"No existe un mundo de fronteras ideológicas, las mayores coincidencias se dan entre China y EEUU"
Por Nahuel Placanica
APU: ¿Qué significa la visita del premier chino?
Diego Guelar: El viaje de Xu Jintao en el año 2004 significó la generación de una expectativa futura. Esta visita de Xi JingPing es la consagración de un estado de cosas. En el medio, pasó una década de relaciones de China con Argentina y con el resto de los países de la región.
En estos diez años se multiplicó exponencialmente el intercambio comercial, por lo cual hoy China es el primer socio comercial de Brasil, Chile y Perú y el segundo socio comercial de Venezuela, Ecuador y Argentina.
A su vez, en los últimos cinco años se inauguró una segunda etapa que ya no sólo es comercial sino también inversora. De mantenerse el mismo nivel de comercio e inversión de los últimos cinco años, China se convertiría en la primer potencia extrazona para toda América del Sur, por encima de los Estados Unidos.
APU: ¿Cómo es esa relación con el resto de los países de la región?
Diego Guelar: Te doy un listado demostrativo, que no abarca todo:
El primer acreedor externo de Venezuela es China. 47 mil millones de dólares de los cuales 20 mil son prestamos para desarrollo petrolero en la franja del Orinoco.
El 80% del petróleo ecuatoriano tiene como destino a China. Hace cinco años ese petróleo iba para Estados Unidos.
En Perú, inversores chinos compraron la mina de cobre llamada las Bambas en 5 mil millones de dólares que se suman a otras explotaciones que ya habían adquirido. Hoy el 40% de la producción de cobre está en manos chinas.
En Chile no invierten en las minas porque son del Estado pero le compran esta materia prima, siendo el principal comprador.
Brasil es el primer abastecedor de hierro y soja de China. Hace seis meses, hoy asociados con empresas europeas, son adjudicatarios de las zonas más importantes de explotación petrolera offshore de Brasil
APU: ¿Cómo se pude pensar una relación que beneficie a ambas partes?
Diego Guelar: Hasta ahora construimos un modelo abastecedor de materias primas alimenticias y extractivo de minerales. Esto responde a una necesidad estratégica de China. Sería una tragedia que no nos lo compraran. Pero también hay que decir que es una relación asimétrica.
Exportamos soja porque es el componente alimenticio fundamental del alimento de los cerdos. Como es el principal alimento de los chinos, el precio de la soja es alto por su volumen demográfico. Lo lógico seria producir además alimento balanceado para exportación. En el mismo sentido deberíamos producir pollos, vacas y cerdos con valor agregado para el consumo directo a través de la industria frigorífica.
No hay una planificación siniestra de tipo colonial - imperial por parte de China. El desafío es nuestro. Tenemos que hacer un esfuerzo de tecnificación, industrialización e integración regional para que la relación sea más rica en términos de intercambio.
La integración nos permite especializarnos y administrar recursos. Entre Brasil y Argentina podríamos tener niveles de integración industrial muy altos que nos ayudaran a complejizar una agenda común con China. ¿Tenemos agenda común con China? No, nos sacamos la foto nada más. Quizás el mayor ausente en este viaje de Xi Jinping a Brasil y Argentina fue una agenda común entre Brasil y Argentina con China. Hubiese sido extraordinario.
En 1992, un año después de la creación del Mercosur se firmó Rose Garden Agreement para habilitar una agenda común entre el Mercosur y Estados Unidos. Eso no continuó ni se volvió a repetir.
APU: ¿Existen ejemplos de integración productiva regional en curso?
Diego Guelar: Sobre este tema hay mucha retórica y poca realidad. No tenemos integración ni siquiera en el campo sanitario. Lo lógico sería que debería haber una agencia sanitaria común para todo el Mercosur, pero no es así. Tampoco hay una agencia medioambiental ni energética. Son cosas básicas. Los presidentes se sacan fotos levantando la mano y hablando de integración pero hay pocos actos concretos.
APU: Argentina recibió la visita de Putin y fue invitada al BRICS, ¿cómo piensa estas relaciones?
Diego Guelar: Son muy útiles. Si hay un rubro que hegemoniza las visitas de China y Rusia al país es el campo energético. En la agenda de Putin hubo una obra hidroeléctrica en Neuquén y el proyecto Atucha III. En el caso Xi Jimping, se espera que se concrete el financiamiento para represas hidroeléctricas en Santa Cruz. El stock de producción energética es clave para pensar un proceso industrializador que no podemos concretar. Hoy somos deficitarios en energía y no sabemos cómo vamos a pagar la factura eléctrica del año que viene por 14 mil millones de dólares. Estas condiciones no hacen a la Argentina un país tentador para la industrialización vía capitales extranjeros o nacionales . Por eso celebró los proyectos acordados con Putin y Xi Jimping.
APU: ¿Existe una correlación entre las coincidencias políticas en el ámbito internacional y las relaciones comerciales que la Argentina mantiene con China y Rusia? ¿O son cuestiones que corren por carriles diferentes?
Diego Guelar: Lo peor que podemos hacer es comprar esquemas que no existen. China tiene 4 trillones de dólares de reservas, el 33% de las reservas mundiales. El 64% son bonos del tesoro de los Estados Unidos. El segundo tenedor de bonos de EEUU es Alemania. El tercer tenedor es Brasil. Es decir: no existe un mundo de fronteras ideológicas. Las mayores coincidencias se dan entre China y Estados Unidos.
Hoy no se discuten sistema, el mundo no vive un momento de diferencias ideológicas sino más bien una convergencia ideológica. El Consenso de Washington ya no existe, fue reemplazado por un consenso más amplio que incluye a Washington, Berlin, Beijing, Nueva Dheli y Brasilia (por mencionar algunos). Nosotros estamos afuera de ese mundo teniendo mucho para aportar.