andar a motor dos días, dos días y pico. Estamos en Túnez, estamos en un país que es como una puerta a Oriente Medio, ya estamos fuera de Europa, y de aquí para adelante hay que acercarse a Gaza. Esa sería la respuesta lógica, hay que intentar acercarnos a pesar de todas las agresiones, dificultades y amenazas del Estado de Israel.
¿Qué piensan que hará Israel ante el intento de ayuda humanitaria que llevan?
¿Qué esperamos de Israel? Bueno, no se puede saber. Está la amenaza de tratarnos como terroristas, de meternos en cárceles, en serio, no como a Greta y a Thiago que los detuvieron y deportaron (Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad Nacional de Israel, propuso la calificación de «terroristas» para los activistas de la expedición, lo que permitiría arrestarlos en cárceles de alta seguridad, N. del R.). Después hubo otro funcionario que fue más allá, dijo que para repeler a la flotilla o para esperarnos tenían 10 misiles de esto, cinco de otro, 20 de otro tipo, con lo cual fue más allá de la cárcel para terroristas, porque los misiles no tienen una opción de uso no letal (las FDI están realizando maniobras con la “división naval Gaza” en este sentido, N. del R.). Bueno, esas son las amenazas. Yo insisto en vincularlas con una estrategia de debilitamiento y en que es una muestra más de su preocupación por la flotilla, la que sí influye, porque en el medio de ese contexto es algo que está teniendo mucha visibilidad en el mundo y la verdad es que no creo que sean tan brutos de atacarnos con misiles, aunque no dudo que no les cuesta nada obviamente, pero me parece que solo potenciaría la solidaridad con Palestina y el aislamiento político en el que están cayendo de a poco, pero sostenidamente, así que no creo que vayan a la opción más violenta.
Creo que nos están amenazando para asustarnos, para dividirnos; de vez en cuando tiran un dron, ya atacaron dos barcos, anoche fue la primera noche que no atacan. Me parece que su política va a ir in crescendo en la medida en que nos vayamos acercando. Eso es lo que están buscando en este momento: achicar, debilitar a su enemigo, que, si nos tienen que atacar, meter en cana o lo que sea, cuantos menos barcos seamos para ellos mejor. Entonces, si por el camino alguien se va asustando, va desertando, va dudando, algún barco se rompe, bueno ya están ganando con eso, ese es su plan, creo. Cuando estemos quinientas millas más allá su plan va a ser más parecido a lo de los drones, y si avanzamos 800 millas más allá, llegando a Gaza, va a ser más agresivo, probablemente. Pero bueno, lo de los misiles y lo del trato como terroristas, yo creo que es pura amenaza.
¿Cómo es la situación en Gaza respecto de la flotilla?
No sé si nos esperan, dudo mucho que en Gaza tengan muchas noticias, capaz que saben del asunto de la flotilla, pero no creo que tengan demasiado detalle ni demasiada esperanza. En esto ellos tienen otras formas de lucha que son un poco más directas. Es que están en el terreno, son los protagonistas, son las víctimas del genocidio y también son los protagonistas de la resistencia.
¿Cómo se piensa actuar en el momento en que se enfrenten a las fuerzas israelíes?
Sobre cómo actuar frente a Israel, uno tiene para comparar con esos antecedentes. La opinión de la organización es, para mi gusto, un tanto esquemática; ellos fueron dos veces en los últimos años y las dos veces la reacción de Israel fue la misma: abordarlos, detenerlos y deportarlos. Eso es lo que para mí es un poco esquemático: que lo que va a suceder será como sucedió dos veces y creen que la tercera va a ser igual. Yo no lo comparto, porque hay que ver los cambios que hubo en el conflicto. Israel puede actuar de diversas maneras y ese Israel que hizo eso hace tres meses no es el mismo ahora, sobre todo porque no es la misma la impunidad mediática, el blindaje con el que cuentan, porque se fue resquebrajando y al día de hoy está bastante deteriorado por varias razones. No, no por la flotilla, pero sí porque, por ejemplo, ha habido miles de casos de familias y miles de personas manifestándose en capitales y ciudades europeas, que para ellos es lo más importante que si fuera en Latinoamérica, en decenas de capitales europeas. En Bruselas hace dos días hubo una manifestación de 200.000 personas, nada menos. Ayer hubo gente en la calle todo el día en París por cuestiones internas, pero la cuestión palestina estuvo en el medio de eso también. Ya casi no quedan artistas que no salgan en público con banderas palestinas en la Scala de Milán, en el Festival de Cine de Venecia, que son lugares que hace un mes eran impensables. La flotilla es parte de eso también, de alguna manera estamos bajo el mismo paraguas de los palestinos y hay una cantidad de apoyo y una cantidad de visibilización y de miradas sobre la flotilla, que es muy positivo desde ahora, desde hace días. Y más allá de la flotilla, la visibilización del problema palestino, del genocidio israelí, está en aumento claramente y presiona sobre los gobiernos.
Acá se han sumado, por ejemplo, eso no salió en ningún lado, grupos de pescadores con sus barcos dispuestos a dejar de pescar y acompañar a la flotilla a Gaza. Los portuarios de Génova y de otros puertos de Italia y de algunos puertos del norte de España también se han sumado; en esos barcos van las direcciones de los sindicatos portuarios. El dirigente del sindicato portuario de Génova amenazó a Netanyahu con que si toca la flotilla le bloquean todos los puertos de Italia de donde salen 15.000 contenedores al año para Israel. Dijo que “si por 20 minutos perdemos contacto con la flotilla no sale un tornillo más para Israel”; es una imagen de justicia poética porque es un líder sindical, con los huevos bien puestos claro, que amenaza a un genocida, a un criminal de guerra, un tipo requerido por la CPI y poseedor de aproximadamente 50 armas nucleares, y un dirigente sindical le dice: ¿sabes qué? Yo te voy a cagar, me voy a sentar a tomar fresco y no te voy a mandar los contenedores, simplemente no vamos a cargar los contenedores, y es un golpe enorme para Israel en un contexto donde hasta el Gobierno de Colombia o el Gobierno de España, han tomado medidas, el gobierno de Brasil está hablando de que va a tomar medidas, el gobierno de Uruguay.
Por supuesto que mientras Estados Unidos y Londres los apoyen ellos van a seguir adelante, pero no es poca cosa lo que está empezando a pasar. Macron ya dijo que reconocería a Palestina como estado, Starmer, el primer ministro de Gran Bretaña también. Incluso hay una interna al interior del sionismo y de otros sectores que no son sionistas y tienen su propio proyecto para Israel. Pero el caso es que hoy por hoy eso significa prácticamente empezar a soltarle la mano a Netanyahu y al núcleo duro de su gobierno, que es el que está llevando adelante el genocidio, no son los otros, son estos. Entonces me parece que las amenazas para la flotilla tienen que ver con eso, con acusar el golpe de ese debilitamiento de Israel.
Frente a esto insisten en que ellos van siempre para adelante aun en el peor desprestigio, que son capaces de matarnos a todos porque así se manejan. Y, sinceramente, hasta ahora les va bien. O sea, son como Milei, que acaba de perder las elecciones por paliza y saca nuevas medidas en la misma dirección en la que venía como si no hubiera pasado nada, pero bueno, eso a la larga termina siendo debilidad.
Sabemos que Israel tiene una audacia que suele superar los límites del derecho y de lo que se considera humanamente aceptable. También sabemos que Israel ya hace décadas agredió a Túnez para destruir un edificio donde había oficinas palestinas. Como también que en días recientes atacó Catar para eliminar a la delegación de Hamas. Cuéntanos cómo fue la reciente agresión contra la flotilla en aguas tunecinas y qué repercusiones tuvo ese hecho tanto dentro de la expedición como en el ámbito internacional.
El ataque a la flotilla tuvo efecto evidentemente, o sea, esto no es una organización monolítica, no es una fuerza política con un mando unificado, muchísimo menos con un frente militar ni nada que se le parezca. Esto es más bien un rejunte de buenas voluntades de 44 nacionalidades, diversas edades y sobre todo que la mayoría no tiene la más mínima experiencia política, ni náutica y muchísimo menos militar. Entonces la forma en que ese colectivo recibe un ataque de una potencia nuclear como Israel no es monolítica, pero indudablemente mete un poco de miedo porque una cosa es decir, “sí, yo sé el riesgo que corremos yendo a Gaza porque sí son unos criminales”, y otra cosa cuando cae el dron encima y te prende fuego el barco. Lo que están mostrando, diciendo los israelíes, es que: “mira, van a salir mucho en la tele, pero sí, habrá un par de pancartas con tu cara durante dos meses y saldrás en la tele dos días más, pero el mundo sigue andando y ya hemos hecho cosas más grandes y no nos afectará”, entonces eso causa un poco de incertidumbre.
Yo me incluyo, no es que no digo que a mí no me hace nada, la violencia in crescendo de ellos va a ir aumentando a medida que nosotros nos acerquemos a Gaza. Si nosotros nos quedamos acá donde estamos en los barcos, porque se rompieron, porque de alguna manera consciente o inconscientemente nos cagamos de miedo y medio que se va dilatando ellos ganan, y entonces ganaron con dos drones mínimos. Si nosotros insistimos y seguimos avanzando y tienen que hundir un barco y hay siete muertos. Bueno, está bien, pero lo cierto es que nadie va a seguir avanzando hacia Gaza si están tirando misiles, o sea, nosotros no tenemos ningún arma y ellos tienen todas, así de simple, entonces así es la cosa. Pero por ahora la reacción es buena, por ahora no hay una desmoralización, no hay una desbandada, nadie se bajó, así que no sé si son muy valientes o no tienen noción de lo que estamos haciendo. Pero el caso es que nadie se bajó y nadie dio muestras, por lo menos abiertamente, dudas o vacilaciones al respecto. Están todos ansiosos por seguir viaje. Estamos más molestos con los problemas técnicos que nos impiden salir que con los drones israelíes, así que nada, hay esperanza.
¿Cuál es tu perspectivade la guerra en Medio Oriente, de Israel y de la guerra que Israel viene desarrollando contra Gaza y los palestinos en general desde el 7 de octubre?
¿Cómo evalúo la guerra? A mí me parece que Israel tiene su plan, lo viene desarrollando como siempre muy firmemente, pero sabe que tiene el tiempo limitado, que lo que los jode es el tempo y no han logrado alcanzar todos sus objetivos. Por ejemplo, en cuanto al aniquilamiento de Hamas, tampoco el de Hizbollah, mucho menos sus objetivos en el conflicto con Irán. La llegada de Trump a la Casa Blanca no los ayudó mucho. “Estaban mejor” con los Demócratas, los que ganan premios Nobel de la Paz; esa administración los apoyaba más plenamente que Trump. Este hace todo lo posible por salirse de una guerra abierta con Irán, por cerrar rápido los conflictos.
Sí, les dio el gusto, le tiró dos bombitas, pero ni siquiera se empeñó realmente con esas bombas de penetración que entran 70 metros y destruyen búnkeres, prácticamente pactó con Irán “yo te tiro una, vos me tirás otra”. Le rompieron un radar, no un radar así de barcos que vale 2.000 euros, sino un súper radar en una base Yankee, pero ahí terminó el asunto y Trump le dijo a Netanyahu “ya cumplimos” me tengo que concentrar en China y por eso quiero ir cerrando frentes. Porque si no surge una paradoja, y espontáneamente van a terminar en la situación de la que decía el Che “de uno, dos, tres Vietnams”, y saben que eso es la perdición para una potencia en decadencia. Entonces me parece que el núcleo duro de Netanyahu sabe que tiene el tiempo muy limitado, se le están empezando a separar los amigos.
La presión popular también influye en eso, los gobiernos europeos se hacen los distraídos del genocidio, condenan y sacan resoluciones, declaraciones y amenazas de que van a reconocer al Estado palestino, pero no dejan de venderle armas, por eso es tan interesante la reacción de los portuarios de Génova, o sea, cómo la clase obrera, paradójicamente en un punto, puede tener más incidencia que toda la élite política europea. Me parece que el tiempo le está jugando en contra. No solo por los problemas de no poder cerrar los conflictos, o las vacilaciones de sus aliados por presión popular, sino que me da la impresión de que el mismo Netanyahu en el interior de Israel tiene esa interna, estaba a punto de afrontar un juicio político, hay otros sectores interesados en otros proyectos para Israel y me parece que están apurados por eso.
Otra cosa es que debe apurarse antes de que cambie el tablero geopolítico en favor de los BRICS liderados por China y Rusia. Aunque en Medio Oriente hoy es impensable que los rusos, con el quilombo que tienen en Ucrania, se metan; pero de alguna forma lo hacen, no plenamente, no van a mandar tropas, claro. China lo mismo, se mete con declaraciones o cosas así, pero sería impensable mandar tropas; aunque sería muy saludable que, no sé, imaginemos, China mandara cinco buques con comida y remedios, y a ver quién lo va a parar. Pero no da, no da porque cada uno tiene su patio trasero, sus quilombos, al este, al sur. Los rusos tienen Ucrania y toda la alimentación de la OTAN a esa guerra, los chinos tienen el tema de Taiwán y el de seguir modernizando sus fuerzas armadas para una guerra en serio, como quieren los Yankees en algún momento. Entonces esa es la desgracia de los palestinos que en definitiva están en un lugar hoy olvidado por el mundo y no les queda más remedio que seguir resistiendo y peleando desde los escombros. Pero me parece que hasta que no se termine de reacomodar el tablero político, con nuevos equilibrios mundiales, los palestinos van a estar muy, muy debilitados. En algún momento las cosas cambiarán, yo le tengo más esperanza a la resistencia y al cambio en el mundo que a la solidaridad europea, digamos.
En Argentina la influencia israelí se ha multiplicado y es transversal a muchas fuerzas políticas, especialmente a las más importantes. ¿Qué pensas al respecto? El sionismo parece que de alguna forma logró colocar al subnormal de Milei como presidente para que rápidamente, en el tiempo que pueda durar ahí, firme cosas y haga contratos y acuerdos y leyes, etc. Es un mérito del sionismo principalmente, además de la gran burguesía de Argentina, claro. Es una creación de Epstein (gran empresario judío que vive en Argentina y referente del sionismo mundial, N. del R.) y compañía, como suelen hacer cuando tienen un gobierno de dudosa duración, se apuran y hacen todo.
Un tema que está en juego en la Argentina que nos vincula directamente con el sionismo es el tema del agua y lamentablemente el inútil de Alberto Fernández y su ministro Wado de Pedro (presidente y jefe de gabinete 2019 – 2023, N. del R.) firmaron acuerdos en once provincias dándole la administración del agua a la empresa Mekorot que es la empresa israelí que maneja el agua en la zona de Gaza, es la que le da 80 litros por día a los colonos israelíes y 5 litros por día a cada familia palestina. Regalar un recurso estratégico como el agua es un suicidio tanto o más grave que regalar los ferrocarriles o las rutas o lo que sea, porque el agua es directamente supervivencia, no es solo estratégico en términos de soberanía política o económica. Es de supervivencia humana, entonces lamentablemente me parece que Argentina está cada vez más vinculada al sionismo. Eso es clave y la resistencia lo tiene que incorporar como parte de la visión estratégica, de que en algún momento vamos a tener un conflicto grave con fuerzas israelíes, si es que queremos seguir tomando agua. Insisto en recordar que fue durante el gobierno de Alberto y con la gestión de Wado de Pedro para aclarar, que la fuerza del peronismo también tiene que ver con el sionismo lamentablemente. Y no lo hemos visto, o por lo menos no lo hemos resistido. Otro problema grande además del agua es el de que todas las historias de soldados israelíes disfrazados de acampantes en la Patagonia. Hace 20 años se escuchaban estas historias del Plan Andinia (supuesto plan de transformar a la Patagonia en un territorio para la expansión y asentamiento judío, N. del R.), y pensábamos que eran cuentos de Biondini (líder de un pequeño grupo de performances nacionalsocialistas en la década del 90, N. del R.), de fascistas o de neonazis, hoy es una realidad y evidentemente algunos nos equivocamos al subestimar, pero ahora ya les creo, tenían razón esos fascistas, y no me importa la intención con la que lo decían, pero estaban en lo cierto porque ahí están los israelíes en la Patagonia hoy.
¿Qué evaluación u opinión tenés de la resistencia palestina?
Con respecto a la resistencia palestina y a cómo seguir. Esto que te digo es de mi parte no es una opinión desde la flotilla. La flotilla, digamos que es absolutamente silenciosa sobre esa cuestión porque no quiere mezclar, justamente es una misión pacífica, humanitaria, solidaria, que si pudieran ni mencionaría la existencia de Israel.
A mí me parece que Israel ha tenido mucho éxito en dividir la resistencia palestina en su momento, su éxito se basa en primero en su gran política al respecto, pero sobre todo contaron con la pésima política de la Autoridad Nacional Palestina que lejos de honrar la memoria de Arafat y otros mártires han ido vacilando, han ido dejándose corromper. Yo tengo un amigo que es Maurice Kamis, que es el presidente de la comunidad palestina en Chile, que es la más numerosa fuera de Palestina y estuve con él. Es un tipo de 80 años, es un tipo tremendamente culto, valiente y sabio. Me dijo una cosa en su momento: “Mira, la cagada, sí a mí no me gusta Hamas, pero Hamas es la resistencia hoy y desde hace 10 años, y mis amigos de la Autoridad Nacional Palestina fueron comprados, eliminados, expulsados, corrompidos, extorsionados, carpeteados, y se portaron mal, lo que están haciendo es una mierda, y eso le dio a Hamas el lugar que tiene, y es la organización que resiste, por lo menos Hamas resiste”. Eso fue lo que me dijo. Y la otra cosa que me dijo unos meses antes del 7 de octubre (operación “Diluvio de Al Aqsa”, N. del R.), sin saber nada de lo que iba a suceder obviamente, fue algo, pero casi profético: “Mira la verdad es que, si no hacemos algo que patee el tablero, salga lo que salga, cueste lo que cueste, nos van a matar por extinción. Tenemos que hacer algo como sea, para poner la cuestión palestina de vuelta arriba de la mesa del tablero político internacional”. Y yo estoy segurísimo que no sabía nada, pero era su sensación como viejo palestino muy sabio.
Entonces me parece que lo que sucedió el siete, más allá de si en Israel se sabía y dejó hacer porque tenía este plan, o cualquier conspiración al respecto, y más allá de los “detalles” que hasta tienen ribetes culturales digamos, porque nosotros somos occidentales y cristianos, no mataríamos a un joven, a una vieja o a un niño y entonces tenemos pruritos con los civiles. Esto es otra cosa. Esto es la resistencia de un pueblo masacrado durante 80 años y forjado en otros valores, en otros criterios, la vida no vale nada ahí y no es culpa de los palestinos, el que impone las condiciones de un combate siempre es el contendiente más poderoso y si no que vean y revean la “batalla de Argel” (Película sobre la lucha de independencia de Argelia contra los franceses, N. del R.). La resistencia palestina hace lo que puede y lo que puede no es poco, hasta el día de hoy entre medio de los escombros y de esta masacre, siguen resistiendo. Ni le pudieron inundar los túneles, ni pudieron parar la actividad de Hamas habiendo matado a tres conducciones seguidas, entonces la verdad que yo no es que esté del 100% de acuerdo con eso, pero lo entiendo perfectamente y me parece que son héroes. No sé cómo siguen, no sé cómo hacen realmente, no sé cómo hacen para seguir atacando tanques Merkava cuando tienen que esconderse entre escombros, ahí no hay ni árboles para esconderse, sin embargo, la resistencia palestina sigue peleando, y sigue teniendo el apoyo del pueblo, porque es lo único que se puede hacer hoy es enfrentar al invasor, no hay otra opción.
"¿Qué esperamos de Israel? Bueno, no se puede saber. Está la amenaza de tratarnos como terroristas, de meternos en cárceles"