"Si 678 no sale al aire en ningún canal no será por razones comerciales, sino por presión política"
Por Daniel Dussex
APU: Hay expectativas respecto de todo lo que se ha dicho en estos días sobre 678, el programa que lo tiene como uno de los integrantes. ¿Cuál es su parecer?
Dante Palma: Sí, en realidad hace siete años que el programa tiene un lugar preponderante en la opinión pública, pero en los últimos meses no dejó de llamarme la atención que fuera tema de la campaña electoral. Los periodistas les preguntaban a los candidatos si iba a continuar el programa. Fue llamativo también, que en el primer debate presidencial en la historia del país hubiera candidatos que nombraran dos veces al programa, que no deja de ser más que eso: un programa de televisión. Es llamativo. Por supuesto, ahora también formamos parte de la agenda política con la promesa de la nueva administración de quitarlo del aire.
APU: ¿Cómo están viviendo en el grupo periodístico estas tensiones que se dan respecto de la continuidad del programa?
DP: Mi preocupación es que suceda lo que ocurría años atrás, que haya ciertas voces que estén invisibilizadas, que no tengan espacios en los medios. Creo que en todos estos años, esta posibilidad se recuperó y justamente fue la televisión pública la que tuvo que dar lugar a una mirada que era representativa de un sector de la sociedad que no tenía espacio. Entonces, a mi me preocupa que detrás de un discurso republicano y plural, en nombre del pluralismo, lo primero que se haga es quitar del aire un programa que en esta caso pasaría a ser una voz disidente respecto de la voz oficial.
APU: ¿Me puedo poner en abogado del diablo?
DP: Sí, por supuesto.
APU: “678 no ha sido un programa plural” es uno de los argumentos que se esgrimen ¿Cuál es su posición?
DP: Yo estoy de acuerdo con algunos argumentos liberales clásicos, como por ejemplo que el Estado no se puede confundir con el Gobierno o que el Gobierno de turno no puede coptar al Estado, pero 678 debe verse como parte de una política más general de comunicación. Cuando se dice que el Estado debe garantizar la pluralidad, eso no quiere decir que se deba garantizar la pluralidad en cada uno de los programas. En realidad, cada programa tiene una línea editorial. Lo que tiene que garantizar el Estado, tanto en la televisión pública como desde una perspectiva general, es la pluralidad de voces pero nunca incidiendo en los contenidos. El Estado tiene que preguntarse, qué voz no tiene lugar y no dejar la comunicación librada al Mercado porque entonces pasará lo que sucedía hace diez años, teníamos una única voz que provenía de distintos medios. Me parece que en ese sentido, 678 le aporta una pluralidad al espectro de medios en términos generales. Por supuesto, 678 como programa tiene un sesgo clarísimo, un sesgo que no oculta, que nunca ocultó, es la marca emblemática del programa. Nosotros hablamos desde determinado lugar y te decimos a vos, audiencia, desde qué lugar. Generás un contrato con esa audiencia distinto de la relación que establecen otros medios, que también hablan desde un lugar determinado pero que en ningún momento te dicen desde qué lugar lo hacen.
APU: Otro de los argumentos es que “678 no es un programa periodístico, sino de propaganda política”.
DP: Esa es una evaluación absolutamente subjetiva. ¿Por qué el programa de Majul no es un programa de propaganda? Cuando Majul es el vocero de Macri. Por qué los programas de América TV, cuyo dueño tiene claros vínculos con Massa, no son programas de propaganda política. La diferencia entre periodismo y propaganda es muy controvertida, en el fondo supone la posibilidad de poder distinguir algo así como un “periodismo neutral e independiente” de otro “partidario” que como tal dejaría de ser periodismo. Me parece que esa es una discusión que no tiene solución, porque yo puedo plantear un sinnúmero de programas o al mismo diario Clarín en esos términos.
APU: El tema dinero también es otro de los argumentos: “678 se paga con los impuestos de todos los ciudadanos, aún de aquellos que no comparten el punto de vista del programa”. También que los integrantes del programa “ganan fortunas”.
DP: Antes de mi ingreso al programa, hubo una mujer periodista o “propagandista”, como quieran llamarla, que hizo una enorme operación de prensa diciendo que nosotros ganábamos cien mil pesos. Estoy hablando de hace cinco o seis años atrás, y al día de hoy no es ni un cuarto de eso lo que percibimos. Ese argumento es un delirio. A nivel de los contratos televisivos, los nuestros son irrisorios. Si algunos de los periodistas que trabajan en los medios privados muestran sus contratos, yo muestro el mío sin ningún problema. El día que Lanata muestre su contrato, yo muestro el mío. Le aclaro a la gente también, que no soy un empleado de la televisión pública, lo soy de una Productora privada que tiene un contrato con Canal 7, entonces nuestros contratos al no ser empleados de la televisión pública no son públicos, lo público es el contrato de la Productora con el canal.
Respecto del tema de los impuestos y el dinero, 678 es el programa de mayor audiencia del canal, por lo tanto tiene un montón de pauta privada. Yo no estoy en la parte comercial, pero incluso es probable que el programa le pueda dejar ganancias a Canal 7. Por otro lado, debemos decir que todo programa está dirigido hacia un sector. Por ejemplo, un programa para chicos es una propuesta que a mí no me representa porque no soy chico ni tengo chicos. Entonces, en ese caso sería un absurdo decir: “Cómo puede ser que haya un programa para chicos pagado con mis impuestos, si yo no soy chico”. Con esta lógica tampoco podría haber un canal como Encuentro que al no tener pauta privada, da pérdidas todo el tiempo. Si lo extremás un poco más, tampoco podría haber políticas culturales en Argentina, porque también las políticas culturales son a pérdida según los criterios del Mercado. En realidad, el problema de 678, no es la queja por el dinero. Lo que verdaderamente molesta es el contenido. El programa a lo largo de todos estos años ha tenido errores y aciertos, pero es como al kirchnerismo que no se lo ataca por lo que ha hecho mal, sino precisamente por lo que ha hecho bien.
APU: Dejando de lado los argumentos del diablo, ¿sabe que en este momento hay numerosas movidas en las redes sociales para que la gente se exprese a favor de la continuidad de 678?
DP: Sí, me enteré y tenemos que agradecerle a la gente por eso. Hay muchas personas que me preguntan por la redes o en la calle qué va a pasar y están preocupados, es muy reconfortante para el laburo de uno que esto suceda. Nosotros de manera oficial, por parte de la Productora, no tenemos ninguna información sobre la continuidad del programa. La única información que tenemos es lo que leemos en los diarios en donde la nueva administración del gobierno nacional está obsesionada con sacar del aire de la televisión pública a 678. Eso es todo lo que sabemos. Ni siquiera sabemos en qué momento del año terminaría el programa.
Por supuesto que existe la posibilidad de llevar el programa a otro canal, un canal privado de aire o de cable, yo no lo sé. No soy un especialista en temas comerciales, pero no tengo dudas de que el programa sería un éxito, comercialmente hablando.
APU: Claro, porque ahora estarían en la oposición.
DP: Pero, no sabés qué fácil que es ser opositor (se ríe). Qué placer voy a tener ahora de levantar el dedito y decir “Ud. Señor…”. Eso es lo más fácil del mundo, capaz que nos consideren periodistas ahora que vamos a ser opositores. Pero, si 678 no sale al aire en ningún canal no será por razones comerciales, va a ser por presión política. De eso, no tengo ninguna duda. Cualquier empresario inteligente y con avidez por el dinero se llevaría el programa a su canal. Si se le cerraran las puertas en otros canales, sería por una presión política.
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