De menos a más: la historia del "Fideo" Di María en la Selección Argentina
Las historias con finales felices siempre dan la sensación de satisfacción, no solo para los protagonistas de la misma, sino también para quienes han disfrutado de cada segundo viendo al actor haciendo de las suyas.
Pero claro, para llegar a ese cierre perfecto, antes hay que atravesar un camino de rosas que hará que, en el mientras tanto, los tropiezos duelan, las heridas sangren y la piel tarde en cicatrizar.
Así llego Ángel Di María, el hombre de los goles decisivos, a un final soñado con la Selección Argentina. Aunque antes de que ese sueño se volviera realidad, hubo muchas pesadillas.
El Ángel Sub 20 y de oro
Tras debutar y deslumbrar con su velocidad y gambeta con la camiseta de Rosario Central en 2005, “Fideo” fue convocado para disputar el Mundial Sub 20 en 2007, donde dio su primera vuelta olímpica con la “albiceleste”.
En aquel torneo disputado en Canadá, anotó goles y repartió asistencias para ser una pieza clave, aunque una lesión le impidió estar en la final que coronó a un equipo repleto de talentos que en dicha instancia superó 3 – 0 a Chile.
Al año siguiente, en 2008, viajó a los Juegos Olímpicos de Beijing. Allí se sacó la espina, porque en medio de un torneo espectacular, sí pudo estar presente en la gran final y, tras un exquisito pase de Lionel Messi, dio a conocer al mundo su marca registrada: la picó ante el arquero nigeriano y marcó el 1 – 0 que le dio el oro a la Argentina.
De esa manera, con grandes actuaciones y dos festejos consecutivos, Ángel Di María iniciaba su proceso en el seleccionado. Pero aún faltaba más, mucho más…
La Selección Mayor, los tropiezos y el dolor
La carrera de este excelso jugador era indiscutida a nivel clubes. De Rosario Central pasó al Benfica en 2009 y en el club portugués cosechó 3 títulos. Mientras tanto, viajó al Mundial de Sudáfrica 2010 y aquel equipo, que dirigía técnicamente Diego Maradona, fue goleado 4 – 0 por Alemania en cuartos de final.
Del fútbol portugués dio el gran salto al Real Madrid. En el Santiago Bernabéu cosechó aplausos y ovaciones, hizo goles trascendentales y volvió a levantar trofeos. Pero, en la Selección le tocó disputar la Copa América 2011 en la que el plantel fue silbado por el propio público argentino. Y si bien todo mejoró en la Copa del Mundo Brasil 2014 al ser finalista, el propio club español le envió una carta para que no estuviera en la final frente a Alemania. El propio “Fideo” reconoció que rompió ese comunicado, no sumó minutos en el campo de juego en lo que fue derrota 1 – 0 en la prórroga.
Y la historia se repetiría. Un ciclo exitosísimo en el Paris Saint Germain. Una vuelta olímpica tras otra. Pero las lesiones le impedían rendir, o directamente estar, en los partidos importantes de la Selección, que fue subcampeona en las Copas América 2015 y 2016 tras perder con Chile por penales, en ambas ocasiones. Y las críticas seguían. Di María era resistido, pero él resistía y continuaba.
Se rompió la pared
Esa fue la frase que Ángel Di María le dijo a su propia familia en plena videollamada apenas terminó la final en la que Argentina derrotó, con un gol con sello propio, 1 – 0 a Brasil en el Maracaná para quedarse con la Copa América 2021. Sí, por fin, el primer título había llegado. Y claro, el “Fideo” siempre se destacó por su velocidad, y cuando tomó carrera, ya nada lo detuvo.
Es que luego llegó el momento de afrontar la Finalissima ante Italia, en el mítico Wembley, donde volvió a gritar un gol en un encuentro clave, en el que Argentina se impuso 3 – 0 desplegando una gran versión.
Y faltaba la frutilla del postre: la Copa del Mundo. Qatar 2022 lo encontró en un nivel superlativo, jugando y desequilibrando, siendo una amenaza constante para las defensas rivales. Y llegó el momento más esperado y él brilló. En la final frente a Francia la cometieron el penal que Lionel Messi cambió por el 1 – 0 y poco después, tras una excelente jugada colectiva, firmó el 2 – 0 parcial. Argentina terminó superando a los europeos por penales y el Ángel llegó a la cima del mundo.
¿El final? Con otra medalla en el pecho, tras consagrarse en la Copa América 2024 disputada en Estados Unidos.
Sin dudas, una carrera de película, que terminó de la mejor manera para un futbolista que lo dio todo por su país. Un país que lo cuestionó y que hoy lo ama, sin discusión alguna.