"El boxeo es el homicidio legalizado" escribió Panzeri
Algo inédito en "La Feliz" que por entonces no llegaba a 400 mil habitantes, menos de la mitad de la población actual contando los notorios bolsones que proliferaron en la periferia marplatense. El extinto Adolfo Alfieri, de Canillitas uno de los promotores.
Fue la primera vez que el autor de estas líneas escuchó la sentencia de Panzeri: "El boxeo es el homicidio legalizado". La cosa siguió en una confitería de Belgrano y Corrientes hasta las 4 de la madrugada. Brindó datos y hasta fundamentos "clínicos"
"Una trompada de un boxeador de casi 100 kilos en la cabeza de otro equivale a una posible lesión cerebral. Si no ocurriera eso igual el daño en la masa encefálica, a la larga, dejará secuelas" decía el ex director de El Gráfico, en Mar del Plata, a los 49 años de edad.
El periodista invitado aludía a los orígenes del deporte olímpico y las enseñanzas del francés Barón Pierre de Coubertín. El sentido del deporte como todo "aquello que mejora al hombre, no sólo en lo físico sino en su mentalidad", subrayaba Dante Panzeri. Hablaba de la inteligencia y capacidad de las personas.
También recordaba a grandes boxeadores, uno de ellos el mendocino Cirilo Gil, pupilo de Francisco "Paco" Bermúdez, por la destreza en el "arte de pegar sin ser golpeado". Igual que el mítico Nicolino Locche. Panzeri añadía: "El problema es que se trata solamente de dos ejemplos, nada más"
En 1977 en una nota memorable, página tamaño "sábana" del diario "La Prensa" el periodista Dante Panzeri escribía "El boxeo es el homicidio legalizado". Juzgaba "espectáculo deshumanizante". Recibió enconos del pugilismo. La mayoría, colegas.
En octubre de 2010 el estadounidense Shannon Briggs, 38 años, peso completo del Consejo Mundial de Boxeo, debió ser internado en "grave estado" después de recibir 171 golpes del ucraniano Vitali Klitschko. El Gigante lleva 41 victorias, 38 por nocaut.
Cuando Panzeri remitía a los casos trágicos del cubano Benny "Kid" Paret, "masacrado" por Emile Griffith el 24 de marzo del´62 y el mendocino Alejandro Lavorante, otra víctima ése año, Briggs tenía cinco años e ignoraba su destino. Otros antecedentes de "muerte en el ring" fueron citados por el periodista fa-llecido en abril del´78, a los 57 años.
Bernardo (Kid) Paret Valdez, nacido en Santa Clara en el´37, integró una generación de destacados boxeadores cubanos. Llevaba dos enfrentamientos con Emile Griffith, de Islas Vírgenes y gran pegada. La tercera pelea no debió realizarse. La leyenda dice que Paret trató de "maricón" al rival en el pesaje previo.
Griffith le aplicó veinte golpes a Paret, estando éste enredado contra las cuerdas e indefenso y en un rincón del ring. El árbitro Rudy Golstein fue severamente cuestionado por todo el mundo del boxeo. Paret quedó varios días inconsciente y murió sin despertar. Griffith reconoció tarde su homosexualidad.
Lavorante nacido en Godoy Cruz, Mendoza, el 25 de octubre del´36, se hizo célebre primero como amateur en su provincia por su "pinta" (1,94 de estatura) cercana a un actor de cine y boxeador con buena técnica siendo peso pesado.
El gran Pascualito Pérez, célebre campeón mundial de peso mosca, el primero del boxeo argentino en alcanzar un título en noviembre del´ 54, cuando venció a Yoshio Shirai, en Tokio, lo recomendó al boxeo "grande"
Entre 1959 y el´61, Lavorante hizo una buena campaña en Estados Unidos y llegó a superar a Zora Folley, tercero en el ránking de los peso pesado. Se cuenta que una decena de admiradoras subieron al ring para tributarle idolatría. Era joven y pintón. Las derrotas del´62 lo dejaron en estado de "vida vegetativa".
El 21 de septiembre un ignoto Johnny Riggins lo noqueó. Antes, el 20 de julio del´62 el legendario Cassius Clay, campeón olímpico en Roma, 1960, le había dado una paliza. Pelea que no debió realizarse. Lavorante estuvo un año y medio inconsciente.
Entre otras curiosidades, Alejandro Lavorante había sido granadero cuando hizo el servicio militar en 1957. Por un tiempo fue destinado a la Casa Rosada pleno gobierno de la "Revolución Libertadora", siendo el general Pedro Eugenio Aramburu, Presidente de la Nación, partícipe del golpe contra Perón.
Lavorante murió el 1º de abril del´64 en Mendoza. Tenía 28 años. Panzeri recordaba que al sepelio asistió su familia, algunos amigos del desafortunado boxeador y poca gente del universo de los golpes. Lo habían enterrado mucho antes.
El autor es periodista de Télam.