La tinelización de la política o Tinelli como arma para ganar votos
Por Anaclara Soria I En pocas semanas se desmoronó el sueño de muchos políticos como Francisco De Narváez de utilizar el programa con mayor audiencia de la televisión argentina para captar votos. En las últimas horas, se supo que Marcelo Tinelli deja Canal 13 y está negociando su contrato con TELEFE.
Las elecciones legislativas del 2009 fueron un impasse en la vida política argentina. El ex presidente Néstor Kirchner perdía en territorio bonaerense con un empresario colombiano del que sólo se sabía que había fundido Casa Tía, que tenía un tatuaje en su cuello y que tenía un plan. De qué era el plan, apenas importaba.
El poderío mediático post conflicto con las entidades agropecuarias y el programa Show Match se encargaron de que el político que había convertido a la Argentina en un nuevo Ave Fénix, perdiera por un 2 % en la Provincia de Buenos Aires. Si bien a nivel nacional el kirchnerismo sacó más votos (un poco más del 30 % del total del padrón), la provincia más grande del país le había dado la espalda. La política se alejó de las discusiones y se acercó a la parodia. Lo que decían los políticos de sus propuestas poco importaba, bastaba con lo que hacían los actores que actuaban de ellos. Todo se fue vaciando de contenido, los chicos hablaban del “Alica Alicate” en las escuelas como hoy lo hacen de Violetta o Justin Bieber.
En el 2008 se cerró por un momento la discusión política, entonces el kirchnerismo no tuvo razón de ser. Y perdió las elecciones. Del 2008 hasta acá pasó demasiado tiempo y demasiadas cosas. Y Los tiempos sociales corren y pareciera que muchos apenas lo notan. Francisco De Narváez y Horacio Rodríguez Larreta hace pocos días dijeron públicamente que participarían del nuevo “Gran Cuñado” y Canal 13 ya lo había incorporado a su grilla de programación. La decisión de Marcelo Tinelli de no firmar el contrato para este año despertó la furia hasta de Jorge Lanata que hoy decidió no hablar de Amado Boudou para dedicar su programa a inventar operaciones económicas que el conductor de Show Match se encargó de desmentir.
Pareciera entonces que los grupos monopólicos y los políticos opositores no entendieron aún que la política está en la calle, en el trabajo, en la militancia, en la vereda de cada casa si es necesario. La televisión está ahí, y entretiene y te hace reír y llorar también. Pero sólo un rato. Esto es lo que entendió gran parte del electorado del 2009 al 2011. Eso explica también el 54 %. Tinelli usó la política para captar audiencia, y los políticos intentaron usar su programa para captar votos que se les esfumaron en un abrir y cerrar de ojos.