El gobierno entrerriano combate el trabajo infantil
En ese sentido, adelantó que pronto “vamos a poder recibir denuncias anónimas en nuestra página web y en una línea telefónica. Deseamos que la gente denuncie y que no se tolere la naturalidad; esto es un problema de todos”.
El trabajo infantil es toda actividad económica o estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada por niñas y niños que no tienen la edad mínima de admisión al empleo o trabajo (16 años); que no han finalizado la escolaridad obligatoria o que no cumplieron los 18 años (si se trata de trabajo peligroso).
“Con el gobernador Sergio Urribarri siempre charlamos sobre cuál es la sociedad que imaginamos para las generaciones futuras y vemos una Entre Ríos en donde los niños vayan a la escuela y los adultos trabajen. Es hora de que todos comprendamos que sólo los niños que estudian están en igualdad de oportunidades, porque los chicos que hoy trabajan serán los excluidos en el futuro”, dijo el titular de la cartera de Trabajo.
Expresó que la provincia, con los niveles de crecimiento económico que viene teniendo en estos últimos años y el proceso de industrialización que está en marcha, “no merece tener sectores que se dediquen al trabajo infantil.
Este proyecto de provincia que lidera Urribarri basado en el crecimiento económico, en incorporar valor agregado a la producción primaria y en el consumo interno, tiene como ejes centrales a la niñez y a la educación. Sólo así seguirá creciendo con más igualdad de oportunidades y más inclusión social. En ese marco, no hay margen de tolerancia para el trabajo infantil”, aseveró Smaldone.
Estrategias de erradicación
La erradicación de este flagelo social es un objetivo prioritario de esta gestión, ya que todos los niños y niñas tienen los mismos derechos, independientemente de su raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional, étnico o social, posición económica, impedimentos físicos, nacimiento o cualquier otra condición de niño, sus padres o sus representantes legales. El trabajo infantil atenta contra esos derechos, especialmente contra el derecho a la salud, a la educación y al juego.
Convencidos de eso, desde el Ministerio de Trabajo comenzaron fuertes campañas de concientización contra el trabajo infantil (principalmente, ahora en el verano, en las ciudades y en las actividades turísticas). “Retomamos las actividades de la Comisión Provincial de Erradicación del Trabajo Infantil y de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil. Además, pronto vamos a poder recibir denuncias anónimas en nuestra página Web y en una línea telefónica habilitada especialmente para eso”, destacó el ministro.
Mientras tanto, si se desea realizar una denuncia sobre trabajo infantil puede hacerse en el Ministerio de Trabajo de la provincia, sito en calle Buenos Aires 166 de Paraná, o llamando al (0343) 420-7984.
Asimismo, se están llevando a cabo reuniones con las delegaciones del Ministerio de Trabajo de la Nación y con otras autoridades provinciales, tratando de unificar una estrategia central e integral (en la que participen todas las áreas gubernamentales y no gubernamentales), “capaz de permitirnos conseguir el resultado que aspiramos: que no existan entrerrianitos trabajando”.
Los niños, a la escuela
Los niños y niñas que trabajan llegan a la edad adulta sin la preparación necesaria para acceder a ocupaciones calificadas, circunstancia que les impide modificar su situación de precariedad. Así, el trabajo infantil perpetúa el círculo vicioso de la pobreza. En la educación se evidencia en un bajo rendimiento educativo, repitencia, deserción escolar. En la salud, aparecen lesiones en la piel, en el sistema respiratorio y en el sistema óseo, entre otras, las cuales pueden causar efectos a corto o largo plazo.
En la infancia el único trabajo de los niños y niñas debe ser jugar. El juego permite que vivan plenamente su infancia a través de sus experiencias, que lo acompañarán durante toda su vida. Y la educación brinda las herramientas necesarias que ellos necesitan para desarrollar toda su capacidad física y mental. Por eso, “buscamos implementar programas en las escuelas, con jornadas deportivas, artísticas o de apoyo escolar. En general, desde el Ministerio de Trabajo pretendemos que a partir del hallazgo de un chico que trabaje, el Estado pueda desplegar todo su accionar, no sólo llevándolo de la mano a la escuela y dándole las becas necesarias para ello, sino, además, conteniendo a todo el círculo familiar en el que se encuentra el niño que trabaja”, precisó Smaldone.
Un problema de todos
Se trata de una problemática social compleja, y por lo tanto requiere la acción coordinada de múltiples actores sociales: organismos gubernamentales, organizaciones sindicales, empresarias, religiosas y de la sociedad civil. Son necesarias acciones de intervención articuladas con una perspectiva de trabajo en red. No alcanza con sancionar o tomar medidas punitivas. Deben generarse soluciones integrales de apoyo a los niños y niñas y a sus grupos familiares.
“Seguramente, desde el Poder Ejecutivo impulsaremos una propuesta legislativa que nuclee todo el accionar estatal, que tendrá como objeto la detección, prevención y erradicación del trabajo infantil describiendo y encomendando a las distintas dependencias las misiones específicas de cada área, las conjuntas y las coordinadas con organizaciones y organismos municipales, nacionales e internacionales dedicados a la temática”, dijo Smaldone.
En tal sentido, anticipó que “no es una tarea fácil ni se soluciona de un día para el otro. Esto es una lucha que nos llevará años, no sólo a los que hoy tenemos alguna responsabilidad política, sino también a los magistrados, a las fuerzas de seguridad, a los docentes, a los empresarios y, en general, a todos los entrerrianos”.
También “convocamos a los empresarios a que se sumen a este esfuerzo mediante una red de empresas en contra del trabajo infantil. En Entre Ríos existen muchas empresas comprometidas con estos asuntos y que trabajan muy bien los conceptos de responsabilidad social empresaria que, seguramente, estarán en las primeras filas de este combate”.
La problemática del trabajo infantil es un asunto muy complejo que implica el compromiso de todos. “Estamos en la etapa en la que todos debemos comprender que se trata de un problema”, opinó.
Resistencia cultural
El funcionario provincial explicó que una de las grandes barreras que debe superar la problemática del trabajo infantil es la cultural. “En el inconsciente colectivo pareciera haber una permisión para el trabajo de los niños. Algunos adultos suelen decir: `Yo empecé a trabajar desde los 12 años´, como sinónimo de esfuerzo y trayectoria. Hasta el presidente brasileño Lula, decía esto. Pero ahora no lo dice más porque se dio cuenta que el mundo cambió. Hoy la demanda de saberes y competencias exige educación como base para estar en igualdad de oportunidades”, concluyó.