Se reanuda el conflicto militar entre Armenia y la República de Azerbaiyán
Volvieron a sucederse los combates entre Armenia y la República de Azerbaiyán. La región de Nagorno Karabaj es la causa de la tensión entre estos dos países desde la caída de la Unión Soviética. Ambos países pertenecieron a la URSS, por eso, cuando se disolvió, la disputa por la región hizo entrar en guerra a estas dos naciones. El territorios de Nagorno Karabaj paso a formar parte de la republica de Azerbaiyan en el año 1921 tras una decisión del Buro caucasiano del Partido Comunista ruso, y antes formaba parte del Imperio ruso. Ya, a principios del siglo XX, tuvieron lugar enfrentamientos entre azeríes y armenios por motivaciones religiosas.
Hacia el final de la URSS, en 1988, la mayoría de la población armenia del enclave en disputa, manifestó su deseo de escindirse de los azeríes y de unirse a Armenia. En ese mismo año el parlamento armenio aprobó la incorporación de este territorio, pero el gobierno de Gorbachov bloqueo la decisión. Por eso, al desaparecer la URSS, las tensiones fueron en aumento, hasta que estallo la guerra entre las dos ex republicas soviéticas. Durante los siguientes tres años se prolongaron cruentos combates que dejaron un saldo de alrededor de 25 mil a 30 mil muertos, la incorporación de Nagorno Karabaj a Armenia y la de siete distritos mas, que Armenia consideraba como una franja de seguridad y de acceso al enclave. En el año 92 se realizo un referéndum en la zona disputada, en el cual la población se manifestó a favor de proclamarse como una república independiente, pero que jamás fue reconocida por ningún miembro de la comunidad internacional, ni siquiera Armenia. En el 94 se pactó una tregua entre las partes en conflicto en la ciudad de Biskek, con la mediación de Rusia.
Como una forma complementaria de buscar un acuerdo mas profundo y duradero, se creó el Grupo de Minsk dentro de la OSCE, la organización para la cooperación y Seguridad Europea, y también presidido por Francia, Rusia y los EEUU, pero por ahora no ha habido demasiados resultados positivos. En el 2016 se volvieron a repetir choques entre las fuerzas de los dos países, a esta nueva situación se la conoció como “la guerra de los cuatro días”, con decenas de muertos. En el 2020 nuevamente se produjeron combates entre armenios y azeríes que esta vez se prolongaron durante 6 semanas.
Rusia volvió a mediar en el conflicto y Armenia tuvo que entregar varias localidades como parte del acuerdo de alto al fuego. Esta vez la resolución se considero una derrota para el gobierno Armenio, desatando una ola de protestas contra el gobierno del Primer Ministro Nikol Pashinian. El conflicto dejo un saldo de alrededor de 6000 muertos. Pero a partir de este enfrentamiento no dejaron de producirse incidentes entre las fronteras durante casi todo el 2021. Hubo combates en mayo, julio, agosto, setiembre, octubre, noviembre y diciembre. Ya en este año las escaramuzas se dieron durante los meses de enero, marzo, abril y agosto, hasta llegar al 13 de setiembre con enfrentamientos a una escala mucho mayor.
En esta nueva escalada de tensiones entre los dos países se cuentan alrededor de 210 muertos o mas entre militares de ambos lados. Si bien el conflicto viene de larga data, la guerra que Rusia viene llevando en Ucrania deja la sensación que tiene menos capacidad para concentrarse en los conflictos de su zona de influencia. Armenia tiene mejores vínculos con Rusia que los azeríes, mientras que estos últimos son mas cercanos a Turquía. Los armenios son de religión cristiana ortodoxa, al igual que Rusia, mientras que Azerbaiyán, por haber formado parte del Imperio Otomano profesa la fe musulmana. A todo esto hay que agregar que el Ejercito azeri, cuenta con muchísima equipamientos y armamento que el armenio. Las ganancias de las exportaciones de energía desde su separación de la URSS, han servido como una fuente de recursos para armarse en forma mucho mas eficaz que sus vecinos. Y lo han hecho tanto con armamento ruso como con el turco, aunque en una mayor medida de este último. Hay que recordar la eterna enemistad de los armenios con los turcos, por el genocidio de 1 millón y medio de armenios entre los años 1915 y 1922, y que Ankara no reconoce. Azerbaiyan también tiene un pacto militar con Turquía y Georgia firmado en el 2019, en el que se prevén capacitaciones de personal tanto civil como militar, sistemas de defensa de acuerdo con normas de la OTAN y ejercicios militares en conjunto, que ya se venían realizando entre los azeríes y turcos desde el 2018.
La victoria azerí en el conflicto del 2020 dejo como saldo que el Grupo de Minsk perdiera influencia en el conflicto, y a la vez, aumento la influencia de Turquía dentro de las decisiones de Azerbaiyan. Armenia también se esta volcando hacia la influencia de la Unión Europea, ya que los europeos podrían buscar reemplazar el gas ruso con el gas iraní, ruta que podría atravesar el país persa, Armenia, Georgia y el Mar Negro como un potencial camino hacia Europa. Por ahora, la Unión Europea llego a un acuerdo con Azerbaiyan para aumentar los envíos de gas a través del los gasoductos que componen el Corredor Sur, que va desde la republica azerí, pasando por Georgia, Turquía y Grecia hasta llegar a Italia, por lo tanto, la UE tiene un alto interés por la estabilidad regional del Cáucaso.
La geografía es un factor determinante para complejizar aun mas la resolución del conflicto. Nagorno Karabaj es un enclave dentro de las fronteras de Azerbaiyan, pero la composición étnica de esta región es un 90% armenia. A esto se le suma que dentro de Armenia se encuentra la Republica de Najichevan, territorio azerí que no tiene contacto territorial, es decir, no limita geográficamente con Azerbaiyan. Pero aunque este territorio no esta en disputa, si nos grafica lo complejo del panorama regional. Por estas disputas, los gasoductos y ductos de petróleo, no pasan por Nagorno Karabaj, pero si lo hacen cerca de sus fronteras, a alrededor de 40 Kms. Con lo cual, controlar esa zona es vital para la seguridad energética y económica de Azerbaiyan, Turquía y la Unión Europea. Como para tomar la real dimensión de la importancia de la región del Cáucaso, la Comisión Europea creó un consorcio económico, en el 2010, el Caspian Develepment Corporation, para articular entre las empresas de gas europeas y los países de la región en la importación de gas.
EEUU no había tomado parte en los acontecimientos del 2020, pero ahora, este ultimo episodio una vieja conocida, pero de otra crisis, también reciente, vuelve a hacer una aparición en escena. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, viajo a Armenia este domingo pasado. Pelosi ya venia de protagonizar otro episodio polémico con su viaje a Taiwán, y ahora lo hace con su sorpresiva aparición en Ereván, la capital armenia. Varios motivos hacen a su presencia, el vacío que pueda llegar a dejar Rusia al encontrarse con todas sus energías en la guerra de Ucrania, le brindaría la oportunidad a EEUU de tener influencia en una región sensible a la seguridad rusa, y asegurar el corredor energético del Cáucaso Sur, vital para Europa en el reemplazo del gas ruso. Frenar el avance de la influencia turca, si bien Turquía es un aliado OTAN, es un socio difícil para EEUU y Europa, y la zona del Mar Negro es un área de influencia que la alianza atlántica tiene como prioritaria. Esto es desde el lado geopolítico de la política exterior norteamericana.
Aunque surgen también razones de carácter interno, en noviembre se realizaran las elecciones de medio termino, en donde se eligen representantes para las cámaras del Congreso estadounidense. En EEUU hay lobbies muy poderosos, y el lobby Armenio es uno de ellos. La diáspora armenia es muy grande en el país (800.000 a 1.500.000 habitantes), tanto que tienen varias organizaciones propias para hacer oír sus voces e intereses en los círculos políticos de Washington. El Comité Nacional de Armenios de Estados Unidos y la Asamblea Armenia de América son dos de las organizaciones que los representan, entre otras, para tratar de influir en la política exterior de EEUU hacia Armenia, principalmente en dos causas, tanto el reconocimiento del genocidio armenio por los turcos, como un mayor apoyo a la causa de Nagorno Karabaj.
En el 2019, el Congreso estadounidense reconoció el genocidio armenio (de forma no vinculante), después de varios años de no hacerlo debido a su relación de aliados OTAN entre Ankara y Washington, pero a partir de la invasión turca a Siria esta política cambio radicalmente, por lo menos desde los legisladores. Porque no fue sino hasta hace un año, en la conmemoración por los 106 años de la matanza, que un presidente reconociera el crimen perpetrado hace 107 años como un genocidio, lo que claramente despertó la ira y los reclamos por parte del gobierno de Erdogan.
Pero la presencia de Pelosi no es para nada antojadiza ni producto del azar. La presidenta de la Cámara de Representantes, representa, valga la redundancia, al Estado de California, Estado en el que casualmente se encuentra la comunidad de ciudadanos de origen armenio o descendientes mas grande de los EEUU. La ciudad de Glendale, en el condado de Los Ángeles, se concentran la mayor cantidad de ciudadanos de este origen, según el censo del año 2000, un 26,2% de los residentes de una población de mas de 196 mil habitantes. Por lo tanto, la importancia del lobby armenio en las próximas elecciones en este Estado son vitales para la representante Pelosi. La política interna también explica algunos movimientos de la política externa norteamericana.
Mientras tanto, la diplomacia estadounidense también se involucra, primero, el secretario de Estado, Antony Blinken llamo al presidente azerí, Ilham Aliyev, para instarlo a cesar las agresiones hacia Armenia, y luego, aprovechando la próxima inauguración de la 77º sesión de la Asamblea General de la ONU, se reunió con los Ministros de Relaciones Exteriores de ambos países en un hotel de Nueva York, en donde insto a ambos a llegar a una “paz duradera”. Turquía salió a hacer declaraciones en la voz de su vicepresidente, Fuat Oktay, quien en su cuenta de Twitter critico en duros términos a Nancy Pelosi por su viaje y apoyo a los armenios: “Las declaraciones realizadas por la Presidenta de la Cámara de Representantes de los EEUU son incompatibles con los hechos históricos y actuales, reflejando un punto de vista sesgado y saboteando la diplomacia…”, y acuso a la demócrata de estar respondiendo al “cabildeo de la diáspora Armenia”.