A Portugal le queda una (pequeña) vida

Por Matías Fabrizio

Cuando el partido parecía morirse con el 2-1 en favor de Estados Unidos, Cristiano Ronaldo se paró de wing derecho, levantó la cabeza y puso la pelota justo donde entraría Varela para meter el frentazo del empate. Con este 2-2, igualmente, los norteamericanos tienen un pie en octavos y Portugal se llevó más de lo que mereció.

En este, el segundo partido dirigido por Néstor Pitana, los europeos arrancaron ganando con un gol bien tempranero de Nani, ante una flojísima respuesta del arquero Tim Howard. No obstante, no fue más que un oasis. Durante todo el primer tiempo, los estadounidenses manejaron el partido a su gusto. Primero intentando más con remates de afuera, de la mano (o el pie) de Jermaine Jones o de Fabian Johnson, y luego buscando combinaciones rápidas por las bandas, sobre todo la derecha, para entrar al área de Beto con pelota dominada.

Es cierto que el equipo de Jürgen Klinsmann mostró un nivel muy elevado, a la altura de los mejores equipos del torneo. También hay que decir que las respuestas defensivas de Portugal no llegaron en ningún momento. Jamás el equipo de Paulo Bento mostró solidez en el fondo como para justificar que, con el marcador a favor, decidieran pararse más atrás en el campo para lastimar de contra con Nani o Cristiano.

Injustamente, el empate recién llegó en el segundo tiempo. Un rebote le quedó a Jones, que se perfiló hacia adentro para sacar un derechazo con chanfle que entró contra el palo más lejano. Y un rato más tarde, el capitán Clint Dempsey anotó el segundo. Ya con la igualdad, EEUU se empezó a sentir cómodo con el punto y resignó un poco el ataque. Dejó de jugar en campo rival para plantarse un poco más atrás. Claro, el punto era ideal. Pero, casi sin querer, se encontró con la posibilidad de llevarse los tres.

Hasta que llegó la, hasta ahora, única intervención positiva de Cristiano Ronaldo en 180 minutos de Mundial. Hacia el final del partido CR7 dejó la banda izquierda, deambuló por el medio y se plantó por la derecha, bien abierto, de 8-7. Recibió, se acomodó y tiró un centro perfecto para la entrada de Varela, para el 2-2 final. Ni bien sacó EEUU del medio, Pitana marcó el final del partido.

En líneas generales, en ningún momento Portugal mereció llevarse nada de este partido. No se defendió bien, no manejó la pelota ni tampoco complicó de contra. Solamente tuvo, además de los dos goles, un tiro en el palo y poco más. Estados Unidos, por el contrario, jugó un gran encuentro. Recuperó pronto cuando la perdió, atacó rápido y siempre abrió la cancha, generándose los espacios necesarios para bailar a una defensa pésima. Con un poco más de suerte, hubiera ganado, y por más de un gol.

Este empate deja el grupo G abierto. Pero hasta por ahí nomás… Resulta que Alemania y Estados Unidos lideran con cuatro puntos, y Ghana y Portugal cierran con uno. La última jornada enfrenta a alemanes y americanos, que, con un empate, estarán clasificados ambos. Por parte de los ghaneses y portugueses, deben esperar que esa igualdad no se haga realidad y ganar el duelo entre sí. El que triunfe, igualará la línea de 4pts del que pierda el otro partido y ahí entrará a correr la diferencia de gol para decidir quién clasifica en segundo lugar. En ese escenario, Ghana está mucho mejor parado que Portugal, por lo cual los lusos son los que prácticamente están afuera del Mundial.

El hecho del empate entre Alemania y EEUU ya ha despertado varias inquietudes y sospechas. No sólo que el empate les sirve a los dos, sino que ambos DT son alemanes, amigos y ex compañeros (Löw era ayudante de Klinsmann en Alemania en el Mundial 2006 y luego lo sucedió en el cargo). El juego de especulaciones tiene un antecedente: en la última fecha del grupo B del Mundial de España 1982 jugaron Alemania Federal y Austria. Si los alemanes ganaban 1-0, ambos equipos clasificaban a segunda ronda, dejando afuera, con los puntos pero peor diferencia de gol, a Argelia. Obviamente, ese resultado se dio con un gol tempranero y 80’ de “no agresión” entre ambos seleccionados europeos. A partir de este hecho, la FIFA, si bien no hizo nada puntual para satisfacer las quejas de los dirigentes argelinos, decidió que los últimos partidos de cada grupo se jueguen en simultáneo, para evitar las especulaciones.