Palestina: Hamás, nuevamente a elecciones

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Palestina: Hamás, nuevamente a elecciones

21 Julio 2016

 

Por Guido Luppino

El Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás) anunció su regreso a la vida electoral palestina luego de haber boicoteado, cuatro años atrás, las pasadas elecciones.

En las últimas horas se confirmó el llamado a las urnas para los ciudadanos palestinos de Cisjordania y de la Franja de Gaza. La Autoridad Nacional Palestina (ANP), rival político de Hamás, ratificó la fecha para los comicios que serán celebrados el próximo 8 de octubre.

En esta oportunidad, la futura ronda de elecciones definirá nuevas autoridades locales y municipales para los únicos territorios que aún quedan bajo conducción palestina.

Desde Hamás llegó la confirmación de su participación con el justificativo de creer necesario que la agrupación sea parte del proceso electoral. Desde los comicios de 2006, donde se impuso Hamás, no ha habido nuevamente sufragios en Gaza. En el año 2012 Hamás se opuso al llamado a la urnas por no crearlas convenientes por el contexto político que se atravesaba, y llevó a cabo un boicot sobre las mismas.

Recordemos brevemente el andar de Hamás en la política palestina. Con el suceso de la primer intifada en 1987, la misma dio lugar a un nuevo liderazgo político al interior de Gaza con la aparición del Movimiento de Resistencia Islámico. Su líder principal fue Yassin, quien cayera asesinado en manos de las fuerzas israelíes en 2004. Pero desde la intifada el reconocimiento político de Hamás fue creciendo día a día, como así también su organización y seguidores. Por otro lado sufrían, al igual que hoy, el mote de agrupación terrorista que les imponían sus enemigos políticos como Israel y los Estados Unidos.

La irrupción en la escena política por parte de esta agrupación dejó en claro sus objetivos: luchar contra la ocupación israelí pero desde una alternativa religiosa, un carácter que no presentaba el nacionalismo de la Organización Para la Liberación Palestina (OLP).

A diferencia de Hamás, la ANP surgió de manera diplomática con los Acuerdos de Oslo celebrados en 1993, y con Arafat como su líder principal hasta su muerte en 2004 donde su liderazgo fue tomado por Mahmud Abbas. Ya en las elecciones de 1996, la agrupación político-militar denominada al-Fatah logró mayoría parlamentaria y desde ese momento comenzó a representar la máxima autoridad de la ANP.

Todo cambió con el llamado a las urnas del año 2006. En aquellas elecciones se vivió la primera aparición en los comicios por parte de Hamás, con un resultado positivo para la agrupación donde logró imponerse y como corolario debía asumir el cargo de Primer Ministro de la ANP. Pero esto no fue así. Estados Unidos, la Unión Europea e Israel desconocieron los resultados, ya que tildaban de terrorista a Hamás, lo cual derivó en un conflicto civil entre ambas agrupaciones (Hamás y al-Fatah) que daría como resultado la división política de los territorios de Palestina. De esta manera, Gaza quedó bajo gobierno de Hamás y Cisjordania conducida políticamente por al-Fatah. Todos esto sucesos y en especial el triunfo de Hamás mostraron el fracaso de Oslo, que no dejaron ver ningún avance significativo en aspectos políticos, bélicos ni económicos de la vida de los palestinos.

Pasado el tiempo, al-Fatah y Hamás cerraron un acuerdo de unidad en 2014 con la idea de trabajar para la formación de un gobierno tecnocrático en ambas regiones palestinas. Finalmente esta unión no dio los resultados esperados, y los comicios pensados para ese año no pudieron llevarse adelante ya que Israel comenzó uno de los mayores ataques sobre el territorio de la Franja de Gaza.

De este modo llegamos a las futuras elecciones de Octubre donde se prevé que casi 2 millones de palestinos puedan votar, pero a la vez se teme por la posibilidad de que el ejército de Israel bloquee el acceso a las urnas, como ya sucedió en otras ocasiones. Habrá que ver si llegó el momento de poder unirse políticamente o, al menos, encontrar más espacios democráticos con el único objetivo de poner fin a la ocupación por parte del Estado de Israel, mientras Estados Unidos y Europa continúan financiando el accionar genocida del gobierno de Benjamín Netanyahu.