"Repudiamos las amenazas sufridas por Mauro Federico"
Por COMUNA
Comunicadores de la Argentina (COMUNA) repudia las amenazas sufridas por el periodista Mauro Federico, porque cualquier intento de afectar la libertad de buscar y difundir información lesiona la convivencia democrática, pero es doblemente grave en este caso ya que el colega indaga respecto del atentado a la AMIA, hecho que viene siendo objeto de un sinfín de operaciones políticas, judiciales y comunicacionales.
El periodista y su esposa recibieron llamados amenazantes. A ello se agregó, el miércoles 10 de junio, la intimidación que su esposa y su hija sufrieron alrededor de las 19, cuando se les acercó peligrosamente un hombre en una motocicleta, en inmediaciones de su domicilio en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, y dijo: “Si te portás bien no te va a pasar nada, ni a vos ni a tu hija”.
La denuncia de Mauro Federico incluye una incursión a distancia en la computadora de su domicilio, ya que sostuvo que pudo ver cómo el cursor era dirigido de manera remota a una carpeta en la que tiene archivados materiales referidos a su trabajo periodístico sobre el atentado a la AMIA y las acusaciones hechas a ciudadanos iraníes. Este episodio se registró antes de un viaje suyo a Irán para reportear a los acusados.
El colega presentó la denuncia por amenazas a la Unidad de Instrucción 4 de Avellaneda y relató a COMUNA que ahora hay custodia permanente en su domicilio.
Todo acto que condiciona u obstaculiza el derecho de un trabajador de la comunicación a buscar y difundir informaciones y opiniones dentro del marco legal que lo ampara constituye un hecho contrario a la democracia y a la convivencia pacífica. Sin embargo, no se puede dejar de mencionar la gravedad específica de este caso, ya que la investigación del atentado a la mutual judía y sus múltiples derivaciones incluyen infinidad de maniobras que escalan incluso al plano internacional.
En efecto, en esta lista se pueden incluir maniobras para impedir la determinación de los autores de los atentados, para dar cobertura a los responsables locales por acción directa o complicidad, para privilegiar unas pistas y desconocer otras, y las que se lanzaron y se mantienen en torno de la muerte del fiscal especial Alberto Nisman, usada para un intento planificado perfectamente con el fin de desestabilizar al gobierno nacional y a las instituciones de la democracia.
Por este conjunto de circunstancias, es imperioso que las autoridades destinen el máximo empeño para que Mauro Federico y su familia recuperen la vida normal a la que tienen pleno derecho, en condiciones de seguridad, y para que él, en el plano profesional, pueda seguir tomando las iniciativas que considere apropiadas y lícitas para su tarea periodística.