“La subsistencia de los clubes de barrio debe estar favorecida, no entorpecida”
Por Martín Massad
El club de barrio tiene tanto de amor como de pertenencia. Es donde de pibe soñás con ser un crack de esos que inundan la tele con lujos futboleros en estadios inmensos. También es el escondite donde los muchachos se juntan a tomar un café en barra antes del destino final en sus casas para finalizar el día que antes tuvo como inicio la jornada laboral. Miles de anécdotas se han dicho y escrito en la memoria de los socios de los tantos clubes de barrio que se desparraman por nuestra ciudad y por las distintas provincias del país.
El arte no escapa a encontrarse en el club de la vuelta de la esquina, donde desde niñas las pibas del barrio empezaron a dar sus primeros pasos de baile y hoy se cuelgan del techo agarradas a telas como si fueran arañas. En el club del barrio se vive, se juega, se charla, se respira lo social. En una sociedad con concepciones individuales influenciadas por el dinero, ser socio depende más de lo que puedas pagar para tener tal condición que de la necesidad de sentirse parte.
Con el gobierno de Macri, las instituciones sociales y deportivas de los distintos barrios han sufrido y siguen sufriendo esta realidad del que pueda pague y el que no que se joda. Y en ese joderse están involucrados miles de esos pibes que sueñan con llegar a ser como Messi, otras tantas pibas que disfrutan de jugar al vóley o de colgarse de las telas. También sufren las consecuencias los viejos del truco, del dominó o de las bochas. Un gobierno que es para pocos, no es para ellos, ni tampoco para los clubes de barrio porque ahí huele a barrio y no a ciudad.
Los tarifazos impulsados por el ministro de Energía Juan José Aranguren en consecuencia con las políticas clasistas del presidente Macri no han hecho más que acrecentar la transferencia de ingresos de los sectores medios y bajos hacia lo más alto de la pirámide socio económica de nuestro país. En ese pase de egresos a ingresos, lo que más perdemos somos nosotros: asalariados, pequeños comerciantes, pymes, asociaciones sin fines de lucro y dentro de estas los clubes de barrio.
Para conocer la problemática desde adentro, charlamos con Fernando “Tato” Cabrera, representante legal del Club Premier de Caballito. Según Cabrera lo que está pasando con los tarifazos y su consecuencia en los clubes era algo previsible desde que Macri inició su campaña hacia la presidencia. “Si se incrementaban las tarifas como se han incrementado de forma astronómica, iba a impactar directamente en la actividad del club porque nosotros no podemos trasladar los aumentos a las cuotas de los socios”, sentenció Cabrera.
En relación a de qué manera frenar el avance de los aumentos en las tarifas, Cabrera explicó que “estamos participando de varias cautelares, tanto con la Defensoría del Pueblo como con otras organizaciones deportivas y culturales”.
Por otra parte, el titular del club Premier ironizó acerca de la única salida que encontró el Estado nacional para el conflicto: “La secretaría de deportes de Nación ha decretado un subsidio del 40% para la electricidad pero con eso no alcanza”.
“Nosotros acá en el club permitimos que el Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad tenga una sede de apoyo escolar por la cual no pagan un centavo”, dijo al dar cuenta de la función social que cumple el club sin que eso sea tenido en cuenta por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y agregó que “la subsistencia de los clubes de barrio debe estar favorecida, no entorpecida”.
Al continuar la charla, Cabrera puso énfasis en dejar en claro el aporte que las instituciones deportivas barriales hacen a la sociedad: “El club no es un lugar donde la Comisión Directiva y cincuenta socios se benefician sino que genera una serie de espacios y actividades para la comunidad, estas no están cuantificadas económicamente”.
Para finalizar Cabrera nos pasó los números de la realidad que aqueja al Premier: “A nosotros el aumento de la luz es de un 400%, veníamos pagando mil y pico por bimestre y pasamos a pagar dos mil setecientos por mes”.
De acá en adelante no se trata solo de resistir a las medidas antipopulares del gobierno de Macri, es hora de lograr una unión y buscar algunas estrategias para seguir adelante. “Nosotros nos hemos estado juntando con otros clubes de la comuna no solo por el tema de las tarifas sino porque nosotros pensamos que generar otro tipo de vínculos y propiciar otras actividades de políticas comunitarias”, afirmó Cabrera.