Merlo: entre la huida de Othacehé y los desafíos de Menéndez

Por Rodrigo Lugones

Son varias las maniobras que ha sufrido el intendente electo de Merlo, Gustavo Menéndez, ya sea durante su larga carrera como opositor al inefable Raúl Othacehé, a lo largo de la campaña electoral, o en las vísperas de la asunción que lo pondrá al frente de un municipio muy golpeado  por la gestión saliente.

Las tropillas municipales se han retirado de sus labores diarias (el estado de abandono de las calles es notorio), la atención en los centros de Salud está parada, por incumplimiento en el pago de salarios, los edificios públicos han sufrido mudanzas de último momento y el personal ha sido redistribuido (para evitar que la gestión entrante encuentre equipos de trabajo que conozcan las tareas que deben realizar).

A todo el vertiginoso y violento ritmo que el 2015 le imprimió  a la realidad del distrito, se le suma el pedido de licencia hasta el 10 de diciembre que presentó Othacehé. Licencia que se lee como una renuncia a sus responsabilidades institucionales y democráticas, con la que busca evitar la vergüenza que representa para él entregarle el mando a quien lo derrotó en las urnas.

Desafíos

Desde el entorno de Menéndez aseguran que los primeros 100 días de la gestión municipal serán contra reloj, ya que intentarán, en el marco de un escenario provincial y nacional adverso, marcar una transformación política en línea con lo que pasó en Argentina los últimos 12 años, y apagar el incendio que deja la gestión que se va. Se buscará un gran impacto que exponga el contraste entre estos dos modelos de gestión que estuvieron en juego en las últimas elecciones.

Se habla de una batería de medidas que afectarán directamente la realidad del distrito. Algunas de las áreas involucradas serán: Cultura y Memoria, Medios, y Hábitat. Para ello se reformulará el organigrama municipal, replanteando la distribución de las secretarias y direcciones locales.

Hábitat y Vivienda

Las tomas de tierras en Merlo, que fueron tapa de los principales diarios del país y evidenciaron (al margen de las maniobras de Othacehé) una problemática presente en el distrito, ocuparán un rol protagónico en los primeros 100 días de la gestión de Menéndez. La intervención del Estado Nacional para resolverla sin recurrir al desalojo violento, y el trabajo que Menéndez llevó adelante para poder asumir  la intendencia teniendo un conocimiento profundo del tema, marcan el camino por el cual se plantea la resolución del conflicto: una política de tierras que garantice el acceso igualitario a la vivienda, un registro pormenorizado de los vecinos y vecinas que se ven afectados por la falta de acceso a la vivienda, así como un plan de sesión de los terrenos fiscales para planes de viviendas son algunas de las ideas que hoy dan vueltas en quienes tendrán la terea de llevar adelante las soluciones para los sectores sociales que se vieron en la necesidad de tomar las tierras, más allá de las utilizaciones política que, en estos casos, siempre están a la orden del día.

Cultura y Memoria

El plano cultural fue el más golpeado por la gestión de Othacehé, que prohibió cualquier tipo de actividad artística que no fuera avalada por el municipio, clausurando, de esta forma, la posibilidad de desarrollar una política cultural en plazas y parques municipales. Cerró centros culturales independientes y vació de contenido las instituciones intermedias (usinas populares de eventos, peñas y fiestas), lo que provocó el surgimiento y desarrollo de espacios culturales clandestinos donde se planteó una lógica diferente a la propuesta por un Estado autoritario.

Es por esto que Menéndez entiende que deberá tener una gestión sobresaliente en materia de cultura y memoria. Planea una serie de eventos públicos en plazas y parques, con una agenda de shows, y eventos gratuitos, abiertos a la comunidad, y fomento de creación y normalización de instituciones intermedias y centros culturales donde se fomente la organización social y la producción de una cultura propia: uno de los objetivos será llevar a Merlo a convertirse en el centro de la cultura rock del oeste.

Al mismo tiempo se llevará adelante en el parque público conocido como “La Colonial” la creación de un espacio de la memoria donde se recupere la historia de los desaparecidos de Merlo. También se señalizarán los Centros Clandestinos de Detención que funcionaron durante la última dictadura, en línea con la política de DD HH llevada adelante por el Kirchnerismo en todo el país.

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