Trump y Medio Oriente: ¿Cómo fue su anterior mandato?
Fragmento del artículo publicado en el Periodismo Internacional Alternativo
En el periodo de transición entre la administración de Joe Biden y la de Donald Trump se van definiendo los perfiles que tendrá la política del futuro presidente.
***
Veamos los antecedentes del primer mandato trumpista. Son tres muy destacables desde nuestra perspectiva: Trump trasladó la embajada estadounidense a Jerusalén, y reconoció como territorio israelí la parte oriental de la ciudad conquistada en 1967 y los Altos del Golán, anexionados en 1981 violando el derecho internacional.
Propuso el “acuerdo del Siglo” redactado por un equipo encabezado por el asesor principal de Trump y yerno judío, Jared Kushner. Para una autonomía palestina limitada, sin que Israel tuviera que perder terrenos conquistados en Cisjordania, con un intercambio de territorios en la zona de Gaza por los apropiados por los colonos en Cisjordania. Y el reconocimiento de un Estado palestino, sin capacidades militares propias y monitoreado. Dada la guerra actual, total y sin visos de alcanzar una paz estable; y las intenciones de colonización y de que Gaza no vuelva a manos palestinas, parecen muy difícil reflotar esa propuesta
Posiblemente una de las misiones principales del equipo de Trump en lo que hace a la región, será reflotar y expandir los históricos Acuerdos de Abraham (el tercer antecedente), y llevar a Arabia Saudita al grupo para convertirla en el bloque de naciones más poderoso de la región contra el «Eje de Resistencia». Como estrategia central, los “acuerdos de Abraham” implicaban el reconocimiento por los estados árabes del estado de Israel, con una normalización regional en base a la aceptación de las propuestas anteriores. Esto ampliará las seguridades económicas y militares de los árabes frente a Irán y otros competidores.
Claro esto necesitaba algún tipo de reconocimiento para palestina muy limitado pero real. Y el mundo que dejó Trump hace 4 años era distinto al actual. Varias de estas propuestas parecen inviables hoy. El 7 de octubre del año pasado la ofensiva palestina pateó el tablero (no está de más recordar que los israelíes no habían aceptado la propuesta de Trump y continuaban la ocupación y avance sobre Cisjordania). Hoy el príncipe saudí señala con claridad que aceptar una propuesta de este tipo sin nada a cambio puede costarle la vida. Como sabemos Arabia Saudita (Emiratos y Egipto) al igual que Irán, son de los BRICS; que, si bien no son un bloque homogéneo en RRII, si son una articulación alternativa en muchos aspectos con un camino lento pero constante de maduración.
También debemos recordar que la anterior administración de Trump fue confrontativa con Irán. Ya mencionamos lo de Soleimani, y es bueno aclarar que ese asesinato tuvo que ver con que este general era el hombre que tenía como responsabilidad la relación con las milicias del “eje de la resistencia”. Y creemos que está en la agenda de Trump, lograr la paz, no eliminando a Irán, cosa que podría llevar a una guerra regional, que puede ser el deseo de Israel, pero para nada lo es de EEUU. Pero si “neutralizar” al “eje”, y como señalamos, volver a Israel un actor seguro y con estados de la región armonizados en esta política (los acuerdos de Abraham). También en la anterior administración Trump opero sobre Irán atacando su programa nuclear mediante sanciones, de la misma forma intentado debilitar al país. Pero insistimos el mundo está cambiando y redes paralelas de comercio y finanzas emergen lo que ira cada vez más haciendo filtrables las sanciones occidentales.
Así, creemos que Trump tiene la real convicción de “imponer la paz” en Medio Oriente. Algún tipo de paz. Que tendría como perdedores principales a los palestinos y libaneses. Realmente la situación para una paz en la región parece más difícil que en Ucrania. “Paz mediante la fuerza” es la consigna. Según destacan los medios israelíes “Trump mismo ha transmitido: Antes de su asunción, el 20 de enero, Israel debe poner fin a la guerra actual, que se desató contra Hamas en Gaza después de la atrocidad del 7 de octubre de 2023, pero que ahora se ha expandido a al menos seis frentes más: Hizbollah en Líbano, los hutíes en Yemen, grupos terroristas en Iraq, Siria y Cisjordania, y por supuesto, Irán”.
Nos preguntamos ¿cómo puede ponerse fin a una guerra en dos meses con el triunfo israelí, si las fuerzas judías no han conseguido ninguno de sus objetivos estratégicos? No sabemos, es probable que se pueda acordar algún tipo de precaria tregua en los momentos en torno a la asunción de Trump, ya que Netanyahu puede desear no desairar al líder norteamericano. Pero parece muy probable que Israel pretenda en estos meses usar toda la fuerza que disponga para intentar garantizar al menos una parte de sus objetivos y no solo terminar en conflicto con un baño de sangre, acusaciones de genocidio, sin eliminar a sus enemigos y con una región más desestabilizada donde se encuentra más aislada. Cosa que tampoco está en los planes del trumpismo. Sin dudas la gestión norteamericana pretenderá en un tiempo que no serán semanas ni meses, lograr un equilibrio en la región favorable. Algo difícil con Rusia dentro, con los árabes y los turcos con agenda propia, con los chinos logrando acuerdos en forma paralela, etc. Y sobre todo con Irán articulando una política regional.
Por otra parte, según el Jerusalén Post “el nuevo equipo de Trump podría llegar a apoyar la soberanía israelí en Judea y Samaria y lo que el ex embajador estadounidense David Friedman llama «Un Estado Judío» en su nuevo libro, también podría volver a la anexión de asentamientos combinada con el establecimiento de un estado palestino previsto en el plan de paz de 2020. Se dice que el ministro Smotrich ya ha encargado hacer preparativos para una anexión el año entrante” 2025.
Es probable que la atención de limpieza étnica se centre en las denominadas zonas C, que constituyen alrededor del 60 por ciento de Cisjordania. En las zonas C se encuentran las carreteras de conexión entre poblaciones palestinas, por lo que los palestinos dentro de Cisjordania ya se encuentran rodeados de la ocupación israelí. Hoy con ya muchos años de acción de los colonos hay más israelíes que palestinos viviendo en las zonas C.
Sin embargo, es un paso audaz. El embajador alemán en Tel Aviv, Steffen Seibert, advirtió inmediatamente que el anuncio amenazaba la estabilidad de la región: «Cualquier preparativo para realizar este objetivo viola claramente el derecho internacional». Aunque los europeos y especialmente los alemanes han demostrado estar incapacitados para cualquier acción real contra Israel, sin embargo, es una advertencia. Ya que por ahora tanto los europeos como los EEUU siguen apoyando la solución de dos Estados.
Es una posibilidad que EEUU de Trump de vía libre a Israel un tiempo, pero que intente ser el que lleva la batuta, imponiendo alguna solución, inclusive a Israel. Paz mediante la fuerza es también una amenaza a Irán, pero es un posible problema a la absoluta autonomía israelí, con la que se movió en la gestión Biden. Algún tipo de orden debería salir en un tiempo prudencial. Recordemos siempre el marco estratégico, sistémico del conflicto que aborda EEUU y que Trump pretende dedicarle la atención primordial: China, no Medio Oriente (aunque sí, más Medio Oriente que Ucrania). Sin dudas habrá múltiples negociaciones, a múltiples bandas, en el plano de lo visible y del secreto. Pero como señalan los mismos periódicos israelíes, el estado judío tiene tal cantidad de frentes que no imaginamos como puede cerrarlos en forma favorable en el corto plazo. Mas con una situación militar que no muestra encaminarse a un orden aceptable.
* El autor es Doctor en Historia UBA / Autor de libros de historia sobre el movimiento obrero, historia militar y geopolítica / Experto en Defensa. Miembro del equipo de PIA Global